Novela bélica… ¿escrita en España?

Fotograma de la película bélica ‘La cruz de hierro’.

Os comentaba en la anterior entrada que este fin de semana se celebra en el Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa se celebran las jornadas War & Peace Concentration y Bellum Histórica sobre recreación histórica y novela bélica. En ella participará el escritor Daniel Ortega, al que entrevistaba en XX Siglos hace unas semanas. Autor de novelas bélicas y gran conocedor del género, me ha parecido una firma de lujo para reivindicar a los autores clásicos de género bélico españoles, aprovechando esta cita. Que lo disfrutéis.


Novela bélica… ¿escrita en España?

Por Daniel Ortega | Escritor | @DanielOrtegaRIP

“¡A cubierto!” Sí, tal vez sea una expresión manida hasta la saciedad tanto en películas como en obras literarias de temática bélica. Pero, pese a ello, a algunos aún se nos eriza el vello cada vez que esas dos palabras se reflejan en nuestras retinas o retumban en nuestros oídos. ¿Por qué? El bélico es algo que engancha o espanta, adoras o aborreces. No hay término medio.

Quienes disfrutamos de este género hemos devorado manuales de Historia en incontables ocasiones y, en algún momento, dimos el paso a la novela bélica. La razón es simple. A veces, para disfrutar de la Historia, también es necesario dispersar la mente y verla desde otra perspectiva, como si la misma fuese contada por un narrador ajeno que nos lleva de la mano a través de esos hechos que tantas veces hemos leído en gruesos libros de Historia. Otros han recorrido el camino inverso, pasaron de la novela bélica, “picados” por unos hechos históricos y terminaron buceando en textos históricos para empaparse de fechas, nombres y datos que, en alguna ocasión, han desfilado ante sus ojos en una novela bélica.

Curioso, ¿verdad? En el género bélico a veces se aterriza, otras veces se despega rumbo a la Historia. Podría decirse que el género bélico en España ha tenido poca tradición, casi marginal podría afirmarse, pero sí, ha existido… ¡Y existe! Escritores, pocos, un reducto. Lectores, apenas un par de batallones, pero con personal fiel y dispuesto para el combate.

Ávido lector desde la infancia y entusiasta de la Historia desde la adolescencia, casi siempre he alternado la lectura de varios libros al mismo tiempo. Manuales de Historia y novelas bélicas o históricas siempre se disputan el escaso tiempo libre del que dispongo a lo largo del día. Al hacer balance según escribo estas líneas, apenas aparecen escritores patrios de novela bélica en mi memoria. No puede decirse lo mismo en el campo de los ensayos y textos divulgativos de Historia, que por suerte en España abundan plumas harto prolíficas.

Si cito el nombre de Karl Von Vereiter, seguro que estamos de acuerdo en que no suena a un auténtico nombre en “cristiano”. Ahora bien, si retiramos ese seudónimo tras el que se escondía Enrique Sánchez Pascual, la cosa cambia, ¿verdad? Enrique, o Karl, como era internacionalmente conocido, ha sido, sin duda alguna, el escritor español más prolífico en novela bélica que ha dado este país.

Su dilatada carrera profesional ha dejado títulos para el recuerdo, míticos algunos, como el caso de: Batallón disciplinario, Sangre en el Volga, Las vírgenes de Kiev, Yo huí con Martin Bormann, Objetivo: el infierno o, una de mis preferidas, Salón Kitty. Un rápido repaso a su obra nos deja, ni más ni menos, que alrededor de setenta novelas (casi todas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial), amén de guiones para la muy conocida serie de cómics Hazañas Bélicas. Sería injusto no citar en este artículo que, no sólo del género bélico se nutrió su carrera, sino que la ciencia ficción fue también otro de sus puntos fuertes.

¿Qué aporta la obra de Sánchez Pascual al género? Sin duda alguna, me atrevería a decir, que algo más que tiros y juramentos en el campo de batalla. Sus novelas no siempre están centradas en el fragor de los combates, sino que, además, van más allá. La retaguardia, el espionaje, los hospitales, los padecimientos de la población civil e incluso los burdeles dejan un poso indeleble en el lector cuando termina una de sus novelas. ¿Por qué? Porque sus textos no hablan únicamente del enfrentamiento en las trincheras, de hombres enlatados en carros de combate o de tripulaciones que surcan los cielos en bombarderos. Hay vida y muerte, amor y odio, más allá de los clichés habituales del género. Tal vez por ello, Karl von Vereiter sea mi autor preferido de novela bélica de origen español, porque supo añadir ese plus a sus textos.

No quisiera dejar en el olvido otro gran referente en mi biblioteca. Fernando Vadillo, ¿le suena de algo? Recuerdo que a la temprana edad de quince años cayó en mis manos un ejemplar de Arrabales de Leningrado. Todavía se me pone la piel de gallina al evocar lo narrado en sus páginas. ¿Un autor español que hablaba de las andanzas de los soldados de la División Azul en Rusia? No daba crédito a lo que leía. Tal vez Vadillo no haya sido tan prolífico como Sánchez Pascual, pero no albergo la menor duda al respecto; su obra no desmerece para nada la del primero.

Narrador nato, Vadillo es capaz de enganchar y hacer llegar sensaciones al lector a través de las líneas de sus libros con gran intensidad, como si la metralla nos arañase la espalda. Imborrables secuencias de acción y tensión aún permanecen en mi memoria cada vez que, frente a mi biblioteca, poso la mirada en alguno de sus textos sobre la expedición española que combatió en tierras rusas. Orillas del Voljov, Lucharon en Krasny Bor, Los irreductibles, Balada final de la División Azul, y otros tantos, me sedujeron desde muy joven para adentrarme aún más en este género tan absorbente.

Otros escritores españoles, muchos de ellos veteranos de guerra, como el caso de los dos anteriores, nos dejaron obras repletas de vivencias personales, algunas noveladas, otras a modo de crónica, donde recogían sus experiencias en el frente de un modo magistral (cuestión que daría para otro artículo, sin duda). Tal vez aquella expresión, “la realidad supera la ficción”, jamás estuvo mejor empleada.

Por ello, como escritor de novela bélica que pretende dar continuidad a este género en nuestro país, cuando me embarco en un nuevo proyecto, siempre trato de empaparme de la esencia que aún impregna los escenarios donde hubo combates, de las palabras de los veteranos y, cómo no, de la Historia. Sin ella, este género no sería posible. Cada novela, sin excepción, nos transporta a una época distinta, complicada, repleta de lo peor y de lo mejor que es capaz de mostrarnos el ser humano.

Despido este artículo con la afirmación de que no sólo de Sven Hassel (el mariscal de campo del género) vive el auténtico apasionado del bélico. Hay muchos autores por descubrir más allá del danés y de los clásicos anglosajones… ¿Se atreve a avanzar por terreno poco explorado?

*Las negritas son del bloguero, no del autor del texto.

 

1 comentario

  1. Dice ser Carlos

    Al respecto de novelas bélicas en España, leí hace poco una obra ambientada en la Primera Guerra Mundial. Se llama’Niebla en la trinchera’ y merece mucho la pena.

    21 mayo 2017 | 15:46

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