Problemas reales en permanente reformulación compiten con problemas irreales, mucho más veloces y llevaderos / torturantes.
Se acaba el agua, no llueve, nadie reza, no hay fe, no hay ganas, solo nervios, por renovar o estrenar (según) los poltrones y sus sueldos y prebendas, sin agua no hay sed.
Ancianas madres de amigos lloran por sequía y las cuatro gotas del otro día han reavivado medio metro la acequia y ha permitido regar la huerta ya destroy.
Sin agua ni sed queda. Se agosta el desideratum.
Nervios y abusos. En general.
Ahí va una supernova, la NASA nos trae objetos remotos de dudosa catadura.
Los sesgos impiden ver el bosque y el algoritmo obedece a quien paga y un poco al que lo programa prueba error usuario KO.
Las doce ay mama qué horas, cantan el ángelus suyo desde Islamabad hasta Jartum y apenas se oye el gentío estadístico, que pronto tendrá que decir algo, elegir listas, bloques, mejor no pensar en nada o menos.
Menos que nada es más.
Se ha actualizado el lema minimal shop «Menos es más, ideal para fijar sueldos bajos o cero-cero.
Sueldos cero-cero.
Sueldos sin dinero.
Leche sin lactosa, café sin cafeína, sueldos sin dinero, etc.
Nadie responde a nada, nadie pregunta tampoco… Las tareas se atropellan y tras una reunión viene la muerte sin dar tiempo a pasear al perro.
Solo llama a veces el cartero con su torpe aliño indumentario Machado manda en la moda básica de parquímetros.
Todo es fondo de armario… eterno, la ropa de usar y tirar aguanta diez temporadas y mil lavados teóricos.
Banalidad de ineptitudes unánimes.
El país sigue en semana santa, esperando que llueva para sacar los santos.
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La serie de Netflix o similares La diplomática distrae a tope, puedes olvidar tu vida un buen rato. Ilustra el tradicional buen rollo y la compenetración entre Reino Unido y USA. No es nihilista.