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El big data del alma

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Más vale que no vean en Bruselas «El buen patrón» o nos quitarán los euromillones

La peli de Fernando León de Aranoa & Javier Bardem es brutal. Obra maestra llena de recovecos y enigmas. El primero, ¿queda alguna fábrica de balanzas en España? ¿Cómo es posible?

Nadie había reparado en eso, una fábrica de balanzas. León de Aranoa, guionista genial y director ídem. La peli es brutal, Bardem se sale por todas partes, cae bien, hasta que cae mal. Y aun entonces cae un poco bien. Qué tío.

Más que una peli es un documental. León tiene rayos X en los ojos y ha visto el país a pelo.

¿Cómo se le pudo ocurrir a León de Aranoa lo de la fábrica de balanzas? La justicia, vaya metáfora: está percutiendo todo el rato, cada siete minutos, bum, la balanza. El equilibrio, los trucos para mantenerla igualada. La báscula de la entrada de la fábrica… Las gracias del empresario haciendo la balanza con sus brazos… esta peli es hiperrealística a un grado insoportable.

Si el telescopio espacial James Webb la viera se le cagarían sus 18 espejos forrados de oro.

La peli, colmada de Goyas con razón, es multitarea, poliédrica, todo eso. Te ríes y sufres y te lleva sin fatiga ni soñarra, la peli va sola, eso es lo más difícil, va sola triscando por tu cabeza, vísceras, emoticonos, todo.

Lo tiene todo. ¿Cómo ha conseguido Javier Bardem poner esas caras absolutamente de empresario español de su rango? Es él. Es exacto. Todos lo conocemos, aunque lleve otro nombre. ¿Cómo es posible tanta exactitud? Javier Bardem ha abducido a un empresario… sin dejar de jugar con nosotros.

La estoy viendo otra vez –está en Filmin por 3,95, qué bendición– y cada gesto es un prodigio de ingeniería inversa. Bardem ha descodificado al empresario, ay mama. ¿Habrá usado CRISPR?

La peli –Milana bonita, Los santos inocentes reloaded–, levanta el cine y te levanta unas buenas carcaja-dash (carcajada interruptus), brutal.

Saca una España noir terrible, la que es, o la que era hace unos años, ahora es mucho peor, al menos hasta que se propague la ref laboral y esos mil euros básicos de fondo de armario. Justicia, periodismo, caciques, empresarios… ay ay ay.

Raro que haya obtenido subvención ¿¿¿???, raro que no la hayan secuestrado (claro que nos vigila The Economist con su baremo de democracias), raro que no les hayan aplicado a todos la ley Mordor Mordaza. La propia peli es la prueba de que estamos en una democracia de primera especial.

Esperemos que nadie la vea por ahí fuera porque si la ven en Bruselas nos quitan lo bailao (ah no que eso ya nos lo quitó Merkel) y nos retiran los fondos de la pobre netx generation. Que también va fina en la peli.

Jopetas Fernando León de Aranoa y Javier Bardem y el elenco, todos se salen. Y se te quedan dentro. Voy a seguir viéndola hasta que se agoten las 72 horas de Filmin. Azcona nos protege.

 

 

 

 

Terror inesperado en «Siempre quiero ser lo que no soy» de Aloma Rodríguez

El último libro de cuentos de Aloma Rodríguez se titula Siempre quiero ser lo que no soy  (Milenio) y el título es exacto como la ecuación de Einstein o el teorema de Pitágoras. Va todo bien dentro de lo cotidiano pero siempre falla algo. Algo normal, algo de la mera vida. Los recuerdos, las relaciones, el absurdo viviente humano.

La prota y sus hijos pequeños, uno, dos y tres… va todo bien pero la prota, a veces narradora a veces en tercera persona, siempre detecta algo a veces indefinible que crea un malestar superficial profundísimo que al final lo impregna todo y lo invalida dentro de un desorden normalizado de los días en el primer mundo.

Se encuentra a una amiga de hace años, a un amigo de su hermano, novios, flirts, ilusiones, historias que pudieron ser o no ser, humanos intermitentes como todo… ¡la realidad es intermitente a ratos..! y siempre salta la alarma de no estar donde quieres estar, o donde deberías, o una mezcla de las cinco cosas… brrr.

Hay cuentos de infancia y adolescencia brutales dentro de la normalidad. Lo brutal no se sabe qué es ni de donde viene (aparte del salvajismo natural rural), una insatisfacción cosmológica, quizá la mera sensibilidad para captar que todo está un poco a punto de la gran aniquilación y al mismo tiempo puede tardar un millón de años y todo está bien. La vida levemente desubicada.

La prota abomina del mundo rural del pueblo, de los pueblos de sus infancias, esto es muy original en la época bucolística de adoración de aldea. Esto es muy bueno y se agradece mucho, igual que el malestar incipiente… que va creciendo tan despacio que ni se nota… ayayay.

El colofón a este estado de angustia extrañamiento-alien ocurre en un congreso de escritores en un hotel en una isla (CUIDADO TODO ES SPOILER, pero no es La isla del doctor Moreau): la narradora escritora acude con su niña de pecho y todo va bien desde el primer momento todo está mal por milímetros, nada ni nadie está en su sitio, todo levísimamente al filo del error 404… Y esta ajenidad difusa se agrava al sentirse en un ámbito en principio ideal, idílico (aunque hay pinos) y confortable… es un poco lluvia fina microkafkiana que al final crea una angustia que es ya puro TERROR. Magníficas piezas de terror indefinible, que es el que más miedo da… y no te abandona pasadas las semanas.

Entonces, cuando acaba el congreso te das cuenta de que los cuentos anteriores ya no son tan beatíficos preangustiosos como parecían sino que iban in crescendo imperceptible inapreciabilísimo y el mal rollo se iba apoderando hasta que te das cuenta de que has caído en la trampa esperancista pero no puedes salir. Es un Kafka-Tomeo (al que cita en el trembundo cuanto del congreso) que no se nota hasta que te la clava (la estaca, daga… lo que sea).

Hay muchas cosas/personas más pero mejor no contarlo todo. Hay vidas hiperreales de personas que ya han salido en otros cuentos y/o que quieren salir en los siguientes y algunas se quejan de cómo salieron reflejadas y una reconoce que cuando la autora le dio el original para que diera el ok le dijo que ok pero ¡no lo leyó! Sublime terrible. Magníficos cuentos inolvidables.

 

Aquí está la prodigiosa peli Montecarlo, de Lubitsch! 1930. Qué grande. VOSE!

Gráficos de un vistazo 1960-2020 China primera potencia comercial etc… y la decadencia de Europa.

 

 

Carlos López-Otín explica el cáncer desde la ciencia y la cultura en «Egoístas, inmortales y viajeras»

Carlos López Otín. Foto: Enrique Cidoncha (Heraldo de Aragón)

Carlos López Otín. Foto: Enrique Cidoncha (Heraldo de Aragón)

El eminente investigador y catedrático de bioquímica y biología molecular Carlos López-Otín ha culminado su trilogía –los anteriores son La vida en cuatro letras y El sueño del tiempo (con Guido Kroemer)– con el libro Egoístas, inmortales y viajeras. Las claves del cáncer y sus nuevos tratamientos: conocer para curar (Paidós).

Es un manual que compendia lo que se sabe del cáncer, su historia y la historia de los descubrimientos que han permitido llegar al estado actual del conocimiento y a un elevado índice de curaciones.

Explica muy bien que es una enfermedad genética y que las células afectadas dejan de cumplir su misión como parte de un organismo y se entregan a un crecimiento sin límites —egoísta–, buscan a la desesperada una inmortalidad ilusoria, y la consiguen, aunque a costa de aniquilar el cuerpo en que viven, por lo que ese comportamiento acaba por matarlas a ellas también. El adjetivo viajeras alude a que se expanden hasta colonizar el organismo entero, o lo intentan.

El libro, aparte de los fundamentos bioquímicos, propone un panorama completo de la evolución humana y está lleno de ejemplos y personas, por lo que siempre mantiene una visión humanista y empática con las personas concretas. López-Otín, además de hacer avanzar el conocimiento con sus investigaciones, siempre tiene presentes a las personas concretas y habla desde esa cercanía y desde una gran experiencia en el alma, o en el corazón, que también están formados por células a las que, sin embargo, trascienden: el ser humano no es sólo un mecanismo.

También da la última hora de los avances, verifica las diversas vías de acción y sus resultados, proporciona conocimiento para ver qué podemos esperar del futuro en esta lucha contra una parte rebelde de nuestra propia evolución e insiste mucho en la prevención mediante alimentación y vida sana, tanto física como emocional y… medioambiental.

Es un compendio amplio que además está ilustrado con breves ficciones –siempre bien delimitadas– y una gran sensibilidad.

Fiel a su vocación humanista López-Otín arropa el vasto empeño de la ciencia y la medicina –la sociedad entera– con citas y referencias a obras literarias y artísticas, canciones y películas que ayudan a sobrellevar el impacto de verse por dentro y acercarse a esa última intimidad que es el gen y es la célula. Como tituló su primer libro: cuatro letras.

Carlos López-Otín ha dado una visión cultural y científica del cáncer siempre con ese objetivo que enuncia en el subtítulo: conocer para curar.

Se nota que ha escrito este libro con el corazón y con el mismo impulso que guía sus investigaciones y su actividad académica: hacer el bien.

El callejón de las células perdidas

«Un equipo científico liderado por la Universidad de Illinois Urbana-Champaign (EE UU) ha construido una minicélula viva con un genoma reducido a lo más esencial, y un modelo informático de la célula que refleja su comportamiento.»

Los científicos han desarrollado un modelo informático de la célula sintética que predice con precisión el crecimiento y estructura molecular de su análoga de la vida real. Es la simulación más completa hasta la fecha.

La noticia en AgenciaSinc. Y en Craig Venter Institute. La célula.

Syntetic Genomics (Wikipedia)

La fantasía derivada de esta noticia para una tarde viernes (se aplaza la invasión) es que se puede crear una célula en 3d dentro del ordenador y por lo tanto, se podrá exportar al mundo real, exterior, analógico, con piezas de lego mini, o lego nano.

Se podrá jugar a crear una célula cada vez más compleja, ya que esta es la más simple, y luego se podrá imprimir en 3d, en carn, o sea, proteínas madres, materia básica animada, la mera vida. Tan mitificada.

Se podrá crear una persona de cero, de la nada. Bueno, de la base de datos de estas empresas que investigan y reproducen la primera célula predictora.

Se podrá mandar un ser humano en formato binario (o más complejo cuando los ordenadores cuánticos sean triviales) a un planeta lejanísimo sin necesidad de dormir a la tripulación: se manda la información, el código, y se ensambla en destino cuando llegue la nave, la base, los robots…

A esto lo llamo el calejón de las células perdidas, por la peli que se estrena hoy de Guillermo del Toro, y más por la novela, que estoy leyendo, y por la primera peli, la de Charles Boyer en 1947. Geeks significó monstruos antes que adictos a la informática.

Un humano nuevo a estrenar en otros mundos remotos. La costilla de Adán es una metáfora que revive esta historia mítica una y otra vez.

Buen finde.

Enlacitos ¡dos pelis!

Eduardo Bravo: Epe-es: El rescate de ‘Manuel’, el cómic maldito que en 1983 normalizó la homosexualidad: “Fue un bofetón a la sociedad”

La visita del rencor (The visit), Bernhard Wicky, 1964, Ingrid Bergman, Anthony Quinn (basada en obra de teatro de Friedrich Dürrenmatt). Enlace: https://v2.zplayer.live/embed/ovg7pv7gke8u

Filmaffinity.

Guillem Martínez, en CTXT: «La Ley Mordaza es, hoy, el hecho más determinante en la cultura esp. En sus primeros cinco años de vida ha supuesto más de un millón de multas, por un importe superior a los 400 millones de euros.»

 

Se estrena El callejón de las almas perdidas. Aquí esta en Youtube la peli de 1947:

 

«Emily in Paris», serie mágica que te vacía la cabeza

La serie de Netflix Emily in Paris es lo que es, no hay más. Es la superficie veloz y llena de colores que te vacía la cabeza de TODO y te permite, quizá, ir a dormir. Es una serie infalible, y por esas virtudes, m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a.

Te montas en la pantalla y te dejas llevar, no hay uni un roce, ni una fricción, ni un pensamiento. Es casi imposible establecer por descuido una asociación, despistarse, recaer en tu… ex vida.

Vista así, como producto farmacéutico ¡y sin receta! es un prodigio. Ni prozac, ni somníferos, ni homeopatías…

Ni ciencia ni superstición… es una serie. Lo ha conseguido. Va sola, entra sola y sale sola, te deja levemente destroy, cerebro lixiviado, vacío, con cero co2 y cero metano. Los pensamientos, a ciertas horas, son puro metano.

Tu cerebro es una macrogranja, una macroganga, un vertedero tóxico ilegal de residuos nucleares… Hay que centrifugarlo con algo, algo que no te impida dormir, ni seguir rulando al día o al rato siguiente… la vida sigue después de EiP como si nada. Mejor que nada.

La superficie, los colores, los vestidos, las vistas de París (a veces Saint Tropez), no hay nada absolutamente nada que recordar o que comentar, la apología de Instagram se desliza por tu confuso epigenoma y te deja en cero cero cero cero.

Qué maravilla. Como decía Andrés Montes: La vida puede ser maravillosa.

Por lo demás la actriz tiene las cejas como Frida Khalo, así que es una reencarnación de la mayor musa y máximo icono mundial de este año 22 pC pandemónico. Sólo por eso, por resucitar un poco a Frida Khalo, ya merece todo. Aparte que es una serie etérea, ethereum, livianísima… mero espíritu vacío y colores.

Notas mentales inservibles

Un microError antiquísimo produce un desastre años después. Una vida. Un genoma revirado, un clavo, mi reino por una herradura, Shakespeare. Las junta de las losetas del Challenger… BUM!

Y así todo.

Macrogranjas de cerdos modificados para crear corazones para humanos

En Kazajistán, igual que en Cuba, las armas imponen la calma. Para el resumen del año, si es que existen, queda la frase: Disparen a matar. He dado orden de disparar a matar a los manifestantes. Napoleón lo hizo el principio de su carrera.

Contrapunto a EiP (y enlace para la entrada de ayer, sobre Guantánamo y Kafka) ····>

Michael Haneke, El Castillo, 1997

Dos enlaces sobre Peter Bogdanovich y el asesinato de Dorothy Stratten

No lo he podido evitar, me he zambullido en algunas pelis e historias de Peter Bogdanovich (PB), fallecido la semana pasada. Aquí se puede ver La última película (1971), maravilla en b/n. En el rodaje PB se enamoró de Cybill Shepherd y rompió su matrimonio con Polly Platt, decisiva en esta película y en muchas otras.

En 1980, ya separado de Shepherd, PB se enamoró de la playmate y actriz Dorothy Stratten (foto), a la que dio un papel en Todos se rieron. Su marido, un chulo indecente, la mató ese mismo año: un documental.

Hay dos películas sobre Dorothy Stratten, una para TV, 1981, con Jamie Lee Curtis: Death Of A Centerfold The Dorothy Stratten Story (completa en Youtube),  y Star 80, de Bob Fosse, con Mariel Hemingway. Y aquí está el reportaje Muerte de una playmate, de Teresa Carpenter, de 1980, que ganaría un Pulitzer.

El asesinato de Dorothy Straten a sus veinte años es una tragedia y todo en general desprende un machismo arraigado que se expresa con toda naturalidad y enturbia toda la época… hasta el día de hoy.

Todos rieron.

El héroe anda suelto.

 

Links aparte:

Eliot: La tierra baldía. pdf

Benjamín Labatut, entrevista.

La artista digital Anna Carreras, millonaria vendiendo NFT.

 

La pecera doméstica, mueble inminente

Inflación diciembre 6,7 – TOPE INFL!!!

Sx dijo aquello de que no se pagaría menos por la luz que en 2018. Pero sigue triunfalísticamente.

Hace discursos que nadie ve, pero todo va bien. Esp se ha portado económicamente peor que nadie en la pandemitis. Pero todo OK.

La sanchería es inminente, como siempre. Nada que hacer. Sx domina el espacio aéreo mental middle-esp.

Los contagios disparados y el cotillón en duda pero a tope, las escuelas ni se sabe.

Las ccaa’s dudan de sí mismas en pleno sanchazgo dinero para amigos, como suele ocurrir con al partido ómicron y sus sociminis.

Hay que ir removiendo la jerga oficial y allegada porque si no la hipereality se hace orwelliana enseguida. En dos años el poder te conmueve con sus jergas orientativas. Lo que se puede pensar. A quién seguir. Y lo mismo su polo opuesto, que es idéntico excepto en las caras.

La peli No mires arriba te deja un desasosiego profundo residual como si hubieras cenado demasiado plástico, te ríes a veces, poco y mal, te aburres, te cansas, salen megustas y redes hiperreales, lo que es realista (realística horriblera), pero no deja respirar a la antigüedad. Los que queremos vivir como si eso no existiera, mientras pudimos, etc. Da más miedo lo real que lo forzado.

La peli mata porque es idealmente perfecta, o sea, horrible. Cuesta seguir en este inframundi como si tal cosa, pero eso es lo que hemos de hacer. O qué.

La moda que viene que me acabo de inventar es la pecera doméstica, minioficina insonorizada y acristalada demontable pero poco, mejor casi fija, para que cada miembro de una familia deshecha/normal pueda teletrabajar o videodisfrutar (todo a la vez, cual suele) o teleestudiar y examinarse… sin molestar a los demás. Y sinsentir la soledad del espacio profundo.

La pecera doméstica crea un ambiente individual/familiar/laboral/académico/jugón, Ikea tiene que ver esto.

 

 

Riada de lágrimas

Ya se veía que la cosa iba medio torcida. La riada no bajaba bien. Lo de Verónica Forqué ha sido terrible. Soledades enormes y miedo al contagio. Gran actriz y mujer especial siempre presente en segundo primerísimo plano Verónica Forqué nos ha dejado en la inopia.

Su retirada total ha dejado a esp esp España anegada en lágrimas invisibles. Cuando más se habla del oscuro fantasma de la depresión, ansiedad, estrés… Esto.

La Universidad de Zaragoza ha creado una cátedra para tratar de que las empresas prevengan la ansiedad-estrés-depresión de los empleados, una plaga que se empieza a conocer y mencionar. El directgor es Santiago Gascón (escribía esto en 2011).

La riada baja de lado, y por eso se lleva todo lo que encuentra.

Al emérito le eximen en la fiscalía de Ginebra, se ahorra un juicio, un caso. Sigue en Londres el contencioso abierto por Corinna. Rajoy sí responde a la comisión Kitchen: él no sabe nada. Cospedal no respondió. El sorteo de Champions es una chapuza: hay que hacer lo que sea para conseguir un punto de audiencia, que con tanto influencer está carísima. Sin audiencia no hay nada que hacer.

Escolar explica con claridad la contradicción entre el aumento de la recaudación por empleo e impuestos (sin que hayan subido) y el PIB. Es un tema en marcha. No coinciden.

Nada coincide, por eso. En general. Vivimos en la ensoñación de los datos.

Pero…

Siempre hay esperanza, especialmente de inmortalidad, que aparte de las baterías eco-bio es lo único que mola: esta imprescindible entrevista de Arcadi Espada al científico Carlos Belmonte.

Repaso al austericidio de Merkel

Aunque, según la entrevista citada, ni ella ni nadie decide libremente. Pero eso y lo sabíamos.

Siempre Verónica.

 

Octavio Gómez Milián viene escribiendo la historia de la música y la vida en el Motel Margot, máxima potencia, información privilegiadísima, cromos, estampas, vídeos, sounds vivientes… y detalles de las vidas, la suya, la de todos.

 

La democracia lánguida

Hacer algo, pero qué. El mundo se está parando a gran velocidad. Los chips que no llegan, los precios que se disparan. Lo local aguanta si hay huerta.

Tifones y huracanes katrinos. La peli Reminiscence, aburrida, muestra Miami inundada y eso ya justifica verla, parece tan natural ir en barca. Las pelis, si hay dinero, son todas de ciencia ficción, leves anticipaciones. Anette, de Leos Carax, manierismo tedioso, un rato se ve bien. La exuberante languidez.

Entretanto se para el mundo y suben los precios habría que hacer algo, pero qué. Aparte de los billonarios nadie tiene gran cosa que hacer. Hay muchas industrias terminando sus ciclos, intentando deshacerse de ellas mismas, y todo resulta vagamente increible.

USA se va pero deja unos drones en los alrededores.

Aguantamos por los pelos, más o menos injertados, dientes atornillados sin chips, todo tan analógico otra vez. Ni las vacunas llevan chips, tal como quería Bosé. El mundo tal como es no basta, hay que inventarle más contenido, renegar de él y sus atroces normalidades, meterle chips… y por esa necesidad de recrecerlo a la fuerza y extirparle memes no hay chips para todos.

Afg dejará salir a gente, dicen, si todos los países dejaran salir y entrar habría un nuevo sector eco, bio. Turismo de fuga en aviones a pedales. El turista de democracias podría y puede ir a vivir experiencias en dictaduras donde se le trata bien, y podría alquilar unas horas en prisiones infames. Un Abu Graib para selfis.

La democracia lánguida se conformaría con que un país dejara salir a la gente que se quisiera ir. Que se vaya quien quiera y que venga quien quiera. Sin fechas límite, solo con pcr y un poco de dinero, ay. Ese sencillo trámite ya haría de los absolutismos unas democracias de mínimos.

A la modernidad líquida de Bauman la sucede la era lánguida, auge de siquiatras y sicólogos, que se aferran a la «p» griega: psicólogos. La era lánguida interior –y la democracia lánguida– se corresponden con el CC. Son las tres patas de la cesta donde almacenamos el agua del Mar Menor.

Continentes vacíos de repente. Salir de Afg.

Si alguna dictadura avisara de que va a dejar salir a quien quiera indefinidamente los demás países la encerrarían. O ya ha pasado.

..

RAE Lánguido: 1. Flaco, débil, fatigado. 2. De poco espíritu, valor o energía.

Languidez: 2. Belleza anfermiza.

..

Replay: Harari, hackear cerebros humanos…

 

La pasión ciega, Raoul Walsh, 1940.

El salario del miedo.

Paterson, de Jim Jarmush, 2016

 

También nos ha pillado el negacionismo meteorológico

La pandemia agravada con la nevada, estamos fuera, helados, perdidos en la tundra doméstica,

Nos avisaron y no hicimos caso, yo el primero, que me olvidé la bufanda, el gorro… quizá es que no podíamos más. Tantas penalidades, tantos muertos. Tanta osadía y tanto miedo.

Pero hay que poder, hay que resilienciar, o como se diga. Hasta el último suspiro (memorias de Buñuel, que nació en la edad media) hay que resistir y echar una mano. Y recibirla.

La cifra de muertos extra del año 20 es 70.703.

Los muertos que reconozcan los gobs por covid es irrelevante, ningún gob quiere que se le muera la gente en su año, a lo mejor un porcentaje se ha muerto de asco, hambre, pena, dolor indefinido, depresión, espanto.

Lo peor de los que se han quedado es no haber podido despedirse de los que se han ido, ese hueco se queda como un agujero en medio de la posvida, hay que seguir, etc. pero ese hueco es irremediable, el tiempo quizá, consuelos de la humanidad errante que ahora destruye el planeta: la peli de George Clooney, Cielo de medianoche, va de eso, el fin del mundo y Adán y Eva en una nave espacial.

Setenta mil setecientos tres.

La nevada sobre la pandemia (sindemia) nos ha pillado en pleno negacionismo de la meteorología, que ha acertado y la ola nos ha pillado escépticos y sin bufanda ni gorro ni cadenas, con coches viejos para las fuerzas de socorro y sin un mal 4×4 que echar a la nieve.

A las autoridades Filomena también las ha pillado sin los deberes hechos. Estamos acostumbrados.

Todo nos pilla en la cresta y clímax del neocap o neolib, que predica y practica el sálvese quién pueda y el recorte austericida universal y el regreso a la eco feudal, grandes señores digitales. Elon Musk ha pedido ayuda para hacer filantropía, que dice que es muy difícil.

Los recortes nos han matado. No había de nada cuando hacía falta. Ni industria (recortes de los 80) ni mascarillas ni batas ni oxígeno. Ya casi lo hemos olvidado, quedan los 70.703. Sin despedida. Sindemia pandemia.

Los señores feudales de la energía, la sindemia se compone a varias o muchas pandemias entrelazadas que se retroalimentan y se refuerzan mutuamente. Los señores del aire, el agua y la luz. Los políticos se jubilan en las energéticas, la lista circula por todas partes.

Entretanto en Trumplandia todo está en el aire, si estuvieran preparando un golpe ni nos daríamos cuenta. Esperemos que no, aun así la segunda parte va a ser complicada, polar.

Tanto someternos a las restricciones covídeas nos hemos hecho negacionistas de la previsión meteorológica, incluyendo a los gobs.

Ánimo y a seguir. Ni chistes quedan.

 

La peli Long Shot (Casi imposible, 2019, Jonathan Levine) es divertida y tiene diálogos interesantes.