Por Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook, Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.
Esta semana os voy hablar de uno de los cómics históricos que mejor ha reflejado uno de los acontecimientos o guerras más conocidas del mundo antiguo. Se me ocurrió que era un buen momento para hablar de este título ya que no hace mucho tiempo nuestro amigo David Yagüe avisó en este mismo periódico que la nueva trilogía o saga de Santiago Posteguillo tendría como protagonista a Julio César.
Yo empecé a leer estas aventuras en los años 90 que es cuando apareció su primer álbum. Concretamente en 1991 hacia aparición el primer Vae Victis! de la colección que se extendería hasta 15 álbumes y concluiría en 2006. Quince años que nos contarían con detalle la archinombrada Guerra de las Galias (58 a.C. al 51 a.C.) pero de la que me consta que realmente la gente conoce poco. Me he ido dando cuenta de esta circunstancia con el tiempo, aunque es verdad que este episodio no pertenece a nuestra historia cercana o que se estudiase en los libros de texto.
Los encargados de esta serie fueron el guionista francés Simon Rocca y su también paisano y dibujante Jean-Yves Mitton. Ambos han sido los responsables de la realización de muchas series con un alto contenido histórico a lo largo de sus vidas. Quizá una de las más conocidas y de la que hablamos algo hace tiempo fue Zoulouland, que jamás ha aparecido en España y que sigo reclamando siempre que puedo. Me estoy planteando incluso hacer un seguimiento a la serie en artículos a pesar de que no esté disponible en castellano. También podríamos nombrar otras colecciones como Crónicas Bárbaras o Supervivientes del Atlántico (ambas publicadas por Yermo ediciones).
A pesar de los años, esta serie que cuenta con un dibujo bastante clásico muy adaptado a los gustos del momento, me sigue fascinando por la profundidad y rigor en muchos de sus apartados. Por ello creo que puede ser un interesante descubrimiento para los seguidores de nuestros artículos.
Para iniciar el camino empezaremos descubriendo sus tres primeros números que aparecieron entre 1991 y 1992
Vae Victis!
Lo primero y más importante antes de empezar a hablar del cómic es explicar su muy acertado título. La expresión latina “Vae Victis” que encabeza la historia es una expresión que significa «Ay de los vencidos». Según Tito Livio fue un jefe galo llamado Breno que había sitiado la ciudad de Roma en el 390 a.C. el que la hizo pasar a la historia.
Breno accedió a negociar la rendición con los romanos y pidió para acabar con el sitio un rescate equivalente a mil libras romanas de oro que equivaldrían actualmente a unos 372 kilos.
Cuando los romanos percibieron que los galos habían amañado la balanza en que se pesaba el oro que habían entregado, se quejaron a Breno, quien se limitó a arrojar su espada para añadirla al peso de la balanza mientras decía «Væ victis!». La cita sobrevive hasta nuestros días, usándose para hacer notar la impotencia del vencido ante el vencedor.
Como curiosidad que aclara el propio álbum decir que Brenn es un vocablo celta que significa «jefe». Quién existió realmente fue un rey de la tribu de los Biturigenes y de los senones que se llamaba Ambigato y no Breno como se comenta continuamente en esta leyenda.
La historia arranca en Roma en el año 58 a.C. La ciudad está dominada por el primer triunvirato, formado por Craso, Pompeyo y Julio César que en una agitada cena conversan sobre sus planes más inmediatos y su privilegiada situación de poder.
Entre las personas que asisten a esa cena se encuentra Ámbar, una esclava de origen celta, que al escuchar los planes de Julio Cesar emprende una terrible odisea para volver a la Galia y advertir a su pueblo del peligro que se cierne sobre ellos.
Aunque Ámbar será el eje principal de la historia, junto a ella aparecerán también otros personajes que nos ayudarán a entender y comprender mucho mejor lo que ocurrió en aquel aciago conflicto. Podríamos decir que es un cómic que puede recordar en muchos casos a la lectura de una novela histórica debido a que es muy coral y no seguiremos exclusivamente los pasos de Ámbar en todo momento, incluso en largos tramos de la historia el personaje ocupará una segunda posición.
A lo largo de las tres primeras historias conoceremos a tres personajes fundamentales que compartirán aventura con la celta. Milón es un curandero etrusco, pero romano de nacimiento que ayudará a Ámbar a escapar de Roma y la seguirá hasta la Galia intentando cuidar siempre de ella.
También tendremos al guerrero galo Cloudar. Enamorado de Ámbar, es un guerrero temible por su fuerza física y su resistencia impresionante, pero no es muy inteligente y se deja llevar fácilmente. Lo veremos continuamente desparramando la sangre de sus enemigos.
Por último, aparecerá el ambicioso y guapo ladrón Garak «El tuerto» que jugará un papel bastante importante en este primer ciclo. Dirige una banda de maleantes que se dedica a robar a los viajeros que viajan a través de las montañas.
Todos ellos se mezclarán y convivirán con personajes como Craso, Julio César y Diviciaco entre otros. Produciendo una historia muy equilibrada y llena de acción e historia que nos mantendrá absortos en su lectura.
La parte de la Guerra de Las Galias que vamos a poder observar principalmente en este arranque es la famosa migración de los helvecios que dará a Julio Cesar el Casus belli que justifique su intervención en el territorio galo.
La presión a la que los helvecios estaban siendo sometidos por parte de las tribus germanas obligaría a que se produjera la migración de miles de ellos a tierras más al oeste. Para que no hubiera vuelta atrás, ellos mismos quemaron sus ciudades y pueblos de manera que solamente existiera la opción de marcharse. Para llegar a las nuevas tierras que habían negociado y pactado debían de cruzar el territorio de otras tribus que no estaban muy de acuerdo con que esta marabunta pasara por sus territorios.
Para salvaguardar la paz entre los llamados por los romanos “melenudos” y obligar a los helvecios a quedarse en su territorio original intervino Julio César con varias legiones, produciéndose una persecución implacable de este tren de refugiados y dejando por el camino grandes batallas como la de Arar o Bibracte.
Con todo lujo de detalles y explicaciones disfrutaremos de este aciago episodio del inicio de la Guerra de las Galias en las que finalmente los helvecios serán derrotados, siendo en su mayoría esclavizados y algunos supervivientes obligados a volver a sus incendiadas poblaciones que hacían frontera con los temidos germanos.
Increíble los pequeños detalles y miguitas históricas que nos van dejando los autores así como fantásticas imágenes de batalla que estoy seguro muchos de vosotros disfrutaréis.
Cascos, armaduras, equipaciones, campamentos y todo muy cuidado. Evidentemente algún fallo podemos encontrar, pero teniendo en cuenta el momento en que se realizó el cómic merece un sobresaliente.
La Guerra contra los Suevos
El tercer álbum está dedicado exclusivamente al conflicto con los mercenarios suevos que se produjo tras vencer a los helvecios.
El rey suevo Ariovisto decidió que las circunstancias eran buenas para poder quedarse en las tierras de los arvernos y saquearlas. De manera que César se verá obligado a actuar para proteger a la tribu aliada de los arvernos.
Negociaciones y batallas se sucederán en esta última historia en la que Ámbar necesitará ser rescatada por sus aliados y también por un Julio César que se siente cada vez más atraído por la protagonista.
Actualmente todo lo que os he contado se encuentra recopilado en el volumen integral nº1 de Vae Victis! que salió publicado por Yermo Editores no hace muchos años. Actualmente se puede conseguir con facilidad.
Si os gustan las películas o novelas de romanos, esta aventura seguro que os va a encantar.
Más adelante comentaremos los 3 siguientes números de las aventuras de Ámbar y sus amigos.
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El erotismo forma parte fundamental e indivisible de la verdadera Historia humana.
Eliminar el erotismo de las páginas de los libros de Historia es como edulcorar con vinagre para eliminar o camuflar sus tremendos aromas. Tanto es así que a esta cultura neotecnológica que choca con los preceptos morales de medios de comunicación de masas aún anclados al tapamiento de las cosas, se la tendrá como u-an de las más estúpidas en lo referente a la relación de sus ciudadanos con su propia realidad natural.
Y una cultura ridícula, empobrecida con el uso de tabúes, prejuicios e imaginerías insostenibles desde el punto de vista racional, no puede ejercer juicio de valor remarcable para con otras épocas o sus propios momentos vitales, porque se encuentra en el limbo de la censura, del histerismo, del poco valor en su juicio arcaico, trasnochado y moralista.
No es de extrañar que dentro de una década se tenga la cultura del instagram y su tapamiento del pezón femenino como una gran aberración contra la naturaleza humana, femenina en este caso, que levanta muros contra una cultura educacional más amante de la natura, menos atrapada por vergüenza y tabú y más libertaria y justa.
Parece una tontería, pero lo que está sufriendo el Arte y la cultura, la feminidad en general, en este mundo digital neófito, es aberrante, ridículo y nocivo para quien se deje llevar por tales doctrinas.
19 enero 2022 | 20:09