‘Los leones de Bagdad’, un cómic que narra el horror de la guerra a través de los animales

Por Pablo Lozano, director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook,  Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.

Más de un mes ha pasado ya desde que empezó la terrible invasión de Rusia a Ucrania, un conflicto que nos sobrecoge el corazón. Desde su comienzo, en mi caso, lo sigo día tras día con intensidad. Nada más levantarme, y antes incluso de desayunar, enciendo la tele para saber lo que les ha acontecido a los pobres pero valientes ucranianos a lo largo de la noche. Como la familia que tiene un familiar ingresado en la UCI del hospital y temerosa cada mañana pregunta si el paciente ha pasado la noche y en qué condiciones lo ha hecho.

Cada mañana y hasta el medio día recibimos un detallado parte guerra acompañado de nuevas imágenes televisivas que nos muestran las consecuencias de los bombardeos en ciudades como Kiev o Mariúpol, entre otras. Imágenes de refugiados y cifras que cada mañana crecen sin pausa y de manera aterradora. Todo ello mezclado con la impotencia de saber que no se moverá un dedo desde la Unión Europea, más allá de decidir nuevos paquetes de sanciones económicas y el envió de armas y ayuda humanitaria.

Lo inimaginable está pasando y estamos siendo espectadores de excepción de los acontecimientos.

Todo ello ha provocado que para el artículo de hoy recupere un título bastante especial y que no hace mucho volví a releer, una de tantas historias que nos habla de guerras no tan lejanas en el tiempo; guerras que están llenas de miles de microhistorias que ocuparon también en las noticias matinales un pequeño titular.

Los leones de Bagdad

Con este título, Los leones de Bagdad, algunos podrían pensar que el cómic hace referencia a algún acontecimiento de tiempos remotos y a gestas caballerescas… Pero vais a descubrir que no es así.

Esta obra, autoconclusiva y planteada como una fábula dirigida a personas adultas, nos traslada al mes de abril de 2003, donde una manada de leones se escapó del zoológico de Bagdad durante un bombardeo del ejército estadounidense. Hecho que ocurrió realmente.

Los cuatro leones -perdidos, confusos y hambrientos, pero al fin libres- vagaron por las diezmadas calles de Bagdad en una lucha desesperada por sobrevivir.

Esta historia está inspirada en hechos reales, en la que el galardonado guionista Brian K. Vaughan (Y, el último hombre, Saga) y el dibujante y también colorista Niko Henrichon (Noé, Doctor Extraño) nos abrieron una ventana única para descubrir cómo es vivir en tiempos de guerra y cuál es el precio de la supervivencia, en una original y asombrosa historia sobre la Guerra de Irak.

En su momento, cuando elegí leer este cómic, lo hice ya que Brian K. Vaughan me parecía una garantía segura de buena lectura. Aunque también había visto críticas previas aparecidas en diferentes medios que hablaban bastante bien del título que se publicó en 2006.

Esta manada de leones de la cual desconocemos exactamente el número real que la conformaba. Se dedicaron a vagar por las calles de la destruida ciudad de Bagdad durante varios días.

Los protagonistas de la historia serán estos animales que servirán a los autores para poder hacer una reflexión sobre la guerra a través de sus ojos. Aunque no serán los únicos animales que veremos a lo largo de sus páginas, ya que durante el periplo se cruzaran con otras especies: cebras, monos, tortugas, osos;…forman parte de la fauna del zoo y de la ciudad de Bagdad en ese momento.

La verdad es que la elección de este título fue todo un acierto. Aunque su lectura, tal y como os podéis imaginar, es bastante dura y puede producirnos tristeza. Tristeza tal y como estamos sintiendo hoy en día con la guerra de Ucrania. No siempre las lecturas que elegimos tienen que ser entretenidas, en muchos casos debe removernos del asiento y dejarnos un sentimiento raro en el estómago al finalizarla.

En esta historia los animales representan y reflejan a la población (niños, familias) que se ven involucrados en estos conflictos de la noche a la mañana sin saber incluso el motivo por el que se está produciendo la catástrofe. En el cómic no hay buenos ni malos, solamente las consecuencias y horrores que produce una guerra.

Aviso que en esta obra, como si fuera una película de dibujos animados, los animales hablan manteniendo conversaciones con una gran carga de profundidad. Merece la pena releer algunas de los diálogos que encontramos.

Cada uno de los personajes de la manada mostrará diferentes posiciones ante lo que les está aconteciendo. La manada o protagonistas de la fábula están conformados por dos leonas, un león adulto y un pequeño cachorro. Un curioso y representativo grupo de refugiados como los que cada día nos aparecen en televisión.

Los autores utilizan con maestría el mundo de estos animales para representar conceptos. Por ejemplo, el zoológico se convierte en una metáfora para hacer un paralelismo con la dictadura que se estaba viviendo en el Irak de Sadam Husein. Los adultos de la manada habían vivido parte de sus años en libertad y acabaron en el zoo por diferentes circunstancias, lo cual hace que algunos ansíen volver a recuperar la libertad. En cambio el cachorro, que había nacido en la cautividad del zoo, desconoce absolutamente lo que significa el concepto “libertad”.

Interesante también el papel del león adulto. Refleja el papel de la persona pragmática que se adapta a lo que va ocurriendo. Intentando, ante todo, que la manada sobreviva. Jugando un papel fundamental a lo largo de la historia y levantando en el lector muy distintos sentimientos

Todo ello en el escenario trágico de la Guerra de Irak y salpicado de elementos históricos reales. Ideal para reflexionar, ahora que estamos viviendo desde la lejanía y a través de nuestros televisores cosas como las que el cómic nos cuenta.

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1 comentario

  1. Dice ser pantherk

    El título original es «Pride of Baghdad», con un juego de palabras que se pierde en la traducción. Pride significa manada pero también orgullo.

    07 abril 2022 | 11:59

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