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"No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras" Juan Luis Vives

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A Mónica Oltra le ‘ponen’ Tania Sánchez y Varoufakis… y el sexo entre naranjos

La vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra, sorprende ahora con una entrevista en Interviu, donde desvela diversas intimidades.

Mónica Oltra

La diputada de Compromis, Mònica Oltra, con el líder del Bloc, Enric Morera

La lideresa de Compromís está logrando una proyección mediática que la sitúan de lleno en la nueva hornada de políticos que pretenden marcar una nueva forma de hacer las cosas desde la Administración.

Con esta valiente entrevista, Mónica Oltra da un paso más en ese incremento progresivo del nivel de conocimiento a nivel español.

Asegura que el sitio más raro donde ha hecho el amor ha sido en un campo de naranjos y, pese a estar casada con un hombre, no descarta tener sexo con una mujer: «No está entre mis prioridades, pero creo que nunca se debe uno cerrar las puertas».

Mónica Oltra, que según desvela tuvo su primera experiencia sexual a los 16 años, dice que el hombre que le parece más sexy es el recientemente dimitido ministro de Finanzas griego Yannis Varoufakis.

Respecto a las mujeres, Oltra sostiene: «Uxue Barkos cuando empezó era muy guapa. Me pone esa manera fría y distante de Tania Sánchez«.

Preguntada por si prefiere el look de Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, o el de Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, responde: «Probablemente Pablo Iglesias, hablando sobre la manera de vestir y de proyectarse. Mi marido además tiene un look más parecido a Pablo, tiene coleta. La llevaba mucho antes». colau-pablo-iglesias

Es lógico que se decante por el líder de Podemos antes que por el de Ciudadanos, tanto por afinidad ideológica (centro-izquierda) como por afinidad personal. Con Pablo Iglesias mantiene una muy buena relación, han comido y cenado juntos, y el primero trató de que Oltra fuera la presidenta de la Generalitat Valenciana, con el argumento de que sumando los escaños de Compromís (19) y Podemos (13) superaban a los del socialista Ximo Puig (23). Finalmente el PSOE no cedió y Oltra tuvo que conformarse con ser vicepresidenta, y que Compromís copara otras consellerias, la presidencia de Les Corts y la alcaldía de Valencia, entre otros puestos relevantes.

¿Y qué saca Podemos de todo ese ‘sexo’ con Compromís? Pablo Iglesias está pensando en La Moncloa, y en engullir a los restos de Izquierda Unida. Por ello, el todavía eurodiputado ha ofrecido a Oltra una alianza de cara a las generales, posiblemente bajo la fórmula Podemos-Compromís. Ese eventual tándem político podría aspirar a ser la primera fuerza de la izquierda en la Comunidad Valenciana en las elecciones generales de noviembre o diciembre, superando al PSOE, e incluso aspirar a superar al Partido Popular.

Tanto Iglesias como Oltra dan por hecho que IU perderá su diputado por Valencia (actualmente representado por Ricardo Sixto) y confian en llevarse casi todos sus votos no sólo en Valencia sino también en Alicante y Castellón.

Albert Rivera

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera.

¿Y por qué a Oltra no le va tanto Albert Rivera? El líder de Ciudadanos creó Ciutadans para hacer frente a la deriva soberanista en Cataluña desde un partido de centro. Defiende la España autonómica y se opone al derecho a decidir (derecho de autodeterminación) del pueblo catalán.

Por su parte, Oltra procede de Iniciativa del Poble Valencià, un sector nacionalista que formaba parte de Izquierda Unida. Este grupo se escindió de IU y se unió al Bloc Nacionalista Valencià liderado por Enric Morera (actualmente presidente de Les Corts Valencianes), un partido que ha sido socio de CiU en algunas elecciones europeas. Y de ahí surgió Compromís, partido al que también se sumaron fuerzas minoritarias ecologistas, valencianistas… Compromís sí defiende el derecho a decidir y algunos de sus cuadros, sobre todo del Bloc, son partidarios de un acercamiento de la Comunidad Valenciana a Cataluña en todos los ámbitos (cultural, social, infraestructuras…).

Por ello, entre Albert Rivera y Mónica Oltra no hay química. Nueve concejales de Ciudadanos han apoyado gobiernos de izquierdas (en los que también estaba Compromís) en ayuntamientos valencianos y han sido expulsados.

Es lógico que a Oltra le pongan más Varoufakis y Pablo Iglesias que Rivera, partidario de entenderse más con el PP y el PSOE, si Ciudadanos no puede gobernar, y que tacha a Compromís de «partido separatista», algo que Mónica Oltra niega.

Runrún en Moncloa: casi pacto fiscal para Artur Mas si suspende el 27-S y evita la declaración de independencia

mas-rajoy En el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy, a muy alto nivel, se está extendiendo una idea reclamada desde el empresariado catalán que se está barajando seriamente en Moncloa para tratar de lograr un acuerdo con el Gobierno catalán que preside Artur Mas: una ambiciosa reforma de la financiación autonómica beneficiosa para Cataluña (cercana al pacto fiscal vasco) a cambio de que CiU se olvide de la convocatoria anticipada de elecciones prevista para el 27 de septiembre y la posterior amenaza de declaración unilateral de independencia. Ésta se daría sólo con el acuerdo de CDC, ERC y la CUP, en el hipotético caso de que alcanzaran mayoría absoluta en el Parlament, y la oposición de Ciutadans, el PSC, el PP, Podemos e ICV, y posiblemente incluso UDC, la formación de Duran i Lleida.

El acuerdo con Artur Mas, además, debería suponer también la renuncia al llamado derecho a decidir, que en el Gobierno central consideran ilegal por rebasar la Constitución, o al menos que CiU aparcara la posibilidad de celebrar referéndums inconstitucionales durante una larga temporada.

Se buscaría una solución a la británica, al estilo de la que David Cameron tiene previsto ofrecer al Gobierno autónomo de Escocia: más dinero y competencias a cambio de cohesionar el Reino Unido durante el máximo tiempo posible.

Rajoy estaría sopesando esta opción, pese a sus evidentes riesgos, para buscar una solución duradera al conflicto catalán. Al acuerdo, consideran en el Gobierno, podrían sumarse también el PSC y el PSOE (partidarios también de ofrecer a Cataluña algunas concesiones simbólicas, como aceptar el término ‘nación’ o el blindaje de competencias en materia cultural y lingüística). Duran i Lleida

El líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran i Lleida, lleva mucho tiempo trabajando en esta línea y sus reuniones y comidas con dirigentes y diputados del PP y el PSOE son relativamente frecuentes, y también con representantes del empresariado madrileño. Pero especialmente con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que siempre ha tratado de dar una imagen de búsqueda del acuerdo con el Gobierno catalán, como le ha sugerido el propio Duran, convencido éste de que más pronto que tarde se tendrá que llegar a un acuerdo entre el Gobierno de España y el Ejecutivo catalán.

En Moncloa también creen que dos partidos que van a ser importantes en Cataluña, como Podemos y Ciutadans, podrían respaldar el acuerdo, cada uno con sus matices. E incluso ICV, los socios de Izquierda Unida en Cataluña.

Rechazo al pacto fiscal en 2012

Para Rajoy, el principal problema sería que Artur Mas inició el llamado proceso independentista catalán justo después de que el presidente del Gobierno de España rechazara, en septiembre de 2012, una petición expresa de pacto fiscal. Entonces, Rajoy le dijo a Mas que no había “margen para negociar”.

Vender ahora una oferta de pacto fiscal para Cataluña podría provocar que desde sectores del PP cercanos a las tesis de Aznar y FAES, y desde algunos medios de comunicación, se acusara a Rajoy de claudicar ante Mas.

Pero los defensores en el Gobierno de buscar un acuerdo con el Ejecutivo catalán creen que en ningún caso se trataría de una rendición, todo lo contrario. Sostienen que tres años después la deriva de Mas la sociedad catalana se ha fragmentado (los partidarios del ‘No’ a la independencia representan el 48% de los catalanes frente al 44% de los defensores del ‘Sí’, según el último barómetro del Centre d’Estudi d’Opinió (CEO) de la Generalitat). Recuerdan también que CiU se ha desplomado desde 2010, ese año logró 62 escaños (cerca de la mayoría absoluta), cayó a 50 en los comicios de 2012 y ahora los distintos sondeos le dan entre 30 y 35 diputados. artur mas

Artur Mas, atenazado por ERC y la ANC

Y creen que el president de la Generalitat estaría buscando una salida honrosa al conflicto, pero creen que se encuentra atenazado por ERC y, sobre todo, por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), el movimiento popular independentista que lidera Carme Forcadell.

Por ello, algunos ministros creen en el Gobierno que sería un buen momento de tratar de acercar posturas con Artur Mas antes de que se meta en un callejón sin salida definitivo y quede a expensas de ERC. En esta línea estarían, además de Sáenz de Santamaría, el ministro de Asuntos Exteriores, José María García-Margallo, que siempre ha considerado que se puede ofrecer una reforma del sistema de financiación que beneficie a Cataluña, pero también a otras comunidades autónomas que lo reclaman de forma urgente como Madrid, la Comunidad Valenciana o Baleares. Las regiones que se opondrían serían, fundamentalmente, Extremadura, Galicia o Asturias.

El resultado que se pretende, consideran dirigentes del Gobierno, no obstante, valdría la pena: lograr un acuerdo con el Ejecutivo catalán, suspender el adelanto de las elecciones autonómicas y el riesgo de una posterior declaración unilateral de independencia, así como distanciar a CiU del bloque separatista y atraerlo a la centralidad, aseguran.

La UE, en contra de cualquier proceso ilegal

En el Ejecutivo de Rajoy son conscientes de que a las malas Artur Mas tiene mucho que perder porque la ley está de su lado, el Tribunal Constitucional tumbará (como ha hecho hasta ahora) todas las iniciativas que rebasen el marco constitucional y porque la Unión Europea es contraria al proceso soberanista catalán si éste se realiza al margen de la ley española. Ningún país de la UE reconocería la eventual independencia unilateral catalana y, en caso de lograrla, supondría de facto su expulsión de la zona euro sólo con que un país miembro lo solicitara.

Y el Gobierno de España, además, siempre tiene la opción de una medida extrema (que nadie desea, recalcan desde el Ejecutivo de Rajoy) como sería la aplicación del artículo 155 para forzar la suspensión de la autonomía y el control de ésta por parte del Estado, del que la Generalitat Catalana forma parte. Para ello, recuerdan además que hay una mayoría de catalanes que rechaza la independencia. Pero todo ello sólo ocurriría en el caso de que Artur Mas siguiera adelante con el proceso, sostienen en el Gobierno. Justo es lo que se pretende con la posible oferta de financiación autonómica que estaría sopesando seriamente Rajoy, evitar que Mas se lance al abismo. Rivera

El principal problema para CiU vendría de ERC, partido que ahora mismo pisa los talones en las encuestas a la formación que lidera Artur Mas, y que tiene por principal objetivo político la independencia de Cataluña. Romper la eventual alianza con la formación que lidera Oriol Junqueras sería complicado de ‘vender’ para CiU en Cataluña, salvo que la ruptura fuera debido a que Artur Mas ha logrado un sistema de financiación muy beneficioso para Cataluña, que el dirigente nacionalista podría calificar casi como ‘pacto fiscal’. Y, además, Mas y CiU podrían volver a entenderse con otros muchos partidos del arco parlamentario catalán en ese punto, como el PSC (fundamentalmente), pero también en temas concretos incluso con el PP (si hubiera acuerdo), Podemos y hasta Ciudadanos, partido que rechaza frontalmente la independencia.

Lo primero, las elecciones municipales iglesias-colau

No obstante, las cúpulas del PP y de CiU, y los Ejecutivos español y catalán indirectamente, están centrados y volcados ahora en las elecciones municipales del 24 de mayo (y autonómicas en otras 13 regiones), y el posible ofrecimiento no se produciría hasta pasados estos comicios.

En el Gobierno creen que CiU necesitará al PSC para poder salvar el Ayuntamiento de Barcelona, y eso en el caso de que logren vencer a Ada Colau, a la que el CIS otorgaba la victoria en votos y concejales. Un eventual pacto de Xavier Trias con los socialistas ayudaría a arrastrar a CiU hacia la moderación. También creen que el poder hegemónico de CiU en las Diputaciones Provinciales puede quedar algo mermado con la mayor fragmentación municipal.

Todo ello, sostienen fuentes del Gobierno de Rajoy, ayudaría a un entendimiento en el que están volcados pesos pesados del empresariado catalán, Duran i Lleida, Miquel Iceta (líder del PSC) y del que Sáenz de Santamaría y Margallo son partidarios, aunque conscientes de que el posible acuerdo tendrá mucha oposición tanto desde los sectores más independentistas de Cataluña como desde las posiciones más reacias a concesiones a Cataluña dentro del propio PP, entre ellos algunos barones.

Susana Díaz, Zapatero y Puig afilan sables contra Sánchez por si el PSOE fracasa el 24-M: Chacón es su apuesta

Los barones socialistas se están posicionando para el 25 mayo, un día después de las elecciones autonómicas y municipales. Serán los resultados del PSOE, y también del PP, los que marcarán el futuro político de Pedro Sánchez, actual líder de la formación. Chacon-Diaz

No obstante, la guerra soterrada entre el secretario general, que aspira a optar a presidente del Gobierno de España, y la presidenta de la Junta de Andalucía y líder del poderoso PSOE andaluz es un secreto a voces.

Susana Díaz tiene decidido que no se enfrentará en unas primarias frente a Sánchez, pero eso no significa que no vaya a apoyar a otro, u otra, candidato.  Y la ex ministra de Defensa Carme Chacón, muy cercana a Susana Díaz, se está dejando querer y podría ser la apuesta.

Si el PSOE, principalmente por la fortaleza de Podemos, logra un mal resultado en Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana, como apuntan las encuestas, la lideresa andaluza baraja dar luz verde a la ‘operación Chacón’, tras sus numerosos desencuentros con Pedro Sánchez, según coinciden diversas fuentes socialistas.

Para ello, contaría con el respaldo seguro del aparato de dos federaciones clave: Andalucía (la mayor, con más de 45.000 militantes) y la Comunidad Valenciana (la tercera, con más de 17.000). En total el PSOE cuenta con más de 195.000 militantes en toda España.

Pedro Sánchez contaría con el respaldo en principio de la dirección del PSC (por oposición a Chacón y al modelo territorial de España de Susana Díaz, que consideran más centralista que el de Sánchez). El PSC es la segunda federación del PSOE, con algo más de 20.000 militantes. Y Pedro Sánchez también cuenta con la gestora de Madrid, cuarta federación, con casi 16.000 militantes, tras la destitución fulminante como líder del PSM de Tomás Gómez, que estaba alineado con Susana Díaz. susana-diaz-ximo-puig

Ximo Puig, secretario general de los socialistas valencianos, ya apoyó a Chacón frente a Rubalcaba tras la debacle electoral del PSOE en las elecciones generales de noviembre de 2011, y posteriormente dio su respaldo público a Susana Díaz, tras el mal resultado en las europeas de junio de 2014 y la dimisión de Rubalcaba. Finalmente, Susana Díaz declinó optar a liderar el PSOE y Pedro Sánchez se impuso en primarias a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, pero con un 48% de los votos y contando con el respaldo de la mayoría de Andalucía y la Comunidad Valenciana.

La batalla de Madrid

Pedro Sánchez, para evitar que Susana Díaz se atreva a lanzar a Chacón, necesitará un buen resultado en las autonómicas y municipales. Los puntos claves son la Comunidad de Madrid: el PSOE necesitará que el PP pierda la mayoría absoluta y que tampoco le llegue para gobernar con Ciudadanos, el partido que lidera Albert Rivera.

Albert Rivera

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera.

Así, Ángel Gabilondo (la apuesta de Sánchez) tendría que quedar segunda fuerza para poder presidir la Comunidad de Madrid entendiéndose con Podemos, y quizá también con IU en un tripartito. Si Podemos rebasa al PSOE en Madrid reclamará la presidencia de la Comunidad de Madrid.

El frente valenciano

Otro punto importante será la Comunidad Valenciana, donde, al igual que en Madrid, el PSOE necesitará no sólo que el PP pierda la mayoría absoluta (algo que se da por hecho) sino que no le llegue para poder gobernar con el respaldo de Ciudadanos.

El PSOE necesitará que Ximo Puig gane con holgura a Podemos para aspirar a liderar un cuatripartito con la formación de Pablo Iglesias, más Compromís y Esquerra Unida (IU), aunque esta formación podría quedar fuera de Les Corts.

Otras batallas

Otros puntos relevantes serán Castilla-La Mancha, donde el PSOE teme caer en votos y escaños pero aspira a que el PP de Dolores de Cospedal pierda la mayoría absoluta y pueda haber un gobierno de izquierdas, al igual que en Baleares, donde prevé romper la mayoría absoluta de José Ramón Bauzá. Extremadura, Cantabria o Aragón son otras comunidades donde el resultado está muy abierto.

En cambio, el PSOE prevé que el PP mantenga la mayoría absoluta, pero ajustada, en Castilla y León, en La Rioja y en Murcia. En Asturias los socialistas prevén volver a ganar, aunque el PP podría remontar por el hundimiento del partido de Álvarez Cascos. No es descartable que se reedite una fórmula similar a la actual, con el PSOE gobernando en minoría con el respaldo parlamentario del PP.

Los grandes ayuntamientos

El PSOE confía en poder desbancar al PP de la alcaldía de Madrid y jubilar a Esperanza Aguirre con un pacto de izquierdas liderado por el televisivo Antonio Miguel Carmona (aunque no es santo de devoción de Pedro Sánchez por su fidelidad a Tomás Gómez), y también en Sevilla, donde prevén quebrar la mayoría absoluta del popular Juan Ignacio Zoido. colau-pablo-iglesias

Barcelona y Ada Colau

En Barcelona, antiguo bastión socialista, el PSOE prevé un fuerte batacazo de Jaume Collboni, el aspirante del PSC, atrapado entre el actual alcalde de CiU, Xavier Trias, y la candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau (que ha logrado encabezar una coalición con Podemos e Iniciativa). Trias y Colau se disputarán la victoria, el PSC y el PP se prevé que caigan de forma significativa, y que irrumpan Ciudadanos y quizá las CUP. ERC no logrará un buen resultado pero, como el PSC, aspiran a ser claves para respaldar un gobierno o bien con las fuerzas de izquierda, liderado por Ada Colau, o bien con CiU si pesa más la vertiente nacionalista sobre la social.

Rajoy con Barberá

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasea junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por los jardines de La Moncloa.

Y en Valencia la dirección de Ferraz también da por hecho que el PP de Rita Barberá sufrirá un importante descenso y perderá la mayoría absoluta, pero creen que podrá gobernar con Ciudadanos. El PSOE, con Joan Calabuig de candidato, teme sufrir un descalabro y caer a la cuarta plaza, por detrás del PP, Ciudadanos y también de València en Comú (la coalición que incluye a Podemos).

Liderazgo en juego

En función de cómo se resuelvan todos estos sudokus electorales, el madrileño Pedro Sánchez tendrá más opciones de optar sin rivales a las primarias del PSOE o, por el contrario, si los resultados del Partido Socialista son flojos se encontrará con una candidatura alternativa liderada por la catalana Chacón, y respaldada en la sombra por la lideresa andaluza Susana Díaz y por Ximo Puig, el barón valenciano.

Felipe González, muy crítico con Podemos, ya ha pedido apoyar a Pedro Sánchez, mientras Zapatero, que se reunió con Pablo Iglesias a espaldas del actual líder del PSOE y niega que sean populistas, a diferencia de Pedro Sánchez, mueve hilos contra éste y a favor de Chacón. Pero hasta el 25 de mayo sólo habrá besos y abrazos en público.

Podemos Valencia contra Monedero

Montiel con Errejón

Montiel con Errejón en un acto de Podemos en Valencia.

La investigación abierta por la Agencia Tributaria contra el número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, por posible fraude fiscal en el cobro de 425.150 euros por parte de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador por asesorarles en la creación de una moneda común ha provocado duras críticas por parte del resto de partidos políticos, principalmente del PP, el PSOE e Izquierda Unida.

Pero también están surgiendo, cada vez más, voces internas en Podemos que reclaman la dimisión de Monedero, cofundador de Podemos, o incluso su expulsión si éste se resiste a dimitir.

El dirigente más tajante que hasta ahora se ha pronunciado contra Monedero ha sido Antonio Montiel, candidato a secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana avalado por Pablo Iglesias.

Montiel ha asegurado, en declaraciones a la emisora 99.9 Valencia Radio: “Creo y espero que este hombre, Juan Carlos Monedero, sepa dar una explicación satisfactoria en lo personal y en lo político”. “Todavía no he oído sus explicaciones”, ha criticado. Preguntado por si él dimitiría por una investigación de fraude fiscal, respondió: “Probablemente”.

Iglesias con Monedero y Errejón.

Iglesias con Monedero y Errejón. EFE.

En la Plaza Podemos –foro de debate oficial abierto- son numerosos los militantes y simpatizantes que reclaman la dimisión o expulsión de Monedero. “¿Por qué ha presentado una complementaria? Eso sólo se hace si has defraudado y te han pillado, y no quieres que aumente la sanción”, critica un usuario que sentencia: “O explicación, o expulsión. No hay término medio”.

“Monedero, si realmente ha cometido alguna irregularidad y de verdad busca luchar por el cambio, lo mejor que puede hacer es dimitir. Es más, deberíamos echarle”, subraya otro usuario del foro de Podemos.

La cúpula ampara a Monedero

De momento, la cúpula del partido está cerrando filas y protegiendo a Monedero, aún a riesgo de que la investigación de la Agencia Tributaria derive en sanción por fraude fiscal. Pablo Iglesias y Luis Alegre, y en menor medida Íñigo Errejón, están amparando a Monedero, pese a la fuerte presión del resto de partidos políticos que se incrementan ante la aparición de nuevas información que ponen en duda la veracidad de las de momento escasas explicaciones del número tres de Podemos.

Pero sectores internos del partido también están cada vez más molestos por el caso Monedero, que da munición al PP, el PSOE e IU para desgastar a Podemos a tres meses de las elecciones autonómicas y municipales. Y lo que es peor, transmiten la imagen de que Podemos es un partido como los demás, que en cuanto salta un posible caso de corrupción tiende a proteger a su dirigente, en lugar de abogar por la limpieza y la transparencia, apartando temporalmente al dirigente investigado hasta que se resuelva si su actuación fue legal o ilegal.

El dirigente de Podemos ingresó en un principio en su cuenta personal los 425.125 euros cobrados en 2013, pese a que el trabajo fue realizado en 2010. Posteriormente, los beneficios de asesoría se transfirieron a la firma Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones SL, donde Monedero figura como administrador único. Esta empresa se creó en octubre de 2013. Según el número tres de Podemos, el dinero cobrado lo utilizó para costear la tertulia política La Tuerka. Tras hacerse pública la investigación, Monedero abonó el pasado 29 de enero 200.000 euros correspondientes al IRPF de 2013 por el pago de 425.150 euros por parte de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador por la asesoría para la creación de una moneda común (que no llegó a materializarse).

¿Partidos nuevos con caras nuevas? Podemos, UPyD y Ciudadanos se nutren de muchos excargos de IU, PSOE y PP

Partidos políticos ‘nuevos’ pregonan que ellos representan la regeneración, la nueva forma de hacer política con caras nuevas. Pero, ¿son realmente caras nuevas? ¿nunca han ostentado cargos públicos en la Administración? ¿seguro?

Rosa Díez

La líder de UPyD, Rosa Díez

En Podemos, partido que más despunta en las encuestas y de más reciente creación, muchos de sus dirigentes proceden de Izquierda Unida, donde estuvieron en segunda o tercera fila. Es conocido que Juan Carlos Monedero, por ejemplo, fue asesor entre 2000 y 2005 de Gaspar Llamazares cuando este era el líder de IU.

Si bien es cierto que Podemos es el partido que cuenta con más caras nuevas, la mayoría prácticamente desconocidos hasta antes de las elecciones europeas en política, no es menos cierto que también han realizado algunos fichajes polémicos procedentes de antiguos partidos.

En Valencia, Podemos nombró portavoz en Llaurí a Vicent Climent, histórico y polémico ex alcalde que fue condenado a cárcel y estaba prófugo.

El otra localidad valenciana, en concreto en Benicull, el alcalde Joan Vicent Geribés, anunció que se daba de baja de Esquerra Unida (la federación regional de IU) para integrarse en Podemos. Ante el revuelo y las acusaciones de transfuguismo, Podemos tuvo que rechazar su incorporación, aunque había participado activamente en Círculos de Podemos en la comarca de La Ribera, según admiten fuentes de la formación de Pablo Iglesias.

En Unión, Progreso y Democracia (UPyD) también hay destacados dirigentes que proceden de otros partidos. En Alicante, por ejemplo, el candidato de UPyD a Les Corts es David Devesa, exdirigente del PP en Benidorm que elogiaba a la formación de la gaviota y que ahora los critica de forma furibunda.

La propia Rosa Díez procede del PSOE, donde fue consejera en el Gobierno vasco, eurodiputada e incluso optó a liderar el Partido Socialista, pero logró un resultado muy pobre en el Congreso en el que venció José Luis Rodríguez Zapatero a José Bono.

Ciudadanos es, probablemente, el partido que con más descaro se ha nutrido y se nutre de ex dirigentes procedentes de otros partidos políticos. Y luego hace hincapié en que representan un partido nuevo, con caras nuevas e ideas nuevas.

Albert Rivera

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera.

En Valencia, uno de sus referentes en la provincia es José Enrique Aguar, exalcalde del PSOE en Benetússer durante dos décadas. Se decantó en un congreso del PSPV-PSOE por el exministro Antoni Asunción frente al entonces oficialista Jorge Alarte y Aguar acabó fuera del partido. Hoy es uno de los hombres fuertes de Albert Rivera en la Comunidad Valenciana.

En Alicante, su líder es Emigdio Tormo, exdirigente del PP de Elche que se enfrentó a la actual alcaldesa popular, Mercedes Alonso. Se fue del partido y no tardó en afiliarse a Ciudadanos. Otros cargos del PP como Juan Córdoba, Emilio Argüeso o Fernando Mut, ex presidente del PP en Gandía y exdirector general de Arquitectura de la Generalitat también se han integrado en Ciudadanos.

En esta guerra de fichajes hay trasvases incluso en los propios nuevos partidos. El ex líder de UPyD en la Comunidad Valenciana, Alexis Marí, acaba de anunciar su integración en Ciudadanos, ha despotricado contra el autoritarismo de Rosa Díez en UPyD y ha pedido a sus afiliados que se sumen también al partido que lidera Albert Rivera.

Estos son algunos casos en la Comunidad Valenciana, pero hay muchos otros en toda España. Caras desconocidas puede, pero no son políticos nuevos.

IU, UPyD, ERC y Compromís, los otros ‘trasquilados’ por el ciclón Podemos

Pablo Iglesias

Pablo Iglesias, líder de Podemos.

La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha arrojado como grandes titulares el fuerte crecimiento de Podemos (que se ha convertido en la primera fuerza política en voto directo de España, con un 17,6% de los votos, y tercera en estimación de voto 22,5% de los votos); la significativa caída del Partido Popular, que baja a la tercera posición en voto directo -11,7%- aunque mantiene la primera en estimación de voto -27,5%-; y la paulatina mejoría del PSOE, que tras la dimisión de Rubalcaba por el fracaso en las pasadas europeas de junio parece remontar, poco a poco, bajo el liderazgo de Pedro Sánchez: los socialistas suben del 21,2 al 23,9 en intención de voto. En definitiva, España pasa de un bipartidismo a un tripartidismo (PP, PSOE y Podemos sumarían juntos el 73,9% de los votos).

¿Dónde está el 26,1% restante?

Cayo Lara

El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara

Izquierda Unida es la cuarta fuerza política en intención de voto, según el CIS, pero con una caída brutal: pasa del 8,2 al 4,8% de los votos. IU es la formación más fagocitada por Podemos, y en menor medida por el PSOE. Cayo Lara, que antes de las europeas de junio se mostraba crítico con Pablo Iglesias, se está abriendo ya a la posibilidad de pactos. Obviamente, si no lo hace corre el riesgo de ser casi engullida por Podemos. Además, un sector de IU, liderado por el diputado nacional Alberto Garzón y por la parlamentaria en la Asamblea de Madrid Tania Sánchez (compañera sentimental de Pablo Iglesias) son partidarios de impulsar ya alianzas con Podemos.

UPyD es la quinta formación política en intención de voto, 4,1%, pero tenía el 5,9% en julio. Su caída también es muy importante proporcionalmente, y sus fugas van en varias direcciones (Podemos, algo PSOE y algo Ciudadanos). Rosa Díez se ha enfrentado a una crisis interna por la posible alianza con Ciudadanos, a la cual ella era muy reacia desde el principio. La lideresa de la formación magenta ha impuesto sus tesis, pero por el camino han caído el eurodiputado Sosa Wagner (que fue cabeza de lista al Parlamento europeo y acaba de dimitir tras ser relevado de portavoz por sus críticas a la dirección) o el coordinador de UPyD en la Comunidad Valenciana, Alexis Marí, que criticó la falta de educación de la cúpula de Rosa Díez y Toni Cantó, y respaldó a Sosa Wagner por su postura favorable a un entendimiento con Ciudadanos, el partido de Albert Rivera.

Oriol Junqueras

El líder de ERC, Oriol Junqueras

CiU, sexta fuerza, con un 3,8% de los votos, ha mejorado y ha subido del 2,9% de los votos en julio al 3,8% en octubre. Quizá el protagonismo que ha cobrado de nuevo Artur Mas con el 9-N alternativo ha impulsado a la formación nacionalista, justamente en detrimento de ERC (séptima fuerza política en España), que cae de un 3,3 a un 2,3% de los votos. El caso de corrupción de Jordi Pujol parece no haber hecho mella en CiU, mientras Esquerra Republicana tendría fugas en unas generales hacia Podemos.

La octava fuerza política estatal sería Compromís, la formación econacionalista valenciana que se presenta coaligada con los ecologistas de Equo, con un 1,1% en estimación de voto. No obstante, Compromís, sufre un significativo retroceso al caer tres décimas (logró un 1,4% de intención de voto en el CIS de julio). Es otra de los partidos políticos que sufre directamente el efecto ciclón de Podemos.

Completan el top ten de la política española las formaciones nacionalistas vascas: en esta ocasión el PNV, que mantiene su 1% en intención de voto, sería la primera fuerza en Euskadi en unas generales, al caer Amaiur una décima, del 1% al 0,9% de los votos.

Toni Cantó naufraga en Valencia: los sondeos dejan a UPyD fuera de Les Corts

Dos encuestas conocidas en un breve intervalo (una de Metroscopia publicada por El País el 9 de octubre y otra de Sigma Dos difundida por el PP valenciano el 14 de octubre) coinciden en que UPyD, la formación que lidera Rosa Díez, no entraría, a día de hoy, en Les Corts Valencianes al no superar la barrera electoral del 5% de los votos a nivel autonómico. Sigma Dos le otorga un 3,8% de los votos y Metroscopia aún menos, un 3,3%.

El diputado de UPyD Toni Cantó. (EFE)

El diputado de UPyD Toni Cantó. (EFE)

Tal resultado sería un fracaso absoluto para la formación magenta, especialmente porque en los pasados comicios europeos de junio logró un buen resultado, 8,47% de los votos (147.723 sufragios). Y porque además el diputado nacional y conocido actor Toni Cantó será previsiblemente su candidato a presidente de la Generalitat: este sábado se enfrentará en primarias a otros dos candidatos, los desconocidos José Vera (un médico de 75 años de Elche) y Ernesto Santillán (un dirigente de Valencia que tiene cierto predicamento entre las bases).

Es cierto que las encuestas son sólo eso encuestas, pero sí apuntan tendencias, y la de UPyD en la Comunidad Valenciana, uno de sus principales graneros de voto, no es nada buena pese al fuerte desgaste tanto del PP como, en menor medida, del PSPV-PSOE.

¿Qué ha pasado para que UPyD no sólo vea frenado su ascenso, sino que incluso sufra un significativo retroceso?

En mi opinión varios factores están debilitando a la formación magenta de Rosa Díez y Toni Cantó, no sólo en la Comunidad Valenciana sino en toda España.

Una muy importante es la potente irrupción de Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que con su mensaje ‘anticasta’ y ‘antiprivilegios’ ha eclipsado a UPyD como el partido abanderado de la regeneración política. E incluso los ha englobado dentro del ‘establishment’ y, por tanto, una parte más de la ‘casta’.

Otro asunto que ha debilitado, y mucho, a UPyD es su guerra interna a raíz del hipotético pacto con Ciudadanos. Los improperios cruzados entre el eurodiputado Francisco Sosa Wagner, defensor de la alianza con el partido de Albert Rivera, y los diputados nacionales Irene Lozano y Carlos Martínez Gorriarán sin duda ha dañado la imagen de partido de aire fresco y sensato de UPyD.

El pasado 19 de agosto Wagner denunció que en UPyD hay “prácticas autoritarias”, en alusión sin citarla a Rosa Díez. Por su parte, Lozano contestó al día siguiente que “es difícil” que alguien “iguale en mezquindad” al eurodiputado por el que sólo dos meses antes pedían el voto. Y Martínez Gorriarán fue más allá: acusó a Sosa Wagner, que fue el cabeza de lista de UPyD al Europarlamento, de practicar “corrupción política pura, ha engañado masivamente, es un mentiroso al 100%”.

La guerra interna, que ha derivado en apertura de expedientes disciplinarios para todos ellos, no ha acabado, aunque sí ha menguado. Wagner, de hecho, se congratuló del nombramiento de Miguel Arias Cañete como comisario europeo de Energía, mientras que horas después Martínez Gorriarán la consideró “una mala noticia”.

Albert Rivera

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera.

El posible pacto con Ciudadanos, que es prácticamente imposible según confiesan fuentes de la dirección de UPyD, sigue debilitando a la formación de Rosa Díez. De hecho, Albert Rivera, casi omnipresente en ciertos medios de comunicación nacionales debido al proceso independentista que se vive en Cataluña, aprovecha para presentar a Ciudadanos como un partido nacional, nuevo, defensor de la unidad de España y que, según dice, a diferencia de UPyD antepone los intereses nacionales a los de partido, al buscar una alianza con Rosa Díez. Le va comiendo terreno, creando estructuras internas por todas las comunidades y realizando un mensaje similar en asuntos como la defensa de la unidad de España, mientras les acusa de no tender puentes, sino lo contrario, hacia un pacto electoral. Y UPyD no está sabiendo combatir a nivel comunicativo la inteligente estrategia de Ciudadanos y Albert Rivera.

Pero el resultado final puede ser que ambos partidos obtengan unos resultados pobres en muchas comunidades y ayuntamientos, al quedar fragmentados. Para Ciudadanos no sería tan malo porque sería su primera intentona, seguramente entrará en bastantes ayuntamientos pequeños y medianos, y, además, prevé un crecimiento significativo en Cataluña. Pero sí para UPyD, un partido más obligado a dar un salto cuantitativo y cualitativo importante, especialmente en un contexto de una crisis económica, social y política que ya dura seis años y que está debilitando mucho al bipartidismo tradicional.

Comunidad Valenciana, fragmentación política

Una de las pruebas es la Comunidad Valenciana donde UPyD y Ciudadanos, de poder entrar con fuerza en el Parlamento valenciano y los principales ayuntamientos (Valencia, Alicante, Elche, Castellón…) pueden quedar fuera de casi todos ellos.

González Pons con Fabra

El eurodiputado del PP, Esteban González Pons, con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra

Volviendo a los sondeos, ambos arrojan un retroceso del PP, que, aún ganando con claridad, perdería la mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana y lograría entre 32 diputados (Metroscopia) y 43 (Sigma Dos) con entre un 30% y un 36,4%. En el Parlamento valenciano están en juego 99 diputados, la mayoría absoluta se logra a partir de 50.

La segunda fuerza sería el PSOE que lograría entre 23 y 29 diputados. Podemos irrumpiría con mucha fuerza, al conseguir entre 17 y 20 escaños. Tanto Compromís como Esquerra Unida accederían también al Parlamento valenciano, pero con mucha menos fuerza de la prevista por la irrupción de Podemos: Compromís, coalición en la que tanto Mònica Oltra como Enric Morera aspiran a ser los candidatos a presidir la Generalitat, lograría entre 10 y 14 escaños; Esquerra Unida, por su parte lograría entre 5 y 7 diputados.

Así, lo lógico es que hubiera un pacto cuatripartito de izquierdas, en el que Podemos resultaría clave. El problema es que Pedro Sánchez, líder del PSOE, ya ha dicho que descarta pactar con “los populistas” de extrema izquierda, a quienes equipara con la extrema derecha francesa de Marie Le Pen.

Ximo Puig

El líder del PSPV, Ximo Puig, en la votación del secretario general del PSOE.

De acatar las órdenes de Pedro Sánchez, el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, necesitaría entonces poder sumar más diputados que el PP con una alianza con Compromís y Esquerra Unida, para formar un gobierno en minoría, con el PP y Podemos en la oposición y que, juntos, sumarían más diputados que el equipo de gobierno.

Otra opción de gobierno sería un pacto PP-PSOE, el preferido por la clase empresarial valenciana, pero descartado en principio por Ximo Puig. Esta hipotética alianza sí sumaría una clara mayoría absoluta.

Y otra posibilidad de gobierno, con la que sueña Alberto Fabra, el actual presidente de la Generalitat, sería un gobierno en minoría del PP, con pactos puntuales con el PSPV-PSOE como socio prioritario, y casi exclusivo. Para ello, el PP valenciano necesitaría lograr una clara victoria electoral, cerca de la mayoría absoluta, que el PSOE quedara con un muy mal resultado y Podemos casi alcanzara a los socialistas.

Un Ximo Puig debilitado tendría muy complicado conformar un gobierno cuatripartito, de hecho el candidato de Podemos (que aún se desconoce) podría reclamarle ser el presidente, o presidenta, de la Generalitat Valenciana.

Pero para todo esto aún faltan mucho, las elecciones autonómicas son el 24 de mayo de 2015. Todos los partidos políticos tienen margen de mejora, y de empeoramiento.

El terremoto Podemos sacude a la izquierda valenciana

La fuerte irrupción de Podemos, el partido de Pablo Iglesias, tras lograr cinco eurodiputados y algo más de un millón de votos en los pasados comicios europeos, ha sacudido la política nacional y, especialmente, la valenciana.

Pablo Iglesias

Pablo Iglesias, líder de Podemos.

El PSPV de Ximo Puig sufrió, como el PP valenciano, un descalabro absoluto (perdieron 331.176 votos).

Compromís se quedó en unos discretos 138.488 votos y sexta fuerza política, mientras que EU logró ser tercera fuerza, pero solo por 37.000 votos de ventaja sobre Podemos.

El partido de Pablo Iglesias y su mensaje contra la ‘casta’ logró en toda España un 8% de votos: dos sondeos ya le dan casi el doble, entre el 14 y el 15%. ¿A costa de quién? Los nervios afloran en los partidos tradicionales de la izquierda.

En Izquierda Unida, el diputado valenciano Ricardo Sixto ha dimitido por desavenencias con el coordinador general de la formación, Cayo Lara, (temen que el huracán Podemos se los lleve por delante).

Más enigmática es la posición de Mònica Oltra, referente de Compromís, que se ha dedicado a echar flores a Podemos y Pablo Iglesias. Sin duda, ella sería una candidata ideal a presidenta de la Generalitat por la formación del televisivo politólogo. Si así fuera, que no lo creo, Enric Morera y el Bloc (socios mayoritarios de Compromís) también podrían sufrir una bajada muy considerable.

El líder del PSPV, Ximo Puig

El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, en rueda de prensa tras conocerse el resultado electoral de las elecciones europeas. EFE/Gustavo Grillo.

Por su parte, los socialistas valencianos de Ximo Puig no saben qué hacer para evitar que Podemos se les acerque y amenace su histórico liderazgo en la izquierda.

Las últimas discrepancias en el PSPV se han producido a raíz del debate entre Monarquía y República. Mientras Ximo Puig amagó con defender la consulta ciudadana sobre el modelo de Estado, pero va a acabar votando a favor de la Monarquía (sin referéndum), Francesc Romeu (el verso suelto del PSPV) defiende la III República abiertamente.

Estas contradicciones son aprovechadas por Podemos para equiparar al PSOE con el PP. PPSOE, los llaman. Y así logran, entre la izquierda más indignada, debilitar a los socialistas poco a poco y recortarles distancia electoral.

La preocupación es gorda en el PSPV, en Esquerra Unida y en Compromís, menor en UPyD, e insignificante en el PP. En la formación que lidera Alberto Fabra la preocupación, y gorda, es recuperar y movilizar a una gran parte de sus votantes desencantados que se han quedado en casa (y muchos no volverán si no son capaces de ilusionarles) o han optado por partidos como Ciudadanos, VOX o UPyD. Ése es el reto de Alberto Fabra. La política valenciana está más apasionante, y abierta, que nunca.

Alberto Fabra (PP) y Ximo Puig (PSOE) quedan muy tocados en Valencia

Tanto el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, como el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, quedan tocados, muy tocados, tras el desplome del PP y del PSOE el domingo en las elecciones europeas.

El Partido Popular ha bajado en la Comunitat Valenciana del 52,8% de 2009 al 29% del domingo, mientras que el PSPV ha caído del 37,4% al 21,6%. Dos bruscos descensos que, pese a todo, parece que no han hecho mella en ambos dirigentes políticos.

González Pons con Fabra

El eurodiputado del PP, Esteban González Pons, con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra

Fabra, de hecho, parece sentirse satisfecho tras haber ganado por 7,5 puntos al PSOE, pero su formación ha sufrido un castigo espectacular. Corrupción, recortes, deuda, aeropuerto sin aviones, cierre de Canal 9, sin reforma de la financiación autonómica… todo ello ha calado no sólo en los votantes críticos de centro-izquierda, sino también en el tradicional votante del PP.

Y Ximo Puig también parece estar contento por haber recortado bastante la abismal distancia con el PP y porque la formación de la gaviota perdería su mayoría absoluta de extrapolarse estos resultados a unas elecciones autonómicas. No obstante, Puig no puede obviar que los socialistas valencianos también se han pegado un batacazo descomunal, perdiendo 16 puntos y cosechando una nueva derrota electoral, pese a que habían difundido el rumor de que podían ganar en votos en la Comunitat Valenciana.

Sin duda, el electorado valenciano de izquierdas sigue viendo al PSOE como responsable, junto al PP, de los recortes de estos últimos años a nivel nacional, de los desahucios y del incremento del paro, así como de aplicar sin rechistar todas las órdenes de la ‘troika’, como ha recalcado hasta la saciedad Pablo Iglesias, líder de Podemos, y que tanto ha asumido parte de la ciudadanía.

¿Qué pasará ahora? Ambos, Fabra y Puig, se han debilitado (bastante más el presidente de la Generalitat) pero el partido no está sentenciado: en política un año es mucho (y poco). Los dos partidos cuentan con una militancia muy numerosa, experiencia en mil batallas políticas y un resorte institucional (sobre todo el PP que gobierna la Generalitat, las tres diputaciones provinciales y los cuatro grandes ayuntamientos de la Comunitat) que seguro que, pese a la fuerte caída del bipartidismo, les mantendrá al frente de las encuestas hasta 2015.

Ximo Puig tiene a favor que el PP sólo podría entenderse con UPyD, no con Podemos, EU ni Compromís. Unas Cortes fragmentadas le interesa para quebrar la mayoría popular, pero le complicaría gobernar a partir de 2015.

Alberto Fabra, por su parte, necesitará recuperar los 4,6 puntos que le han birlado Ciudadanos y Vox, movilizar a su electorado abstencionista (deberá presentar listas electorales limpias de corrupción, un proyecto ilusionante y, sobre todo, confiar en que la recuperación económica se traduzca en decenas de miles de puestos de trabajo). También tendrá que tener cohesionado el partido y eso significa no apoyarse sólo en unos pocos dirigentes.

Si no lo logra, perderá la mayoría absoluta y su carrera política se acabará. Y después de hacer todo esto, además, deberá tender puentes a UPyD para, en el caso de poder gobernar conjuntamente, no ver cómo en el último momento la formación magenta se entiende con el PSOE y EU. Una tarea, por tanto, nada fácil.

El líder del PSPV, Ximo Puig

El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, en rueda de prensa tras conocerse el resultado electoral de las elecciones europeas. EFE/Gustavo Grillo.

Ximo Puig, por su parte, necesitará trasladar a la sociedad que va a liderar un proyecto del centro-izquierda valenciano que, por muy plural que sea, pasa por él. Deberá tratar de recuperar miles de votos que se han ido a Podemos, EU y Compromís para gobernar con la máxima independencia posible, y si es sólo con EU mejor.

El proceso de primarias (con sus pequeños problemas) fue positivo, un signo de regeneración y aperturismo. Pero Puig deberá seguir en la misma línea y tendrá que predicar con el ejemplo en asuntos como la corrupción y las imputaciones: no vale pedir que el PP prescinda de sus imputados y defender a los suyos (caso de Orengo, ex alcalde de Gandia y portavoz del PSPV en la Diputación de Valencia).

Y por último, ambos, Fabra y Puig, dependerán también de cómo lo hagan sus partidos a nivel nacional. Si el Gobierno de Rajoy recrudece sus recortes, endurece la reforma laboral y sigue exprimiendo el Estado del Bienestar Social para cumplir con el objetivo de déficit, Alberto Fabra puede despedirse de volver a presidir la Comunidad Valenciana. Necesitará el presidente de la Generalitat que la economía mejore, que se creen los 600.000 puestos de trabajo prometidos en España entre 2014 y 2015 (unos 60.000 en la Comunitat) y aún así el gobierno estaría en el aire.

Ximo Puig necesita que el PSOE supere la crisis interna tras la dimision de Rubalcaba y acertar al posicionarse en la elección del sucesor: en el Congreso de Sevilla apoyó a Carme Chacón, lo que le distanció de Rubalcaba. Si el PSOE se cohesiona en torno a un proyecto renovado, Puig se beneficiará, pero si el proceso se cierra en falso y hay crisis de liderazgo a nivel federal, el ex alcalde de Morella podría perder opciones de gobernar la Comunitat.

En definitiva, ambos quedan debilitados (Ximo Puig algo menos), pero son los que siguen teniendo más opciones que nadie (casi los únicos) de gobernar la Comunitat Valenciana a partir de las próximas autonómicas de mayo de 2015.