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Momento de transición en la industria

El pasado miércoles asistí a la comida que organiza aDeSe (Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento) para entregar su anuario sobre el estado de la industria. Se trata de un análisis de los datos del año previo: ingresos, perfil del jugador, inversión publicitaria, juegos más vendidos…

El caso es que hasta el momento no sabía qué escribir sobre el tema. No hay nada realmente nuevo que se pueda destacar. En 2009, ni se vivió el impresionante crecimiento de 2007 ni el varapalo de la crisis nos ha pillado desprevenidos. Ha habido un tremendo bajón, concretamente el mercado español del videojuego sufrió una caída del 16%, alcanzando los 1.200 millones de euros, pero se sigue estando muy por encima del resto de industrias del entretenimiento.

Además, el descenso de ingresos se explica por varias causas muy claras. En primer lugar, los datos corresponden al momento más duro de la crisis económica mundial. En segundo, y centrándonos en la situación concreta del sector, el año pasado presentaba ya un parque de consolas muy asentado, máquinas veteranas con grandes juegos pero sin alicientes revolucionarios que impulsaran el crecimiento (o frenaran el descenso con más contundencia). De hecho, el informe muestra claramente que el mayor descenso procede del hardware.

Fijándonos en estos dos aspectos es de esperar que los datos de 2010 sean más positivos. Es muy probable que, ya pasado el momento más crítico de la crisis, la caída se detenga y se mantengan los ingresos respecto a 2009. Los lanzamientos de Kinect para Xbox 360 y de PlayStation Move para PS3 también pueden ser importantes revulsivos de cara a la campaña navideña y ayudar a mejorar las cifras anuales.

El caso es que el anuario de aDeSe no ofrece esta vez nada especialmente llamativo. Lo más destacable de la comida del miércoles fue que me encontré (casi me lo como) un tapón metálico (creo que de una botella de agua) dentro de mi primer plato, algo llamado timbal de berenjenas con boletus confitados y vinagreta de piñones (mejor no digo el nombre del hotel, pero es uno de los más pijillos de Madrid). Curioso incidente, pero no me daba para escribir un post sobre videojuegos.

Después de darle vueltas al asunto durante un par de días (a los datos del anuario, no a la anécdota del tapón), he llegado a la conclusión de que lo más destacable es que no hay nada especialmente destacable (crisis, piratería, bajón de las portátiles, mucho consumo pero poco desarrollo…). La industria se encuentra en un momento de transición -de aguantar la que está cayendo- que coincide con un punto de inflexión en la actual generación de consolas, a la que aún le queda mucha vida por delante. Ahora estamos aguantando la difícil situación del mercado, pero no creo que tardemos en experimentar un nuevo subidón.

PlayStation 3, la consola (casi) inviolable

La PlayStation 3 puede parecernos buena, mala o regular, se le pueden sacar muchas virtudes y defectos, pero hay algo que nadie puede negar: la máquina de Sony ha conseguido triunfar en todo el mundo sin «ayuda» de la piratería. En ventas globales aún se mantiene por debajo de Wii y Xbox 360, pero las diferencias entre unas y otras se van recortando.

La piratería, que a menudo ayuda a las ventas de hardware pero hunde las de software, fue la enseña de la PlayStation original. El famoso chip disparó las ventas de la consola y contribuyó a que Sony se hiciera un hueco en la industria. (Provigil) Ahora, la nieta de aquella anciana consola ha triunfado llevando por bandera justo lo contrario: su cualidad de inexpugnable. Además, la PS3 compite en un mercado en el que sus rivales no han tenido tanta suerte en la lucha contra las copias ilegales (con lo que eso pueda «beneficiarles»).

Por mucho trabajo hecho que tuviera la PlayStation 3 (heredó la buena imagen de PlayStation y PlayStation 2), me parece loable lo conseguido por Sony con esta consola, más aún si tenemos en cuenta las decepciones iniciales, el alto precio de los primeros años, el lentísimo despegue del Blu-ray (aún me pregunto si llegará a volar algún día), la sensación de prepotencia que emanaba de la compañía…

Los hackers, por supuesto, no han cesado en su empeño por desbloquear la consola… y ha habido éxitos, pero Sony ha estado rápida y ha sabido tapar todos los agujeros abiertos. Un par de casos merecen mención especial. El primero está relacionado con GeoHot (conocido por desbloquear el iPhone y más recientemente el iPad) y originó una gran polémica relacionada con la eliminación de Linux y las actualizaciones del firmware.

El segundo golpe a la inmunidad de la PS3 es mucho más reciente. Responde al nombre de PSJailbreak y posee forma de una una emoria USB que libera la máquina y permite desde cargar juegos copiados hasta instalar un firmware personalizado. Su funcionamiento es de lo más sencillo y, pese a la incredulidad inicial, la noticia de su existencia no tardó en correr como la pólvora. Algunas webs se lanzaron enseguida a anunciar la venta del producto por precios que rondaban los 100 euros. Tampoco pasó mucho tiempo hasta que comenzaron a salir imitadores del PSJailbreak. PSGroove es un ejemplo.

Sony se lanzó rápidamente a buscar parches. Los encontró pronto. Aseguran que gracias a PlayStation Network es posible detectar el hackeo de una máquina y banear al usuario en cuestión. Además de las argucias técnicas – que incluyen una nueva actualización-, la empresa nipona ha recurrido a los tribunales de diversos países para evitar la distribución del PSJailbreak y productos similares.

La compañía ha emprendido acciones legales tanto en Estados Unidos como en Holanda, aunque su mayor éxito ha tenido lugar en Australia, donde un tribunal ha sentenciado la prohibición del dispositivo PSJailbreak, su importación y distribución. ¿Servirá esto para mantener la PlayStation 3 protegida o se habrá abierto una puerta que ahora será imposible cerrar?

Independientemente de lo que suceda a partir de ahora y dejando a un lado mi opinión sobre la piratería, sobre Sony y sobre la PS3 (temas de los que ya he hablado decenas de veces), me parece admirable lo que están logrando los nipones: en plena era de Internet, en la que la tecnología está al alcance de cualquiera y la piratería forma ya parte de la industria del entretenimiento, Sony está consiguiendo mantener «virgen» a su creación y, aún más impresionante, estabilizar las ventas en un nivel más que notable.

Puede que la consola no te guste, puede que la compañía te caiga mal, puede que estés a favor de la piratería… pero al césar lo que es del césar: Sony está luchando como ninguna otra compañía lo había hecho antes.

La piratería y yo

Me voy a traicionar. Sé que dije que no merecía la pena rebatir los argumentos sobre la piratería, pero tengo el ánimo respondón y prefiero exponer y aclarar algunos puntoscon otro post en vez de escribir un comentario kilométrico en el artículo anterior.

En primer lugar quiero dejar muy claro que ésta es mi opinión personal sobre el tema, no representa a nadie más que a mí. En segundo lugar pido perdón por mi error jurídico sobre el «caso Espal». Está visto que necesito unas cuantas clases de derecho. El derecho por copia privada«no incluye los programas informáticos ni ningún otro tipo de softwareni bases de datos», por lo que este asunto no es comparable al de otras webs de enlaces P2P. Tampoco me alegro del cierre de estas webs ni juzgo si es lícito o ilícito, eso lo harán los tribunales.

Aclarados estos puntos paso a comentar algunas de las argumentaciones más recurrentes:

«Los juegos son muy caros, cobrarlos a 70 euros es un atraco»

¿Qué pasa cuándo no tienes dinero para comprarte una casa, un coche o un billete de avión a Australia? Pues que no te los compras. Esto es igual. Sé que el precio puede parecer muy elevado, sobre todo en el caso de los juegos de baja calidad. Yo no he dicho que los precios me parezcan los más adecuados, pero nadie te obliga a comprarlos. Son artículos de lujo.

¿Aun así los quieres? Ahorra, o cómprate uno de 60, de 50, de 40 euros. También los hay. Con un poco de paciencia, incluso los de 70 euros acaban bajando a 30 e incluso 20 euros. Además está el mercado de segunda mano o la opción de cambiar unos por otros por poco dinero.

¿Y sabéis entre cuánta gente se reparte ese dinero? Los 70 euros (o los que sean) de cada comprador no van directamente al bolsillo de un malvado tirano multimillonario. Detrás de cada videojuegos está el trabajo de muchísimas personas, más incluso que las que aparecen en los créditos finales (que suelen ser bastantes).

Todos sabemos que el precio, más que un problema (que a menudo también lo es) es una excusa. Runaway 3 se vende a 20 eurosy la gente lo piratea, un grupo de desarrolladores lanza un pack de seis juegos a partir de un céntimo de dólar y la gente lo piratea… Como bien decía alguien en los comentarios del post anterior: lo que queremos es un ahorro del 100%, sea cual sea el precio.

«Y si luego el juego es malo o no me gusta, ¿qué pasa?»

¿Qué pasa cuando pagas por ver una peli en el cine o compras un libro y no te gusta? Pues te aguantas. Hay mil formas de averiguar si el juego te puede gustar o no: reviews en páginas especializadas, fotos, vídeos, foros, comentarios de amigos y conocidos…

¡Ah, claro, que no es lo mismo que probarlo! Vivimos en la era de Internet y raro es el juego del que no se puede descargar una demo. También puedes descargarte el juego completo del eMule y probarlo pero, de entre todos los que hagan eso, ¿cuántos se van a comprar el juego después? Todos sabemos que bien pocos.

«Yo ya lo pago con el precio de mi conexión a Internet»

Esto es como mezclar la velocidad con el tocino. ¿Qué culpa tiene tu vecino ‘Paquito’, que es diseñador de videojuegos en ‘Yoquesesoft’, de que tú pagues mucho por tu ADSL?, ¿qué culpa tienen los técnicos de sonido, los programadores, los guionistas…? ¿Me estás diciendo que si tú compras un cuchillo de cocina estás pagando por tu derecho a clavárselo a quien quieras?

Lo que pagamos por una conexión a Internet no va a parar a ningún creador. Los creadores sólo ganan dinero cuando venden su obra y no cuando crean, como dice alguno. Tampoco hay que pagarles cine ni mil ni mil millones de veces. Tú sólo pagas por su obra una vez y luego la disfrutas tantas veces como quieras.

«Están atacando mi libertad de expresión»

Bien, suponiendo que mucha gente acuda a las webs de descargas sólo para charlar en los foros, ¿qué pasa si cierran «el chiringuito»? ¿Están atentando contra tu libertad de expresión y tu derecho de reunión? Eso es como si cierran un bar porque en él se trafica con drogas y tú protestas diciendo que están atacando tus derechos fundamentales porque tú ibas allí a beber y a charlar con tus colegas.

Si es verdad lo que dices, no te preocupes, hay muchísimos bares abiertos. Pero no nos engañemos, la inmensa mayoría iba al bar a por drogas (y entiéndase la sórdida metáfora teniendo en cuenta las lógicas distancias que hay entre un caso y el otro).

«Antes también se prestaba, ¿no os acordáis de los casetes?»

Insisto, el P2P no es igual que el préstamo. Me autocito: «si yo te presto algo, ese algo pasa de mis manos a las tuyas y, mientras lo tengas tú, no lo tengo yo. Con Internet no pasa eso, con Internet no se presta, se duplica, se triplica, se multiplica por mil o por mil millones». Ahora cito a la RAE: «prestar. (Del lat. praestāre). 1. tr. Entregar algo a alguien para que lo utilice durante algún tiempo y después lo restituya o devuelva». El concepto de «restituir o devolver» tampoco encaja mucho con el P2P, ¿verdad?

Grabar una cinta que te dejaban no era tomar prestado, era copiar. Esas copias sí tenían consecuencias, pero eran insignificantes comparadas con la maquinaría que se ha generado a raíz de Internet. Y que conste que creo que la Red es uno de los mejores inventos creados por el hombre, es el hombre el invento defectuoso, el que actúa inconscientemente y sin reflexionar (y lo digo por conocimiento de causa, porque yo soy humano e igual de patán que todos en muchos aspectos).

«Sony, Nintendo y Microsoft no se van a arruinar por la piratería. Ellos son los estafadores»

Recuperando uno de los argumentos que exponía antes, Sony, Nintendo y Microsoft no son tres señores muy ricos que quieren robarnos el dinero. Son tres grandes multinacionales de la industria del entretenimiento que crean cosas que nos encantan, que nos maravillan y que nos hacen la vida un poquito más feliz.

Por supuesto que hay directivos que ya tienen su vida y la de sus descendientes solucionada, ¿pero cuántos son? Tras ellos hay millones de trabajadores, de «curritos» que en muchos casos tienen unas condiciones laborales igual o más precarias que las de aquellos que nos descargamos sus creaciones. ¿No conocéis a nadie que esté en el sector de los videojuegos o en cualquier otro con carácter creativo? Preguntadle su opinión. No creo que trabaje gratis, ¿no?

Ni siquiera grandes compañías como Electronic Arts están a salvo de los bandazos de la economía. Han sido muchos los despidos que se han producido en la industria en los últimos dos años. No digo que sea por la piratería (que algo habrña ayudado), simplemente quiero hacer ver que nadie es invulnerable y que en todas partes trabaja gente que está muy lejos de ser millonaria. Si nos ponemos hablar de empresas más pequeñas o de grupos de programación dependientes de otros más grandes, el tema e´s aún más peliagudo.

Aclaración final

El tono beligerante de muchos comentarios me ha hecho ponerme en una actitud algo agresiva, pero no quiero terminar el post sin recordar mi postura: Estoy RADICALMENTE EN CONTRA de la piraterís indisciminada, del todo gratis porque sí, pero NO ESTOY EN CONTRA de Internet ni de las descargas lógicas y honestas, hechas con sentido común, conocimiento de causa y ánimo de ser justo en la medida de lo posible con las personas que crean aquello que me gusta.

Aclaración final: el regreso

Todos los argumentos y muchos de los contraargumentos del post están extraídos de los comentarios del texto anterior. No me los he inventado. Además, no se diferencian en nada de lo que podemos leer en cientos de foros y escuchar por la calle. Insisto en un par de conceptos: NO ESTOY A FAVOR ni de Ramoncín, ni de la SGAE ni de la Ley Sinde; ME PARECE LÓGICO que la gente se descargue cosas (todos lo hacemos), pero siempre y cuando sea consciente de lo que hace e intente compensar a los creadores de alguna manera; NO ENTIENDO que algunos piensen que descargarlo todo sea lo correcto e intenten justificarlo.

Pirateando porque sí

La excusa más utilizada con diferencia para justificar el pirateo de videojuegos es el elevado precio de éstos. Yo calculo, sin miedo a equivocarme demasiado, que más de un 90% de los que descargan juegos masivamente utilizan este «argumento», no muy diferente que el que se emplea al hablar de discos o películas, para hacer ver la lógica de sus actos.

En mi opinión, que ya he manifestado mil veces, esto no es más que pura hipocresía. Cierto es que hay juegos carísimos y muchos de ellos no merecen pagar los 60 o 70 euros que cuestan nada más salir. Pero también es verdad que cada vez tardan menos en ver reducido su precio hasta los 30 o incluso 20 euros, tan sólo hay que tener paciencia. Además, dependiendo de la plataforma y a veces también de la compañía, el precio no es siempre tan elevado.

Sin embargo somos vagos. Es mucho mejor tenerlo todo, ya y sin pagar un duro. Haces una búsqueda, pinchas un enlace y listo. «Eso es mentira, si los juegos fueran más baratos me los compraría», dicen muchos que no quieren reconocer que son ellos los que mienten (tal vez también a sí mismos). ¿La solución a la piratería es que se baje el precio de los videjuegos? Todos sabemos que no, pero queda muy convincente decirlo. No hace mucho entrevisté a los creadores de Runaway 3 y me confirmaron que incluso vendiendo el juego a 20 euros los niveles de piratería son muy elevados.

Esta semana se ha dado ha conocer un hecho mucho más sorprendente a la par que preocupante. Un grupo de desarrolladores independientes ha puesto a la venta un pack de seis juegos de gran calidad al precio que cada uno elija. Vamos, que puedes conseguir los seis títulos por un céntimo de dólar (menos que un céntimo de euro). Los juegos en cuestión son World of Goo, Aquaria, Gish, Lugaru HD, Penumbra Overture y Samorost 2 (uno de los predecesores de Machinarium).

Los juegos no incluyen DRM, no tienen código de activación, no pertenecen a grandes multinacionales, están disponibles para Windows, Linux y Mac OS, el pago puede hacerse vía Paypal, Amazon o Google Checkout, es posible enviarlo como regalo y, como detalle final, los beneficios se reparten entre los desarrolladores y dos ONGs, Child’s Play charity y Electronic Frontier Foundation. ¿Más? El reparto de ese dinero se hace en la proporción que cada uno quiera.

Con estas condiciones, ¿por qué no comprarlo? El caso es que hay muchos a los que un céntimo debe de parecerles demasiado o quizás es que no encuentran tiempo para escribir el número de su tarjeta de crédito. Sea por el motivo que sea, la realidad es que un 25% de las descargas del pack son piratas. Los responsables de la iniciativa no dan crédito: «¿Cómo es posible que alguien piratee el pack?», se preguntan los desarrolladores de Lugaru.

Las respuestas a esa pregunta pueden ser varias: es más rápido y sencillo pinchar en un enlace, alguno de los métodos de pago no está disponible en un determinado país o simple rebeldía contra la industria. «Algunos usuarios simplemente quieren atacar, ser agresivos y rebeldes. No les importa si están atacando a desarrolladores independientes, niños enfermos o las libertades civiles en línea… están atacando a alguien y así se sienten guays».

En este estado de cosas, no es extraño que las compañías se desesperen con la piratería. No es ni medio normal ni medio moral que vengan unos a darte la mano con toda su buena voluntad y tú les escupas en la cara. Que se anden con ojo los de Valve, que igual a alguno le parece muy caro que Portal sea gratis y se lo piratea.

Yo ya me he comprado The Humble Indie Bundle. Si os mola alguno de los juegos, os recomiendo que hagáis lo mismo. Y sí, estoy haciendo publicidad desinteresada, no tengo ningún problema en reconocerlo.

Ubisoft y su deficiente lucha contra la piratería

Ya sabemos cuáles son los principales perjuicios que produce la piratería a la industria del videojuego, especialmente al área de las portáiles y a los juegos de PC. También sabemos cuáles son las principales reivindicaciones y quejas de los usuarios y cuáles los motivos que llevan a las compaías a hacer oídos sordos.

El tema es espinoso y no todos actúan del mismo modo ante la situación: algunos como Nintendo confían en las intervenciones policiales, otros como Sony deciden crear hardware complicado de piratear y unos cuantos fabricantes de software concentran todos sus esfuerzos en desarrollar sofisticados sistemas anticopia.

Para ser justos también hay que señalar algo que no siempre valoramos en su justa medida: muchas empresas de videojuegos se curran ediciones completas y elaboradas con material adicional que les dan un valor añadido no pirateable. Pero eso es otra historia. Hoy quiero hablar de los anteriormente citados métodos anticopia, en concreto de la última y polémica creación de Ubisoft, probablemente la compañía que mejor representa la vanguardia del ejército contra la piratería.

No recuerdo ni un solo DRM que no haya originado quejas e incomodidades a los usuarios. Los daños colaterales son ya un clásico en estos temas. Pues bien, desde lejos se veía que la tecnología utilizada por Ubisoft para su último método anticopia iba a dar problemas. No se han hecho esperar mucho. El proceso habitual que sufren estos sistemas se ha reproducido a velocidad de vértigo: Ubisoft lanza su sistema DRM en los juegos Silent Hunter 5 y Assassin’s Creed 2 de PC, anuncian que el sistema ha sido crackeado, la compañía lo desmiente casi de inmediato… y llega el primer pequeño desastre.

El gran problema de este sistema es que exige que el usuario tenga una conexión a Internet permanente. En el momento en el que la conexión se pierde, el juego queda pausado. Este requisito es especialmente molesto en un país como España en el que la banda ancha aún tiene que mejorar mucho. ¿Quién pondría la mano en el fuego por la estabilidad de su servicio de ADSL? Pero las incomodidades no provienen tan sólo de la conexión de cada individuo sino también de los servidores de la propia Ubisoft. Y precisamente de la caída de éstos ha llegado la primera demostración empírica de que el sistema tiene algunos puntos flacos.

Al parecer, los servidores de la empresa sufrieron un ataque informático que los dejó inoperativos impidiendo así que muchos usuarios pudieran jugar a los títulos que incluyen el dichoso DRM. Los foros oficiales de Ubisoft se llenaron de quejas (como les sucedió a los de Sony hace una semana), aunque la compañía gala asegura que sólo se vieron afectados un 5% de los usuarios. Han pedido disculpas por las molestias y han presumido de haber encontrado un sistema anticopia eficiente y que, pese a lo que se dice por internet, no ha sido pirateado.

Y yo me pregunto… ¿cuándo tardará en repetirse esta situación?, ¿cuántas caídas de servidores tienen que producirse para que Ubisoft admita ciertas deficiencias en su sistema? Y por otro lado, el número de copias que no se realizarán, ¿compensa el número de copias que no se venderán debido a este DRM?

El huracán de la piratería

Se ve que la piratería es el tema del que hay que hablar. Unas veces es la crisis, otras veces la sequía, la gripe A, un temporal de nieve… Ahora toca la piratería. El Gobierno la ha liado parda con el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible, pero la cosa no se ha quedado ahí: los profesionales de la música han salido a la calle a pedir leyes efectivas, Álex de la Iglesia (actual presidente de la Academia de Cine) ha hablado, Elena Salgado (vicepresidenta segunda del Gobierno) ha hablado, el PP, la Asociación de Internautas, Redtel, Promusicae… Todo Cristo ha hablado.

Entre todo este maremagnum de declaraciones, reuniones e indignación protagonizado por políticos, profesionales de la música, gente del cine y, sobre todo, internautas y profesionales de la Red, los videojuegos también han tenido su hueco. En el epicentro del terremoto, aDeSe (la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento) ha hecho público su estudio sobre estudio Usos y hábitos de los videojugadores españoles. ¿Y a qué no sabéis qué es lo más destacable del informe? ¡Exacto! Hay mucha piratería.

Los datos dicen que cerca del 44,6% de los juegos que se usan en España han sido adquiridos ilícitamente mediante descargas piratas o a través del top manta. Asimismo destaca la escasa penetración en España de los videojuegos mediante descargas de pago, que sólo suponen el 1,5% del mercado. Los representantes de buena parte de la industria (no toda) también se molestaron en recalcar que la piratería ocasiona al sector pérdidas anuales por valor de cien millones de euros.

Ya he hablado mucho sobre piratería en el blog y no quiero repetirme en exceso. Insisto en que yo prefiero los juegos originales y en que jamás he pirateado una consola (siendo sincero, no puedo decir lo mismo de los juegos de PC). Creo que si algo te gusta debes invertir en ello para que siga existiendo. Los programadores, diseñadores, distribuidores… no pueden vivir del aire. Dicho esto, quiero hacer una serie de puntualizaciones que considero importantes:

– El foco de la piratería: En el estudio de aDeSe no se realiza una diferenciación minuciosa por plataformas. Cuando se habla de piratería, los datos se dividen en «PC» y «Consolas». En cuanto al PC, no hay nada que no supiésemos. El alarmismo sobre esto no tiene sentido. De hecho, si se analizase la tendencia de los juegos de ordenador hacia el negocio online, tal vez se observaría que las compañías que desarrollan para PC se encuentran en mejor situación que hace unos años.

Si hablamos de consolas, la división por plataformas revelaría algo que ya sabemos todos: las portátiles se llevan la peor parte. La piratería en Nintendo DS y PSP ha hecho una sangría. En cambio, la piratería en consolas de sobremesa no es tan sangrante.

– Pocas descargas de pago: En este asunto, mucho más importante que los datos actuales es el progreso de los mismos. Sí, las cifras de juegos descargados previo pago es baja, pero va en aumento. En mi opinión, ese crecimiento va a ser brutal a lo largo de los próximos dos años. Tal vez me equivoque, pero el sistema me gusta, ya hay mucha calidad y confío en que la gente sepa verlo.

– La calidad de los juegos: Entiendo que algunas compañías se quejen de la piratería, pero otras no tienen perdón de Dios. No puedes quejarte de que no se compran tus juegos cuando en realidad te dedicas a lanzar producciones cutres a coste mínimo que lo único que pretenden es beneficiarse de una licencia popular, de una moda o del éxito de otro juego al que se está copiando descaradamente.

– La piratería hace perder dinero: Es cierto, pero no tan radicalmente como se dice. Que un jugador se descargue de Internet un juego no significa que, de no tener esa posibilidad, se lo habría comprado. En otras ocasiones son los elevados precios o el trabajo poco cuidado lo que hacen que los jugadores opten por bajárselos en vez de comprarlos.

¿Qué pensáis vosotros sobre la piratería en los videojuegos?, ¿creéis que la situación es equiparable a la que están viviendo las industrias del cine y de la música?

Ataque de Ubisoft contra la piratería

Vuelta al tema de la piratería, que ya hacía tiempo que no salía a la luz. Su regreso a la actualidad informativa se debe al anuncio de Ubisoft de tomar medidas en contra de este grave agujero de la industria del ocio audiovisual.

Al parecer, la compañía no está demasiado preocupada por la piratería en las consolas de sobremesa, que no es lo suficientemente elevada como para constituir un problema grave. La inquietud surge en PC y Nintendo DS, donde la copia de videojuegos está a la orden del día. Aseguran que este problema ha afectado gravemente al nivel de ventas de sus videojuegos.

Ubisoft ha dicho que está trabajando en una herramienta que podría reducir drásticamente la piratería en PC. Dicha solución comenzará a aplicarse en 2010 e incluso podría utilizarse a modo de prueba en alguno de los juegos que verán la luz de aquí a finales de año. Yves Guillemot no ha dado más detalles al respecto, pero parece muy seguro de lo que dice.

¿Pero de qué sirve la seguridad frente al talento de los hackers? A diario se demuestra que los piratas informáticos tienen mucho más talento y motivación que los programadores infomáticos de las compañías. Si la herramienta de la que hablan es un sistema anticopia, no me cabe duda, están vendiendo humo. Eso o se están autoengañando una vez más.

Por otro lado está la Nintendo DS y sus famosas flash cards. Guillemot afirma que el uso masivo de este sistema para conseguir juegos gratis comenzó en España. Sinceramente, me lo creo. Entiendo que una persona se descargue videojuegos o películas en ocasiones (yo soy el primero que lo ha hecho), siempre y cuando también compre algo de vez en cuando, pero no concibo la búsqueda del todo gratis siempre. La gente necesita ganar dinero con su trabajo. Y que quede claro que con esto no justifico la existencia de entes como la SGAE (de dudosas acciones) o el injusto canon digital.

El caso es que Ubisoft intentará reducir la piratería en Nintendo DS ofreciendo diferentes materiales con los juegos (seguramente muñecos, ilustraciones, llaveros…) que aumenten el valor de los productos originales respecto a los copiados. Me parece una buena idea, no creo que sea efectiva, pero me parece buena. No creo que sean capaces de incluir en los juegos nada con el suficiente valor como para que alguien renuncie a conseguirlo sin pagar un euro, pero está bien tener iniciativas. Ésta siempre me pareció una buena opción para aumentar las ventas de los CDs de música.

Acepto que es un tema serio y que a menudo tiene graves consecuencias para los creadores (ya he manifestado varias veces mi postura sobre este asunto, siempre favorable a los juegos originales), pero tal vez Ubisoft debería plantearse si su drástica bajada en las ventas se debe solo a la copia de juegos o también a la falta de calidad de algunos títulos. Un Imagina ser cuela, dos puede que también… pero quince ya empieza a ser cansino (y lo mismo vale para la familia Petz).

Hasta el momento, Nintendo es la única que está consiguiendo victorias importantes contra la piratería. En Japón ha conseguido reducirla considerablemente y en España me consta que ya llevan unos cuantos triunfos frente a los fabricantes y vendedores de tarjetas pirata. Eso sí, sus medidas no son tan «blanditas» como las de Ubisoft. Nintendo se ha lanzado a la yugular del problema por la vía judicial.

Como ya he dicho antes, dudo que Ubi obtenga los mismos buenos resultados que Nintendo con las medidas planteadas.

El doble juego de la piratería

La moda de la piratería en España está alcanzando unos niveles que me recuerdan a los de los años de la PlayStation original, en los que las tiendas anunciaban sin tapujos que ponían el chip a la consola y los manteros igual te vendían el Final VIII que un disco de Alejandro Sanz.

La Wii se piratea fácilmente, la Nintendos DS aún más, con la PSP sucede lo mismo. Mucha gente se compra la consola, le aplica el downgrade, le planta un modchip o se compra una flash card y… ¡a bajarse juegos de Internet! Yo conozco personalmente un buen número de casos de personas que jamás se habrían comprado una de estas consolas si no hubieran estado seguros de que se podían piratear.

Esta misma semana, tanto Nintendo como Sony han entrado al trapo en el tema de la piratería. Nintendo ha sido muy directa: la actualización 3.3 del firmware de la consola, entre otras muchas cosas, elimina la posibilidad de utilizar el software Freeloader, lo que hace que los usuarios de la consola no puedan cargar títulos de otras regiones.

La actualización también corrige el error que se producía al grabar partidas en The Legend of Zelda: Twilight Princess, que servía para poder instalar programas caseros. La nueva actualización eliminará estas partidas, con el fin de evitar modificaciones no autorizadas, que pueden, según Nintendo “perjudicar al juego o a la propia consola”.

Por otro lado, el presidente de Sony Computer Entertainment Europa, David Reeves, ha hecho algunas declaraciones sobre el pirateo de la PSP y ha comentado que la compañía lanzará dentro de poco un sistema para impedirlo.

Lo que me parece más interesante es que Reeves ha reconocido sin problemas que la piratería ayuda a menudo a potenciar la venta de consolas, pero insiste en que en términos globales es algo negativo contra lo que hay que luchar.

Supongo que lo que quiere decir este tipo es que la piratería, al fin y al cabo, resulta rentable para los fabricantes de hardware pero que hay que controlarla para evitar que deje de serlo. Si demasiada gente dejase de comprar juegos, el incremento de ventas de consolas no compensaría y la piratería comenzaría a ser un problema serio como ya lo es en el cine. A las third parties, cuyo negocio se centra en el software, la piratería tampoco les debe de resultar muy agradable.

Ninguna empresa es tan ingenua como para pensar que va a solucionar el tema de la piratería con tal o cual sistema. Son muchas más personas las interesadas en que se puedan copiar juegos que las interesadas en que eso no se haga. A cualquier sistema anticopia, por muy infalible que sea, le siguen inevitablemente cincuenta formas diferentes de saltárselo.

Sin embargo, cada equis tiempo, las compañías lanzan campañas de concienciación contra la piratería o, como ha hecho ahora Nintendo y pretende hacer Sony, inician pequeñas acciones que sirven como mecanismos de control. La nueva actualización de la Wii no acabará con las modificaciones de la consola definitivamente (acabo de leer que ya se la han saltado), pero el miedo a estropearla hará que muchos se echen para atrás antes de intentar piratearla.

Da la impresión de que nos están diciendo «piratea, sí, pero no te pases».

Dicho esto y sin oponerme a la piratería, tengo que comentar que jamás he modificado ninguna de mis consolas. Como aficionado a los videojuegos que soy, un disco copiado me parece que pierde gran parte del valor de un original. Cuando no tenía dinero para comprarme más de un par de juegos al año, me conformaba alquilándolos o jugando en casa de algún colega. Después, salvo excepciones, tampoco he sido de comprar juegos por 60 euros. Nunca me ha costado esperar a que los bajasen de precio.

Los videojuegos me han aportado grandes momentos de felicidad, creo que es justo que yo contribuya a que lo sigan haciendo.

¿Qué opináis vosotros sobre el pirateo de consolas y videojuegos?