Harriet Ediciones, una aventura de cómic europeo e histórico en castellano y euskera: «El mercado franco-belga es enorme comparado con el español»

Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook,  Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.

Hace unas semanas sondeando las redes en busca de novedades editoriales de cómic histórico descubrí una editorial de la que sinceramente no tenía conocimiento. El cómic que me llevo hasta ella fue el que mencionamos en las novedades de febrero de Los Dragones de la Frontera. Título que ya anunciamos que acabaría saliendo en España de mano de la editorial Harriet ediciones.

Nada más conocer su existencia me puse en contacto con ellos para intentar recabar información. La persona que de manera veloz me atendió inmediatamente fue su editor y guionista de algunas de las obras publicadas por el propio sello editorial Gregorio Muro Harriet.

Como comentan en su propia web desde 2015 son editorial especializada en la publicación de cómics y novelas gráficas de estilo principalmente europeo. Entre los principales objetivos de la editorial figura la publicación, tanto en español como en euskera, de nuevos valores del cómic nacional y del cómic internacional.

Pretenden crear un selecto catálogo de cómic dirigido a un público tanto infantil como adulto, con un criterio basado principalmente en la originalidad y la fuerza de las historias, sin descuidar en ningún momento la calidad tanto de sus propuestas gráficas como de las puestas en escena.

Os aseguro que al ver en algunas portadas el apellido Harriet no pensé que sería un autor español el que firmaba los guiones. Una vez entablada la conversación la cosa torno en un interesante intercambio de preguntas y respuestas que pensé que merecían reflejarse en uno de nuestros artículos.

He de decir que en mi primera conversación me sorprendieron dos cosas. La primera es que el propio autor, aun teniendo una larga trayectoria vinculada al cómic, se considera para los lectores nacionales bastante desconocido. En segundo lugar, me dejó conmocionado el altísimo volumen de cómics en euskera que venden. Más ejemplares que en castellano.

En su catálogo podemos encontrar obras como Hélice sobre la I Guerra Mundial, Justin Iriart sobre un ballenero a principios del siglo XVII o Vergüenza y olvido que nos sitúa en la Guerra de Filipinas entre muchas otras.

Gregorio Muro Harriet

Gregorio es autor de cómics, autor literario, guionista y director de cine y TV. Empezó en la revista Ipurbeltz de la editorial Erein. También ha trabajado para editoriales francesas como Dargaud, Glenat o Humanoides Associes.

 

¿A qué crees que se debe que no se te conozca tanto en España?

Principalmente a que hasta ahora mi obra apenas habían sido publicadas en español.

Comencé a trabajar como autor de cómic en 1978 en una revista de cómic en euskera. En mayo de 1981, junto con el dibujante Francisco Fructuoso con el que ya colaboraba, nos fuimos al Primer Salón del Cómic de Barcelona, con la esperanza de dar el salto al cómic nacional, pero ninguna editorial mostró interés por nuestro trabajo. Sin embargo, en aquel salón conocimos a la editorial francesa Glénat, y vimos el tipo de material que buscaba. Así que decidimos preparar una obra en formato álbum, (Justin Hiriart) y con ella a medias y la portada, nos fuimos al festival de Angouleme de 1982, y ¡Bingo!

A partir de entonces seguimos publicando primero en euskera y después en Francia y otros países europeos, y tan solo unos pocos álbumes se publicaron en español, concretamente en la editorial Ttarttalo, y en la revista Comix Internacional.

En esa época la promoción de obras y autores las hacían las editoriales, y obviamente al no publicar en editoriales españolas no se nos dio a conocer.

Tampoco lo hicieron los pocos periodistas y críticos que se movían en el mundillo en aquella época, a pesar de que nos conocían perfectamente, pues solíamos vernos en salones y festivales. Desconozco sus razones.

¿Por qué decide embarcarse en una editorial?

Realmente fue algo casual, y progresivo. Como se suele decir, una cosa llevo a la otra.

En 1994 yo deje el cómic para dedicarme exclusivamente al audiovisual. De repente en 2012, Glénat se pone en contacto conmigo para informarme que ha decidido publicar de nuevo, en formato integral una serie que había realizado en los 80 con el dibujante José Manuel Mata: La Sueur du Soleil. La versión en castellano de este integral, Sudor de Sol, fue publicada poco después por Ponent Mon.

A consecuencia de esto visité algunos salones y festivales de cómic, y me encontré con muchos aficionados que se acordaban de mis publicaciones en los 80, así que animado, propuse a Francisco Fructuoso, ofrecer a Ponent Mon la posibilidad de publicar la serie Justin Hiriart en un integral. Pero Fructuoso no quería publicar con ninguna editorial, y me convenció para intentar hacer una autoedición, financiada por crowdfunding. Pero era un proyecto caro y no llegó a financiarse.

Para realizar el crowdfunding me vi obligado a investigar como editar e imprimir un libro, me enteré de sus costes, forma de distribución y retornos, comprobando que, comparado con la producción audiovisual en la que llevaba años trabajando era un trabajo relativamente sencillo, así que me lancé… Cometiendo, eso sí, algunos errores por el camino, pero aquí seguimos.

¿Publicar en euskera y en castellano al mismo tiempo no es una tarea arriesgada?

No más que publicar solo en español.

Cuando pensé en serio en la editorial, tenía muy claro que quería publicar en euskera, pues, gracias a una publicación en euskera empecé a publicar, y a desarrollar mi creatividad. Si no, estoy seguro de que nunca hubiese sido un autor de cómic.

Evidentemente también quería publicar en castellano, sobre todo para publicar esa parte de mi obra que había quedado inédita en la lengua que había sido escrita.

Al vivir en un territorio bilingüe, otro de mis objetivos fue el editar los libros simultáneamente en ambas lenguas, para que los lectores bilingües, tuviesen la opción de escoger libremente la lengua en la que les apetecía tener y leer la obra.

Después descubrí que el publicar en las dos lenguas a la vez tenía la ventaja de sumar las tiradas, y obtener de las imprentas mejores precios por unidad.

Algunas de las obras que publica la editorial son tuyas y del mercado franco-belga. Entiendo que, al ser tu mismo el autor, tus facilidades de negociación por los derechos de las mismas tendrás. ¿No?

No es que sea una facilidad en la negociación de compra de derechos. Es una condición que pongo yo. Si no están dispuestos a aceptarla yo no trabajo para ellos, así de sencillo. Teniendo editorial propia, seria absurdo que mis propias obras como autora las publicase otra editorial de la competencia. Por lo tanto, en realidad es una dificultad a la hora de venderles un proyecto, porque a priori se ven obligados a aceptar una condición que no les impone ningún otro autor.

¿Cómo le vendes a los editores franceses que publiquen obras en su mercado vinculadas con la historia de España?

Las buenas historias son buenas historias. ¿Acaso no leemos nosotros todo tipo de historias ambientadas en países y culturas diferentes a la nuestra? Para mi, porque soy curioso por naturaleza, eso es una ventaja. Me gusta saber cómo viven o vivían otras personas en otros países y culturas.

Por lo tanto, planteo los proyectos como historias universales, con componentes emocionales propios de cualquier ser humano, y después las ambiento en un entorno conocido para mi, para definir con mayor precisión los detalles y evitar caer en tópicos y estereotipos, y además les ofrezco algo diferente, novedoso y original, dentro de su saturado mercado.

No obstante, eso no quiere decir que no haya recibido respuestas como la que te copio a continuación, y de la que elimino el nombre del editor, porque no viene al caso.

Gracias por esperar , pero no vamos a dar curso al proyecto. …………. encontramos cualidades positivas  al proyecto, pero no estamos lo suficientemente convencidos todavía (dudamos sobre todo del interés de un tema español para un público francés). Hemos hablado mucho de esto, pero cuando tenemos demasiadas dudas, la balanza se inclina hacia el no, por desgracia.

Una de las cosas que sueles pedir a las editoriales con las que trabajas, es trabajar con dibujantes españoles. ¿Es así?

Yo no pido a las editoriales trabajar con un dibujante determinado. Les ofrezco un proyecto concreto con un dibujante concreto. En el dosier que les envió, les hablo de la historia, del contexto, de la idea, les envío mas un argumento que una sinopsis, lo adorno con imágenes (cuadros, ilustraciones y fotos) que definan la época en la que se desarrolla y el potencial visual del proyecto y, añado algunas páginas de muestra realizadas por el dibujante que se ha sumado al proyecto. Evidentemente los dibujantes que propongo son cercanos y conocidos, y por supuesto con una gran calidad gráfica para que sean aceptados en un mercado tan competitivo como el franco-belga.

¿Qué diferencias importantes ves entre el mercado del cómic franco-belga y el español?

La principal diferencia es el tamaño. El mercado franco-belga es enorme comparado con el nuestro. Principalmente porque históricamente, esta disciplina artística ha tenido mucho mas prestigio que en España, y por lo tanto tiene muchos más seguidores y aficionados, que compran muchísimos cómics o BD, y como hay un gran consumo, los editores responden con una gran oferta.

Recuerdo algo anecdótico que me comentaron en Bruselas y define perfectamente esta gran afición. Según me dijeron, cuando alguien muere en Bélgica, una de las mayores discusiones que surgen entre los familiares del fallecido es por saber quien se queda con la colección de cómics.

¿Qué próximas novedades de cómic histórico podemos esperar por parte de Harriet Ediciones?

Harriet Ediciones, como editorial no está especializada en el cómic histórico. Hemos editados cómics de todos los géneros, entre ellos el histórico, sobre todo porque como autor sí que me gusta el cómic histórico, o mejor dicho el cómic de ambientación histórica, porque a mí me gusta fabular sobre los hechos, y siempre abordo los temas desde la ficción.

Y ese es precisamente el caso del principal cómic de ambientación histórica que tengo intención de publicar este año, que comparto autoría con el magnífico dibujante madrileño Iván Gil: Dragones de Frontera. Un proto western, que relata las acciones de un grupo de Dragones de Cuera, en el norte de Nueva España a finales del siglo XVIII. Y en el que aparece un personaje histórico llamado Juan Bautista de Anza. Hijo del también llamado Juan Bautista de Anza (el viejo) que murió a manos de los apaches, y que nació a 50 metros de donde viví mis primeros años de vida, en la Nagusia Kalea (Calle Mayor) de la localidad guipuzcoana de Hernani.

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