Elia Barceló: «Los españoles estamos gestionando muy mal nuestro pasado»

La escritora Elia Barceló (FOTO DE PAU SANCLEMENTE)

¿Otra novela sobre la Guerra Civil? Podría preguntarse alguien al leer la sinopsis de El color del silencio (Roca Editorial, 2017), de Elia Barceló (Elda, Alicante, 1957) cuando empieza citando julio del 36. Pero no, no lo es. La escritora ha logrado crear una sugerente y misteriosa narración con muchos elementos entre los que están, claro, la historia reciente de nuestro país, Guerra Civil y franquismo incluidos. «Es marca de fábrica intentar hacer las cosas de un modo diferente», me confiesa la autora, «veo el mundo torcido, de una manera diferente a la mayoría. A veces acierto; otras me quedo fuera de onda, pero creo que esta vez lo he logrado». Las cifras parecen darle la razón: en pocas semanas, su novela ha alcanzado la tercera edición.

El libro arranca con dos citas de Nietzsche y Cortázar ideales para el paralelismo que se establece entre la memoria histórica y los secretos familiares. «Quería ver lo que pasa en una familia cuando hay secretos que se guardan y no se hablan y en un país en el que se calla, en donde se dicen cosas como ¡Eso pasó hace mucho, para que volver a ello! Y eso, en los dos casos, nunca es bueno», explica. En la novela una mujer desde el presente, intenta desentrañar los más oscuros secretos de su familia, muy vinculada al alzamiento nacional y al historia de nuestro país.


Tengo la sensación de que los españoles estamos gestionando muy mal nuestro pasado


Barceló trabaja como profesora de Literatura Hispánica en la Universidad de Innsbruck (Austria), pero no es ajena al debate sobre la memoria histórica que vive nuestro país. Casi a la vez que salía su novela, en el Congreso español se debatía sobre la posible exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.

«Es algo muy serio», explica crítica, «y tengo la sensación de que los españoles lo estamos haciendo muy mal. Vivo en un país que fue parte del III Reich y creo que Alemania lo ha hecho bien a la hora de confesar y asumir sus crímenes». Su visión de lo que ocurre aquí es muy distinta: «Allí sería impensable que hubiera una fundación Adolph Hitler orientada a enaltecer la figura del Führer. En España tenemos la Fundación Francisco Franco que enaltece la figura del Caudillo y no pasa nada».

«Me parece increíble todo esto, que haya gente que cante el Cara al Sol en determinados lugares y circunstancias. Pero no pasa nada. Como mucho pensamos ‘están un poco para allá’, pero no pasa nada», afirma. «Ha pasado mucho, sí, pero no hemos conseguido limpiarlo».


Hacen falta muchas más novelas sobre la guerra, el franquismo, la Transición… Es importante que todas las generaciones conozcan la historia


Así que su argumento me lleva al tópico con el que arrancaba la entrevista «otra novela de la Guerra Civil…». Y no duda Barceló: «Es un tópico injusto. Hacen falta muchas más novelas sobre la guerra, el franquismo, la Transición… Es importante que todas las generaciones conozcan la historia: los jóvenes porque no la han vivido; y los mayores porque la han olvidado».

En este momento, la escritora da un giro a la conversación. «El color del silencio tiene elementos históricos, pero no es una novela histórica», explica. «Sigo a una familia desde antes de la guerra, porque quería reflexionar sobre cómo se deterioran algunos ideales y algunas familias. Uno de mis personajes es un franquista que cree realmente que está haciendo algo bueno…».

¿Un idealista equivocado? pregunto. «Tengo muy claro que ni en las izquierdas eran todos muy buenos ni en las derechas todos malos. Había gente íntegra y honrada en los dos bandos; y gente que ni siquiera sabía en qué bando estaba, le tocó y se tuvo que fastidiar», explica y apostilla que literariamente «es bonito cuando una novela te permite ver el mundo con ojos distintos a los tuyos».


Hay muchos escritores hombres que piensan que ellos escriben cosas fundamentales para la humanidad mientras las mujeres nos dedicamos a entretener a otras mujeres


No sólo críticas con la historia y su manera de abordarla son esta novela y su autora. El machismo y el papel de la mujer también tienen un papel fundamental. «No sólo existe en España, el machismo está en todas partes«, aclara, «para la novela investigué, por ejemplo, sobre el mundo del arte: miras a los pintores y las pintoras más importantes del mundo, ellas cobra un 40% de media menos y nadie alucina».

Debe ser parecido al mundo editorial y literario, pregunto. «Cuando era jovencita, pensaba que estábamos ya cerca de la igualdad, pero no», protesta, «y estoy un poco hasta las narices de que tengamos que estar siempre luchando«. Y enumera las cuitas: «Ves un suplemento cultural: 80% de reseñas de libros escritos por hombres, aunque los libros más vendidos, últimamente, son de mujeres. ¿Los libros del año? Ocho hombres y uno de una mujer, muerta hace mucho y preferiblemente rusa».

«Hay muchos escritores hombres que piensan que ellos escriben cosas fundamentales para la humanidad mientras las mujeres nos dedicamos a entretener a otras mujeres», asegura con un tono contundente, pero no exento de sentido del humor.

«Mi personaje, Elena, de tanto luchar se convierte en una mujer de armas tomar y en un bicho», asegura volviendo a la novela. ¿Hay algo de ti en ella? «Muy poquito, a veces me gustaría ser igual de bruta, pero a mi me educaron para ser buena chica. He volcado algunos anhelos que vi en la juventud de mi generación, pero en realidad no nos parecemos salvo en que ella pinta y yo escribo».


Escribo para lectores inteligentes, que se tienen que ganar las cosas y no quedarse en la poltrona


Como su novela, viajera y llena de escenarios, damos un salto hasta la presencia potente de Marruecos en su novela. «Siempre quise ir allí, pero hasta que mi hermana no vivió allí durante cinco años no pude», rememora. «Conocía Rabat y me gustaba. Cuando empecé a pensar la novela pensé primero en Marrakech, tan evocadora pero sin lógica histórica para la novela, o Casablanca… pero amaba tanto Rabat que aposté por ella y me inventé la Mora (la finca familiar de la familia protagonista, los Guerrero Santacruz) y su maravilloso jardín».

Uno de los misterios más interesantes de esta novela arranca la noche del 20 de julio de 1969, con un asesinato mientras el hombre pisa por primera vez la Luna. «Era un momento muy adecuado», analiza su propia cocina literaria, «cuando la humanidad avanzaba hacia el futuro, Alicia se quedaba sin él». No puede obviar el componente personal de esa fecha «mágica» para esta reconocida, hasta ahora, autora de literatura fantástica y ciencia ficción: «Mi padre era muy aficionado a la astronomía y la ciencia ficción y me estimuló el amor por la conquista del espacio. Aquella noche nos quedamos los dos viendo la televisión mientras mi familia se acostaba. Recuerdo con toda claridad que el alunizaje fue a las tres de la madrugada».

Barceló, que asegura no comprender a los escritores que dicen «sufrir» al escribir porque ella disfruta, expone su necesidad de «lector cómplice», como decía Cortázar: «Escribo para lectores inteligentes, que se tienen que ganar las cosas y no quedarse en la poltrona. Yo doy cosas y ellos tienen que poner de su parte».

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7 comentarios

  1. Dice ser chencho

    Vivimos en un pais que un dia se dividio y unos buscaron amigos en la Rusia de Stalin y otros en la Alemania de Hitler. ….Supongo que despues de todo no nos ha ido tan mal

    02 junio 2017 | 10:07

  2. Dice ser Warp

    A mi me parece que sí, es otra novela más de la Guerra Civil.

    02 junio 2017 | 12:09

  3. Dice ser Esloque Ay

    Si que es verdad que estamos enzarzados en el pasado. Pero no nos queda otra cosa ya que hemos tirado a la basura nuestro futuro

    02 junio 2017 | 12:09

  4. Dice ser Paz

    Hitler perdio. Seguro que los que lucharon contra el tampoco fueron angelitos. Quien resarce a sus victimas?
    Stalin gano. Alguien ha resarcido a los que sufrieron en el gulag?
    La Republica perdio. Algun dirigente asumido la responsabilidad de traicionar al «pueblo»?

    02 junio 2017 | 12:45

  5. Dice ser Ignotis parentibus

    No sera judía… Estamos aprendiendo de los catalanes que todavia andan por finales del siglo 16 y mediados del 17

    02 junio 2017 | 14:44

  6. Dice ser Ignotis parentibus

    Como sea tan buena historiadora como el biógrafo de lorca estamos apañaos

    02 junio 2017 | 14:46

  7. Dice ser hoy

    Pues si, otra novela sectaria de la guerra civil, no hay novedad.

    04 junio 2017 | 03:28

Los comentarios están cerrados.