Ignacio del Valle: «Las dictaduras sobreviven por la inacción y los silencios de los gobernados»

Arturo Andrade ya es uno de esos personajes clave que los lectores tanto del género negro como los del histórico español debemos tener en cuenta. Reflejo de las dos Españas encerredas en un solo hombre, herido por las cuitas de su propio país, su continente y su tiempo. Es un gran personaje, siempre rodeado (en hasta ahora sus cuatro novelas) de una lograda ambientación. Un gran personaje, pero también un misterio para el lector. ¿Quién es Andrade? La respuesta es tan compleja como los misterios que investiga.

Tras recorrer el Madrid tras el final de la Guerra Civil (en El arte de matar dragones), el cerco de Leningrado con la División Azul (en El tiempo de los emperadores extraños), o el Berlín del los estertores del nazismo (Los demonios de Berlín, y la continuación que está escribiendo por entregas en El País Semanal), Ignacio del Valle traslada a su personaje, con 33 años y muchas heridas internas, a la Extremadura de los años 40 en Soles negros (Alfaguara, 2016). Ya reincorporado en el servicio de inteligencia del régimen franquista, le tocará afrontar un caso que mezcla los niños robados en orfanatos franquistas con los últimos maquis.

Charlo con su autor y le pregunto cuál es su intención con este personaje. «Mi intención es recorrer la Historia del siglo XX deteniéndome en episodios que no son demasiado conocidos pero que definen la esencia de nuestro país«, explica, y me sale la pregunta ¿Es la Historia de España una novela negra? «Todos los países tienen episodio de novela negra en determinados periodos», contesta y concede: «Los mecanismos de la intriga del género son ideales para contar la historia de España. Últimamente dicen que hago suspense histórico, pero si empezamos a poner etiquetas, hay treinta mil».


Los mecanismos de intriga del género negro son ideales para contar la historia de España


Le pregunto por lo cascado de su personaje, realmente jodido en esta última historia y por los misterios que alberga. «Un amigo mío me dio una definición de Andrade bastante precisa: a través de él centrifugo todas mis obsesiones, y una es la Historia en todas sus facetas. Le utilizo como médium para hablar de ellas, pero de una manera tan ilustrativa como entretenida, porque si aburro no vamos a ningún lado».

Y ¿hasta cuándo va a seguir llevándole al bueno (o malo) de Andrade por este via crucis literario? «Llegará hasta principios de los ochenta, que ya tendrá una edad senecta. También dependerá de lo que me respete a mí la biología, que tengo 45 años», responde.

Volviendo a Soles Negros, le digo que he notado bastante evolución de las dos novelas anteriores a esta. Lo policíaco pierde peso, la batalla interior del personaje, gana. El asiente. «Creo que es una cuestión de años, ahora domino unas estructuras narrativas que antes no y, sobre todo, antes me interesaba más la épica de los héroes y ahora me interesa más su intimidad«. «Mi literatura ha cogido esa dirección y creo que, quizás, en el futuro incluso llegue a desaparecer el elemento de suspense de mis historias», afirma, aunque matiza, «no lo sé, quizás».

Andrade, en esta aventura extremeña, se enfrenta a su pasado (dual, gris, cambiante), pero también a horrores presentes: el robo de niños de la guerra, el maquis… «El centro de la trama iba a ser el robo de niños; el maquis no era un objetivo, pero al estar circunscrita la historia en la Extremadura de la época había que hablar de ello», explica. «Me interesaba sobre todo el punto de vista de las mujeres ante esos dramas: la de proteger a unos hijos o maridos, a los que sabes que es imposible proteger».


Los robos de niños de los 80 eran los últimos coletazos de una práctica que se llevaba realizando durante toda la dictadura


Del Valle explica que se topó con el caso del robo de los años 80 la religosa Sor María, muy publicitado en prensa, y que de ahí empezó a investigar: «Me di cuenta que esos eran los últimos coletazos de una práctica que se llevaba realizando durante toda la dictadura».

Y así hablando de Historia, acabamos hablando sobre cómo llegamos los españoles a ella. «La Historia de España está mal explicada en los colegios. No hay punto de vista objetivo ni completo. Sólo nos fijamos en los fracasos. Y no es sólo un problema educativo sino narrativo», afirma.

Este escritor cree que los «anglosajones han vendido mejor su Historia» y rememora un episodio en el que un capitán de navío le dijo: «En Historia naval, los ingleses han ganado a los españoles en contadas ocasiones, pero parece que han ganado siempre». Y añade jocoso, «quizá el fustigamiento nacional debería acabar. Desde que ganamos a los yugoslavos en Los Ángeles 84 en baloncesto, yo ya no tengo complejos».


Creo que la literatura no debería entrar en ideologías. Es muy fácil ponerse en la piel de los republicanos; el reto es ponerse la máscara de Darth Vader


Y ante esta visión… ¿Qué debe hacer la literatura? «Creo que no debería entrar en ideologías. Comencé a escribir las historias de Andrade porque quería experimentar el bando de los malos. Era muy fácil ponerme en lado republicano: el reto era ponerse la máscara de Darth Vader. Me fastidian los clichés. Había cabrones en los dos lados». Ante eso, ¿Es posible la objetividad en la Historia? «La objetividad es imposible, pero sí podemos pedir, al menos, equidad».

Andrade es un republicano que sobrevive en un mundo fascista… ¿es esa el principal arma de las dictaduras? «Esos regímenes sobreviven por la inacción de los gobernados. Piensa en la Alemania nazi ¿cuántos de los millones de habitantes eran realmente nazis? Solo unos miles. ¿Y cómo podían controlar a millones? Es una cuestión de silencios e inacción«.

Y cómo vería ese superviviente nato el presente de España. Se ríe Del Valle: «Me preguntas por cómo lo veo yo ¿no?»  «Estamos en una época apasionante: las clases políticas tienen la oportunidad de negociar, algo que no tuvieron con las mayorías del pasado. Ahora hay que negociar, pero adquirir ese hábito llevará tiempo. En una negociación nadie gana, todos ceden. Y eso hay que aprenderlo. Como en la Historia».

¿Conocíais las historias de Arturo Andrade? ¿Habéis leído alguna?

¡Buenas lecturas!

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2 comentarios

  1. Dice ser jmarc

    Siempre lo he dicho: no es culpa tuya si tu sociedad es asi, pero el culpa de la sociadad si se queda asi. hay que ser reponsables de su propia revolucion. El pueblo tiene que ser lo suficiente maduro para ello.

    21 junio 2016 | 11:32

  2. Dice ser logo

    Las dictaduras sobreviven porque interesa a los países poderosos. USA, Rusia, UE, ETC. ETC.

    21 junio 2016 | 12:41

Los comentarios están cerrados.