La tardesoir avanza sin que podamos hacer nada por evitarlo.

Nada por detener el paso de los tanques que, si te fijas, se oxidan en la loma descabezados, dentro del telediario, noticias.

Ha vuelto el señor que ofrecía un restaurante a los turistas en medio de la calle, incluso han vuelto los turistas, aunque no comen tanto como antes, por vida sana. Ni siquiera son los mismos.

Se impone la dieta/estilo de vida paleolítico, que predica Juan Luis Arsuaga en su segundo libro con Juanjo Millás. Hablan bastante de la muerte, la vejez, le densitometría de los huesos, la dieta, el gimnasio, el epicureismo, la evolución… una agonía.

El 20% de los jóvenes llevan tatuajes, en alguna parte lo ponía (quizá en un tatuaje). Suicidios 2019 jóvenes: 319.

Cae la tarde y se anubarra el meteosat, y no podemos hacer nada por detener esta deriva de los continentes y las horas. Podemos hacernos un tatuaje completo y nadie se dará cuenta, nadie se fijará más allá de su propia piel.

La obcecación del yo en la civilización individual impide saber qué pasa ahí fuera, a un palmo. Cada cual su propia película/caverna platónica, cada cual sus monsergas. Y el Estado taladrando por donde puede.

El cerebro es una productora inagotable. Por eso consume tanto (un 20%, con un 2% del peso del cuerpo). El cerebro crea el universo en tiempo irreal, con un poco de demora. Lo que impide al usuario tropezar, aunque no siempre.

Los errores 404 son la primera causa de muerte antinatural.

La propaganda del Estado póstumo…

La penetración del Estado y sus adláteres, miniestados, micronaciones, taifalías, no entra ni un mm en la costra frontal del súbdito, ni aquí ni en China. Bueno, en China un poco más, pero el budismo confunciano residual milenario ayuda a sobrellevar esa GRAN MONSERGA.

Siempre tiene que haber un superpoder monstruoso metafísico/militar coercitivo legal patrullando los cerebros. Suerte que están blindados de serie, de un millón de años aprox.

Cosas peores habrás visto en esa millonada de años.

Arsuaga lo sabe, pero lo explicó en el primer tomo con Millás, y en su primer libro, quizá La especie elegida.

España baja de los tres millones de parados. Con la eco sumergida (a saber si ha sobrevivido o es un mito-meme como Motomami), los datos parcheados a ojo y las ayudas diversas… de ser cierto, que quizá lo sea, equivaldría al pleno empleo sexual (ha sido un lapsus, benditos lapsus).

Las oficinas del Inem o Inaem o como se llamen son ya bazares chinos, no se ve un alma. En las oficinas de la Seg Soc hay colas como para un estreno. Todo es lo mismo y casi nadie distingue entre unas y otras, la morgue, la guarde, el Zendal flotante de leve bruma… Hacienda, todo por la banlieu… ¡el turismo!

En cuanto se incorporen los 47.000 funcionarios solo quedarán en paro oficialmente los gobs que vayan cesando y cayendo, aunque en ese sector siempre hay pesebres, pagas, privilegios, cargos, gaitas.

¡Sobres!

Sin contar con el Estado deepizado, el hueco que deja Villarejo y sucesores y asociados es enorme…

La deuda y su déficit son ya monstuosos pero todo va sindicado en el endeudamiento común europeo, que ya se verá quién paga la luz de Manhattan.

De momento todo sigue, todo aguanta, esos empleos nuevos van a dar velocidad al país destroy amén. Cada 50 funcionarios mantienen un bar.

Con que lleguemos a la cumbre de la OTAN, única hiperrealidad vigente, ya pasará lo peor. Salud a Putin, al menos lo tenemos fichado.

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La foto es el tigre autocensurado con dientes de sable serrados.