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Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

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Carreras de cine (I): Split/Second

Hace muchos años, Super Mario Kart inauguró un subgénero dentro de los videojuegos de coches y se convirtió en uno de los títulos más influyentes de la historia (algunos dicen que el más influyente). Desde entonces, multitud de compañías (desde pequeños estudios hasta grandes desarrolladoras) han repetido la fórmula con mayor o menor éxito.

A mí me encanta el tono colorido y desenfadado que suelen tener los sucesores del genial Mario Kart, no tengo ningún prejuicio que me haga pensar que son sólo para niños. Pero siempre me ha llamado la atención los pocos intentos que se han hecho de darle a este subgénero un tono más agresivo. Pues bien, hace poco han visto la luz un par de juegos que se amparan en ese concepto, y con bastante acierto a mi parecer.

Uno de ellos, el primero que he probado, es Split/Second: Velocity, la prueba de que Disney Interactive quiere ser algo más que Hannah Montana y High School Musical. Ha sido desarrollado por los creadores del aclamado Pure y, sin ser perfecto, creo que ofrece unos niveles de diversión y espectáculo que ya quisieran muchas franquicias con cierta veteranía.

El planteamiento del juego ya resulta bastante original. Split/Second nos mete en un programa de televisión en el que ocho vehículos compiten en circuitos construidos sólo para  después ser destruidos de forma controlada. Competimos en el centro de la ciudad, en un aeropuerto, en un cementerio de aviones, en un muelle… y todo está lleno de explosivos.

En vez de recoger los típicos ítems o poderes que suelen usarse para conseguir ventaja frente a los rivales, en este juego vamos rellenando una barra de energía dividida en tres contenedores. Cuando uno de los rivales que va delante de nosotros pasa cerca de una zona que puede ser reventada, se nos indica. Si tenemos al menos un contenedor de energía, podemos activar la detonación para intentar que el coche rival se estrelle. (drogueriasanjorge.com)

Las detonaciones tienen múltiples efectos (devastadores cuando usamos de una sola vez la barra de energía completa): la activación de una grúa, la explosión de una camioneta, la destrucción de un puente, la caída de un avión de pasajeros… Algunos de los ataques más potentes sirven además para cambiar la ruta del circuito. El uso menos destructivo de la barra de energía consiste en abrir ciertos atajos.

El uso de este sistema tiene dos importantes repercusiones en el juego, una estética y otra práctica. La primera es que las jugadas (así llaman en Split/Second a las explosiones) producen situaciones realmente espectaculares, algunas veces memorables. La segunda es que su efectividad depende mucho de nuestro conocimiento del circuito, es decir, la primera vez que corremos en una pista no nos queda más remedio que experimentar con las explosiones y confiar en que perjudiquen a los otros vehículos y no a nosotros.

Hay varias formas de rellenar la barra de energía: los saltos (que dependen más del circuito que de nuestra habilidad), los derrapes (no los recomiendo), escapar de las jugadas rivales (mejor esquivarlas si es posible, claro) y el rebufo (quizá el método más sencillo y rápido a la par que práctico para adelantar puestos).

En cuanto a los tipos de carrera, aparte de la convencional, está la típica prueba de eliminación (se va descalificando al último corredor hasta que sólo queda uno), la contrarreloj (se llama Detonador y las jugadas se van activando automáticamente) y las de ataque aéreo y supervivencia (en las que debemos esquivar los misilazos de un helicóptero o los barriles explosivos que sueltan unos grandes camiones).

Cierto es que el juego tiene pocas opciones en su modo principal. Tan sólo podemos elegir un coche, su color y la prueba en la que queremos participar. Sin embargo, no creo que haga falta más. Split/Second es diversión arcade pura y dura. Supongo que a los más puristas del género tal vez se les quedará escaso, pero para los que, como yo, no sean muy aficionados a la simulación o al tuning, este juego ofrece alicientes más que de sobra.

Hacía mucho que no me enganchaba tanto a un juego de carreras. Lo juro.