Nueva entrega de Los Caballeros del Zodiaco, la última para PlayStation 3, y volvemos a encontrarnos con lo mismo que hemos visto en los anteriores Saint Seiya de esta generación, tanto para bien como para mal, un videojuego de lucha uno contra uno poco innovador pero muy pensado para deleitar a los fans.
El principal problema de Saint Seiya: Brave Soldiers es su excesiva simplicidad. Los combates se desarrollan en amplios escenarios por los que podemos desplazarnos libremente para esquivar los ataques del rival y atacarle desde cualquier ángulo que se nos antoje.
Sin embargo, estas ofensivas están muy limitadas, ya que cada personaje tan sólo posee cinco combos, un par de golpes potenciados y un único súper ataque. Además, todos se controlan más o menos igual. Las escasas diferencias las marcan personajes como Andrómeda, mejores en la larga distancia que en el cuerpo a cuerpo.
El modo historia abarca la parte más interesante del anime, desde los combates en el Santuario, con sus doce casas, hasta la saga de Hades. Lamentablemente, la historia no está contada con demasiada gracia, ya que todo se narra mediante imágenes estáticas que no transmiten ninguna emoción.
Peeeero, son los Caballeros del Zodíaco y, pese a que el nivel gráfico no es ninguna maravilla, están perfectamente recreados, que es lo que a los fans les (nos) importa. Además, el plantel lo componen la nada desdeñable cifra de 50 personajes. Bueno, 31 luchadores más 19 versiones de los caballeros protagonistas.
Entre los puntos positivos de este Saint Seiya también se encuentran el modo online, que funciona bastante bien y alarga considerablemente la vida del juego, y el modo Guerra Galáctica, un torneo basado en los primeros capítulos de la serie que desprende un agradable aroma a nostalgia.
No es perfecto, pero tendremos que conformarnos y confiar en que PlayStation 4 y/o Xbox One vean llegar mejores juegos basados en este mítico anime.
A los fans de los juegos de lucha puede que no les convenza, a los fans de Los Caballeros del Zodiaco, les encantará.