Miguel Ruiz Montañez: «Los mil enigmas que siempre han sobrevolado la figura de Colón han forjado un personaje histórico fascinante»

Esperaba el escritor malagueño Miguel Ruiz Montáñez un entorno difícil para su segundo thriller sobre la figura de Cristóbal Colón, La sangre de Colón (HarperCollins Ibérica, 2020): la pandemia, la crisis que espera tras ella… Y sin embargo, su novela ha despertado el interés público, después de que la figura de Colón se haya visto inmersa en las protestas y debates secundarios nacidos de las protestas raciales originadas por la muerte a manos de la Policía de George Floyd.

Y es que esta novela, un thriller contemporáneo muy impregnado de historia, arranca con un atentado contra la estatua de Colón en Columbus Circle, en Nueva York. Muy apropiado para los tiempos que corren, y para el protagonista de la novela, Álvaro, un archivero e historiador experto en Colón, divorciado de una marquesa a la que trata de recuperar paseándose por los platós de la prensa rosa. Este curioso personaje encuentra el que puede ser el único retrato del Almirante (su rostro real se desconoce) y ahí comienza una investigación a ambos lados del Atlántico que a los lectores les va a sonar muy actual.

La actualidad se ha puesto de su parte… ¿se esperaba lanzar esta novela en medio de una nueva campaña de derribos de estatuas de Colón en EE UU y con el debate en España?

Reconozco la enorme suerte que he tenido, porque mi novela entra en un asunto internacional que llena telediarios y periódicos. Terminé la obra el año pasado, luego vino el estado de alarma, y la editorial HarperCollins decidió lanzarla a comienzos de junio. Esperaba un entorno difícil, pero me he encontrado con viento a favor.

¿Cómo cree que se ha pasado de una protesta contra el racismo y los abusos policiales a un ataque a diversos personajes de la historia?

Se trata de una empanada ideológica e histórica monumental. El asunto de Colón en Estados Unidos venía de lejos, porque una asociación indigenista había realizado múltiples ataques al descubridor alegando que las razas nativo americanas fueron apartadas. Y cuando se produce el asunto de George Floyd, de pronto, se cuestionan contra todos los símbolos. Pero Cristóbal Colón jamás pisó suelo norteamericano, y tampoco fue esclavista. Por tanto, es una injusticia que se retiren violentamente sus estatuas.

¿Cómo valora que algunos cargos públicos en España estén de acuerdo con eliminar estatuas de Colón?

Creo que en España el asunto toma tintes incluso peores. Aquí deberíamos conocer nuestra historia, Colón es parte de la mejor época de nuestro país, llevó la cultura hispana a un nuevo continente, realizó una gesta sin precedentes. Y ahora, se le quiere declarar antihéroe de la conquista con calificativos despreciables, como genocida. Es penoso que dirigentes políticos, que deben tener una sólida formación, hagan este tipo de acusaciones.

[FIRMA INVITADA | Colón: ficción, realidad y estatuas derribadas, por Miguel Ruiz Montañez]

Quizá todos los enigmas que rodean a su figura, como el que no haya ningún retrato, todo lo que falta por saber de él, como relata en la novela, no ayude precisamente a la figura del navegante…

Hasta ahora era lo contrario. Los mil enigmas que siempre han sobrevolado la figura de Colón han forjado un personaje histórico fascinante. Es cierto que el almirante se encargó en vida de ocultar su origen. Ni tan siquiera sus hijos sabían de dónde procedía su padre, y eso, junto al resto de misterios sobre el proyecto descubridor, hace que los historiadores busquen sin parar. Y para colmo, tampoco sabemos dónde está enterrado, si en Santo Domingo, Sevilla o incluso ambos lugares al mismo tiempo.

¿Por qué se debería mantener la memoria de Colón?

Se mire como se mire, el descubrimiento de América fue un hecho sin precedentes. Una vez que Colón pisó esas tierras, metió de lleno a ese continente en la cultura europea, le hizo dar un salto de cientos de años, tal vez miles. De hecho, después de Jesucristo y Buda, Colón es el personaje histórico que tiene más estatuas en su favor a lo largo y ancho de la tierra.

Usted conoce bien América, ¿debería ser igual la memoria de Colón en los dos lados del Atlántico?

Se le debe recordar como lo que fue, un hombre brillante, con una increíble idea que supo llevar hasta el final. Más allá de interpretaciones erróneas, es imposible no ver su gran gesta.

Genovés, mallorquín, portugués, catalán… ¿De dónde era Colón? ¿Tiene alguna hipótesis favorita?

Jajaja… hay que leer mi novela.

¿Colón descubrió América… o hay que buscar otra palabra?

Por supuesto, esas tierras no estaban ni dibujadas ni referenciadas. Existían, por supuesto, pero eran desconocidas para la mayor civilización del mundo: Europa. Cuando por ejemplo decimos que hemos descubierto una nueva especie marina en el fondo del océano, no es nueva, pero es lógico decir que se ha descubierto.

¿No le resulta un poco insana la relación de España con su pasado?

Absolutamente. Me parece que no valoramos lo nuestro, y es una pena, porque Colón hizo mucho por la cultura española y su despliegue en el mundo.

Imágenes de recurso del monumento el Huevo de Colón ( Nacimiento de Un Hombre Nuevo). Escultura situada en el Parque de San Jerónimo. En Sevilla (Andalucía, España) (FOTO: María José López / Europa Press)

Hay quien para huir de la Leyenda Negra se va a otra rosa o dorada… ¿el equilibrio es imposible en este asunto?

No debería ser complicado, pero es que somos muy extremistas. La Leyenda Negra fue un invento de los holandeses, que hemos llegado a creernos nosotros mismos. Es una pena que haya muchos españoles que digan que masacramos a los indios, cuando fuimos el primer Imperio en reconocer sus derechos. Y también los primeros en practicar el mestizaje.

¿Cómo valora a Colón y su legado?

Fue hombre brillante, descollante en algunos asuntos, no tanto en otros, pero su legado forma parte de la historia de la Humanidad, por muchas estatuas que quieran derribarse o pintarse de rojo.

La ficción española ha tratado poco a los Colón y a los conquistadores. Ahora parece que salen más novelas… ¿es un tema espinoso sobre el que escribir y rodar? ¿Habría que hacerlo más?

Bueno, yo he escrito con esta dos novelas sobre Colón. La primera vendió más de doscientos mil ejemplares y está traducida a doce lenguas. Y esta nueva, La Sangre de Colón, no va nada mal…

Es su segunda novela sobre Colón y segundo thriller histórico, ¿el Grial y los templarios ya están pasado de moda en el género?

Así es, tuvo su momento, pero parece que El Código Da Vinci agotó la materia.

¿Qué ventajas tiene el thriller frente a la novela histórica más clásica?

Vivimos en una sociedad con muchas posibilidades a la hora de ocupar nuestro ocio. Las series, las redes sociales, los videojuegos…. hay tanto donde elegir que en el caso de la literatura el thriller está más vivo que nunca, porque algo que no engancha, lo desechamos con rapidez.

No solo de misterios del pasado habla la novela, también manda una buena andanada a la prensa rosa y la televisión…

La Sangre de Colón no es una novela histórica, es una novela actual, repleta de misterios, intrigas y aventuras, y además, con crítica social a la realidad de América quinientos años después de la conquista. La prensa rosa se lleva un buen repaso, porque el personaje principal es un señorito andaluz que, cuando se le aparta de la nobleza, lo primero que hace es ir a contar los secretos maritales a los programas del corazón.

¿Le queda más munición para otra novela sobre el Almirante?

Colón tiene suficiente materia para una enciclopedia.

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