El otro día tuve la oportunidad de compartir unas horas con los alumnos de un curso de audiovisuales de la Concejalía de Formación y Empleo del Ayuntamiento de Majadahonda.
La mayoría de ellos son licenciados en Periodismo, aunque también había técnicos en Comunicación Audiovisual o en Fotografía. Charlamos sobre las alegrías y los sinsabores de esta profesión y sobre las nuevas tecnologías y los cambios que, a un ritmo trepidante, van modificando la rutina diaria de los periodistas.
Pude apreciar que estaban bastante decepcionados, quizás de haber realizado tantas prácticas. Uno también se cansa de ser becario, aunque parece que es lo único que las empresas se permiten ‘contratar’. Mucho gasto en la última tecnología y muy poca inversión en personal.
Así está el patio:
¿A vosotros qué os parece? Cada vez que conozco a alguien y me pregunta por mi profesión le digo: Periodista. Y automáticamente, uno de cada tres, me dice: ¡qué profesión más bonita! Yo quise ser periodista.
Yo, en mi misma mismidad, pienso por lo bajini: ¡Mamón!, si lo fueras no tendrías ese pedazo de coche, ni te habrías podido gastar tanta pasta en el reloj que llevas.
No quiero entrar en el asunto, porque me enciendo. Y la cuestión da para mucho más que un breve post en un blog.
¿Qué pensáis del periodismo actual? ¿Vosotros también queríais ser periodistas?