Uno de los clichés que más gracia me hacen en el mundillo de los videojuegos es el que se refiere al uso del potencial de una consola. Desde hace añísimos, a los jugadores y medios especializados se les llena la boca hablando de si tal juego utiliza sólo un 50% del potencial de una determinada máquina, si otra ha llegado a su límite en manos de una compañía equis, etcétera.
No se me ocurren afirmaciones más imprecisas y menos significativas a la hora de valorar la calidad de un juego o de una consola. Pero claro, tampoco se me ocurre un arma mejor para que un fanboy enloquecido pueda arremeter sin pudor contra los fanboys de la compentencia.
Ahora se está diciendo que Uncharted 2 utiliza casi el 100% del potencial de PlayStation 3. Es un juegazo, de eso no cabe duda, ¿pero de verdad hacen falta estas afirmaciones para respaldarlo? Si esta generación dura unos añitos más (y yo estoy seguro de que así será), veremos muchos juegos que llegarán e incluso superarán el nivel de Uncharted 2 (tanto a nivel técnico como jugable). ¿Qué diremos entonces?, ¿que utilizan el 110% de la consola?
También puede ser que el juego de Naughty Dog sea lo máximo (o casi lo máximo) a lo que llega la máquina, pero eso resultaría preocupante. No porque el juego tenga baja calidad (insisto en que es de lo mejor, si no lo mejor, que ha salido para PlayStation 3) sino porque no es conveniente llegar al tope tan lejos del final, no es conveniente llegar al tope justo cuando la PS3 comienza a batallar con fuerza.
Recuerdo cómo medio mundo se quedaba con la boca abierta con God of War cuando se creía que ya se había explotado todo el potencial de PS2, recuerdo un juego de carreras de lanchas o algo así que supuestamente iba a explotar todo el potencial ya no recuerdo ni de qué consola (de la PSOne, me parece, y el juego podría ser Rapid Racer), recuerdo cómo Donkey Kong Country rompió todos los esquemas en la industria de los 90…
Señores, el potencial de una consola es el potencial del talento creativo de los desarrolladores de videojuegos. Sí, tienen limitaciones técnicas, pero incluso ésas es posible superarlas con ingenio. Todo lo demás son refriegas de una batalla muy poco constructiva.