José Calvo Poyato: «Si el viaje de Magallanes y Elcano hubiera sido un desastre, en España lo habríamos recordado más»

José Calvo Poyato, durante la promoción de ‘La ruta infinita’ (FOTO: D.Y.)

Indudablemente, la primera vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano está siendo uno de los temas literarios del 2019 en la novela histórica nacional (y el público, por ventas, parece que está respondiendo). Aprovechar el filón del V Centenario de aquella gran aventura que cambió el mundo es un buen objetivo porque el que pelean, de momento, tres novelas.  En XX Siglos hoy entrevisto a José Calvo Poyato, autor todoterreno del género patrio que lleva unos años centrado en novelar y descubrir hechos y personajes de la historia de España de los que nos «podamos sentir orgullosos los españoles», según sus palabras. Acaba de publicar La ruta infinita (Harper Collins Ibérica, 2019), la novela donde relata la primera circunnavegación al planeta.

Esta novela, ¿llevaba tiempo pensándola o nació para aprovechar el centenario?

Fue una combinación de ambas circunstancias. Es una gesta tan importante, no solo para nuestra historia, sino para la de toda la humanidad, que había que hacer una novela en este momento. El hecho del acontecimiento me brindaba la ocasión. Yo sé que hay muchos acontecimientos históricos que no dan para una novela, pero aquí sí tenía los ingredientes necesarios.

¿No le sorprende que no haya más novelas sobre esta gran aventura?

Llama la atención, pero en España no tanto. Somos muy poco dados a realzar nuestros actos más brillantes y gloriosas: si aquel viaje hubiera acabado en un desastre absoluto, seguro que habríamos tenido novelas y películas. Somos dados al desastre, a contar lo que no nos fue bien. Nuestra historia tiene luces y sombras. Pero los momentos brillantes están ahí y no es cuestión ni de flagelarse, ni de andar con los tambores y decir que somos únicos. Hay momentos brillantes y creo que debemos ponerlos al alcance del público al que se la hace más difícil leer un ensayo. Y eso lo puede cubrir una novela, siempre que sea histórica.

[FIRMA INVITADA DE JOSÉ CALVO POYATO: La ruta infinita: el épico viaje iniciado por Magallanes y concluido por Elcano]

Empieza la novela antes del viaje, en Lisboa, con espías y saboteadores, con Magallanes y el conocimiento portugués, ¿por qué?

No podemos entender la expedición sin el marco histórico en el que se produce: la gran competencia entre Portugal y Castilla por dominar los mares. Muy pocos años antes se ha firmado el tratado de Tordesillas, en el que se reparten el mundo en dos hemisferios, uno para cada una. Creía que la novela quedaba coja si el lector no conocía la parte portuguesa. Ellos circunnavegaron África, abrieron la ruta de las especias y convirtieron Lisboa en el gran mercado de las especias. Ahí se puede entender por qué los portugueses rechazan el proyecto de Magallanes y debe irse a España. Sin esa parte, creo que costaría entender porque un portugués se puso al servicio del monarca español. Y, hombre, luego la existencia de espías, de tensiones, sabotajes, es agua bendita para un novelista.

Rivalidad entre portugueses y españoles, que también hemos visto ahora con la conmemoración…

Creo que con Portugal hay que entenderse porque somos hermanos y hay un raya que hay que separar lo más posible. Lo que pasa es que de ahí a admitir que la expedición, que sí que estuvo comandada en parte por un portugués, que la gesta de dar la primera vuelta al mundo fue una cuestión portuguesa va un trecho demasiado grande. Fue todo lo contrario, ellos trataron con todos los medios a su alcance de que no saliera adelante. Y luego hay otro detalle en el que no se repara: Magallanes no va a dar la vuelta al mundo, el va a descubrir un paso entre el Atlántico y el que llamaban Mar de Sur como nueva ruta a la Especiería. Carlos I deja muy claro en las capitulaciones de Valladolid que había que volver por el mismo sitio por el que se fue para no enfrentarse con Portugal. Y Magallanes ya ha muerto cuando Elcano y Gómez Espinosa toman la decisión de desobedecer al rey y dar la vuelta completa. La idea de la vuelta al mundo no tiene nada que ver con Portugal, ni con Magallanes, que ya había muerto. Esto es así. No puede ser de otra forma. Elcano podía pensar que el rey le podía ajustar cuentas, pero era tan grande lo que traían que Carlos I se olvidó de todo aquello.

Pero siempre se habla de Magallanes y Elcano…

No hay circunnavegación de Magallanes y Elcano. Hay circunnavegación cuando Elcano toma esa decisión a la muerte de Magallanes. No debemos tener complejos en decirlo porque así fue la historia.

Y sin embargo, en España Elcano es casi un personaje secundario…

Es como un apéndice de Magallanes y no debería. Magallanes es un gran navegante, con una gran experiencia. Él tiene información. Pero Elcano es un navegante muy experimentado también, de familia de marinos: él había participado en el transporte de tropas del Gran Capitán a Italia, alquiló su barco a la Corona, y de hecho, cuando embarca, está perseguido porque ha tenido que entregar el barco a los genoveses, porque no podía hacer frente a las deudas porque la Hacienda real no había pagado a tiempo y no pudo pagar un crédito…

FOTO: D.Y.

Las administraciones también tardaban en pagar entonces…

Sí, eso no es nuevo, tiene 500 años de antigüedad, por lo menos. Volviendo a la cuestión anterior, Elcano y Magallanes eran my distintos. Magallanes fue muy autoritario y no compartía decisiones con el resto de capitanes. Alguien le dice que la tradición de la flota castellana es que el almirante consulta a los capitanes. Él no lo hacía y generó muchas tensiones. Elcano plantea a las tripulaciones su posibilidades, y lo cuenta Pigafetta, al que no le caía bien precisamente Elcano.

Parecen como los conquistadores, con una personalidad casi empresarial…

Muchas de esas empresas se conciben como empresas con fines económicos, con accionistas En el caso de esta expedición costó 8 millones de maravedíes, un 30% lo pone un grupo de hombres de negocios burgalesas. Y ellos esperan que aquello tenga rentabilidad. Y a pesar del desastre y toda la pérdida de navíos, el clavo que trajo la Victoria sufragó todos los gastos de la expedición. ¡Cuánto valía! Era el petróleo de la época.

Ya te habías puesto en los zapatos de Jorge Juan, ¿cómo ha sido hacerlo con Elcano?

De Elcano sabemos algo más que de Magallanes. Nos dejó varias cartas. Es un hombre de fe religiosa, lo que no quitaba que tuviera una vida muy profana, con hijos ilegítimos. Me he medito en la piel de un marino vasco, poco hablador, capaz de tomar decisiones importantes, no ponerse nervioso, ve más allá…  Él decide después de escuchar a la tripulación, volver lejos de la costa lo que suponía hambre y penalidades, porque sabían qué grande era lo que estaban haciendo. Les permitió conocer el tamaño real de la tierra. Ellos pensaban que el Pacífico era pequeño, pero se encontraron con un mar infinito. La ruta infinita, como me dijo Santiago Posteguillo, que hablando de esto, me dio el título del libro. Él bautizó la novela. Se dieron cuenta del verdadero tamaño de la tierra. Ya tienen idea de cómo es el mundo, los continentes, los océanos… les faltaba Australia pero tenía una idea clara de cómo era el planeta, idea solo 30 años antes era impensable.

Te decía antes lo de la fe… Lo primero que hace Elcano cuando llega a Sevilla, con un barco que no puede navegar, remolcado…  Pide cirios y con los 17 que le quedan, van a ponérselas a una virgen en la iglesia. Eso te da la idea de cómo vivían y sentían. Tenía una fe férrea y creía, y era un hombre de mar y vuelve a morir al Pacífico. A pesar de que tenía hijos ilégitimos, que hizo falsas promesas de matrimonio…, era un hombre de fe real.

Esta vuelta al mundo creo que la primera globalización de la historia ibérica… y aquí no se valora demasiado.

No lo hemos valorado ni nosotros ni los portugueses, que han considerado, hasta ahora que les ha interesado, a Magallanes como un traidor. Con la tecnología de aquel siglo fue comparable de la llegada la Luna. Hombre, ahora algo se está haciendo, la exposición en el Museo Naval que se titula Fuimos los primeros. Que es un mensaje a los ingleses que hasta hace no mucho decían que el primero fue Drake.

Aún así en España se sigue pensando que la gran potencia marina de la historia es Inglaterra…

Cuando los españoles hemos hecho tantas o más gestas marineras. Lo nuestro está hoy. Pero lo que te decía antes, somos más dados en recrearnos en lo más oscuro. Somos dramáticos, llevamos dentro el sentimiento trágico del que hablaba Unamuno.

¿Qué aporta el novelista a algo tan grande?

¿Cuál es una de las obras referentes sobre esta gesta? La de Stefan Zweig, cuyo personaje es el esclavo de Magallanes, que me parece siniestro… Y yo lo he puesto en su sitio, porque mi opinión sobre él es de diametralmente opuesta a la de Zweig. La novela debe hacerla asequible a un lector que no sea un conocedor profundo del momento histórico. Eso debe ser una de las aportaciones de las novelas. Además, lo de escribir una novela histórica no es nada fácil: alguien que sabe un poco de historia sabe el final, porque los hechos no se cambian. ¡Imagínate eso en las novelas negras! Pues aquí hay que saber mantener la tensión y el interés del lector aun sabiendo el final. Y eso, te aseguro que no es fácil. La novela pretende algo más que dar datos, debe mantener la atención y que los datos se vayan posando en el lector casi sin darse cuenta.

Es uno de los grandes del género nacional, con una larga trayectoria, ¿dónde situaría esta obra?

He escrito novelas históricas que no tienen que ver con la historia de España, pero tengo tres o cuatro, la mayoría de las últimas, que tienen como objetivo descubrir grandes personajes: Jorge Juan, el Gran Capitán, Elcano… Son a estas a las que me han llevado mi trayectoria como escritor. Ahora trato de buscar a grandes protagonistas de nuestra historia de los que debemos sentirnos orgullosos. Que son los que pueden unirnos en unos momentos tan fragmentarios como los actuales. No digo que haya que renunciar a las singularidades de cada región, porque eso es riqueza, pero estas cosas nos unen como gente y como españoles. Elcano no es de izquierdas y derechas, es de todos. Como Jorge Juan, el Gran Capitán… todos estaban al servicio de una idea común: eran vascos, valencianos, andaluces… Aunque  bueno, hablando de Elcano seguro que alguno dice que fueron mercaderes catalanes los que llegaron a las especias antes que él.

Bueno, esas ideas dicen poco de quienes las enuncian…

Sí, pero lo hacen con el dinero de todos. A mí, que alguien diga locuras me parece muy bien, pero con su dinero, no con el de todos.

Con esta idea, los novelistas están cogiendo una tarea que igual debería ser de profesores, historiadores…

Sí, la de buscar una historia asequible. El gran problema de la historiografía española, que tiene grandes trabajos de investigación, es que se ha olvidado de que hay mucha gente a la que le gusta la historia y no son académicos. Los ingleses eso lo han hecho muy bien, pero creo que en España ese lugar lo ha ocupado la novela histórica. Si aquí se hubieran hecho grandes obras de divulgación, quizá no habría habido tanto espacio para los novelistas. La prueba es que la novela histórica no está de moda, es que lleva muchísimo tiempo de moda. Hoy ya pocos leen la novela social de los 70 o realismo mágico, y la novela histórica actual despunta desde los ochenta con Bomarzo o El nombre de la Rosa. Y ¿por qué pervive 40 años después? Porque los historiadores no hemos sabido dar respuesta a esa demanda en la forma en la que el gran público demandaba.

Puedes seguirme en FacebookTwitter y Goodreads.

Si te ha gustado esta entrada, quizá te interese…

1 comentario

  1. Quiere vender su libro.

    30 octubre 2019 | 10:24

Los comentarios están cerrados.