Total, esto de los tanques ha sido visto y no visto… unos días de presión… qué manía con los tanques… y ya. Lo que hacía falta es lo que ha pasado: respuesta unánime, !ahí van los tanques!
Hacía falta la declaración, el apoyo moral. Luego ya, por lo visto, buscar los carros de combate concretos, realmente existentes, lleva su tiempo. Normal, los tanques no se usan. A saber dónde estarán.
Pero lo principal está hecho. El respaldo moral y material. Cuando sea.
Poner a punto un carro de combate, encontrarlo, decidir de dónde se saca… si está oxidado… si tiene batería, aceite, ¡bombas!
Los Leopard españoles olvidados e inundados desde 2012… en Casetas (Zatragoza)… van a reparar diez.
El marketing es formidable. Qué país mediano ínfimo no querá un Abrams. Abraham Absalon. Un Leopard XXL.
Hasta un Challenger. la Formula 1 ha perdido glamour ante este fervor de tanques. La moda toma nota: los grandes copiadores creadores, las mejores marcas… todos buscando uniformes de tanquistas de la 1ªWW, por sus siglas en inglés, camuflajes, artilugios, bolsos de tanquista, complementos, ¡gafas!
Incluso los micropisos se beneficarán de este fervor por máquinas obsoletas. Pisos-tanque.
Por suerte ahora Zelenski pide aviones. Parece más razonable, los aviones sí que molan, vuelan, son ligeros… vimos Top Gun y Top Gun Maverick. ¡Los aviones tienen épica… y lírica!
Aquí NYT en esp sobre la guerra, y este enlace de un ensayo más largo.
La invasión de Ucrania ha desatado la fiebre armamentista en todo el mundo.
Traerá innovación, del miedo a un ataque de la URSS nació internet. El que no se consuela…
Ya sale el pequeño Terminator líquido que cambia de forma. La ciencia necesita más dinero y más estímulo: una pandemia, una guerra nueva inesperada.
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