Adiós a Hilary Mantel, la más destacada autora de novela histórica del siglo XXI

Hilary Mantel (EFE).

Dos premios Man Booker, dos premios Walter Scott y, precisamente, la organización de este premio a la mejor novela histórica en inglés reconoció una de sus novelas (En la corte del lobo) como la novela histórica favorita del país… Lo que logró Hilary Mantel con su suprema trilogía sobre Thomas Cromwell ya es visible, pero seguramente necesitemos algunos años más para valorarlo en toda su dimensión. Este viernes nos enteramos de su fallecimiento a los 70 años y el género de la novela histórica mundial está de luto.

Esta escritora inglesa no solo escribió ficción histórica, pero fue en este campo donde desarrolló su máxima expresión y donde alcanzó el éxito entre crítica y público. Antes, escribió una novela sobre la Revolución francesa, La sombra de la guillotina, que en España publicó Ediciones B en los noventa, y que quizá ahora sería un momento ideal para recuperar en castellano.

Para completar la trilogía sobre Thomas Cromwell, el hijo del carnicero, el abogado, canciller y mano derecha del rey Enrique VIII, necesitó más de una década (los tres títulos, En la corte del lobo, Una reina en el estrado y El trueno en el reino, se publicaron entre 2009 y 2020). Y es un ejemplo de lo equivocado que están aquellos que se lamentan, cuando aparece una obra, con el «otra novela sobre tal rey, tal momento, la Guerra Civil…» o similar. Porque cualquier habría dicho que iba a ser difícil que Mantel hiciera historia con una novela sobre uno de los momentos más manidos y sobados por la literatura inglesa: Enrique VIII y su corte.

Y, sin embargo, lo hizo. La trilogía de Mantel logra meterse en la piel de su personaje, Thomas Cromwell, y logra una profundidad psicológica solo al alcance de los más grandes (Graves, Yourcenar…). Sus complejas recreaciones de los secundarios como Enrique VIII, Ana Bolena o Catalina de Aragón, entre otros muchos, es de una brillantez y naturalidad indudables. Logra, con esos personajes, una recreación histórica orgánica, sin cartón ni falsedad, densa y palpable. Si la novela histórica es aquella que te hace creer que has viajado al pasado, Mantel era capaz de hacernos creer que nos metíamos en el cerebro y el alma de sus habituantes.

Es una mezcla de clasicismo y modernidad sin fisuras. Es de esas novelas que despliegan un dialogo profundo con el presente del lector sin necesidad de plegarse al presentismo. Su dramatismo casi shakesperiano y su poder narrativo no necesita de acelerar el ritmo forzadamente ni forzar las emociones o el suspense. Y el resultado es una novela imperecedera, profunda, intrigante y fascinante. Una colosal reflexión sobre el poder y la relación con el mismo. Su primera novela, en torno al divorcio de Catalina de Aragón y la ruptura con la Iglesia de Roma, es magnífica, la tercera, que concluye con la caída en desgracia del protagonista, también, y probablemente la segunda, centrada en la operación para condenar a Ana Bolena, sea un aterrador ejercicio de thriller político que alcanza unas cotas impresionantes.

Tanto es así que la trilogía atesora miles de lectores por todo el mundo, premios por doquier y una adaptación televisiva de muchos quilates. Descubrirla por primera vez es una experiencia literaria de primera y rompe ese viejo y casposo tópico de la novela histórica no puede ser gran literatura.

Hay pocas dudas que se ha ido la más brillante autora de la novela histórica del siglo XXI. Que la tierra te sea leve, Mantel, y bienvenida al olimpo literario de la novela histórica.

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