Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Entrenados en la complejidad exigimos el cotilleo nivel Shakespeare

España se deshace un poco, se formatea y vuelve a reburbullir a ratos, grandes ratitos hispánicos para entretener a multitudes con temas menos hoscos. Y así llegamos a los asuntos de amoríos de famosos: por fin la alegría del humanismo sexi eco bio nobiliar, que desemboca en marcas y marketing.

Los años de aprendizaje en vano de la factura de la luz nos han preparado para un máster en el aquinate, o sea, en Santo Tomás de Aquino, o bien en Kant/Hegel, tal es la complejidad abstrusísima de los recibos metafísicos.

Los contubernios judiciales y el bizantinismo habitual que explica los precios de la fruta nos han adiestrado a exigir lo incomprensible. Wittgenstein te da alas.

Así que ha subido el nivel medio de CI del país a fuerza de intentar descifrar esos tratados de ingeniería inversa, facturas, precios, inflaciones, derivados, privatizaciones con truqui, villarejismos, chanchullos, prebendidurías, amigotes de pupitre, rescates fail, fraudes de Estado y/o kilowatios/hora.

Entonces, cuando echan estas fruslerías simplemente humanas de infidelidades selfiáceas, aunque las protagonicen condesas o marqueses o royals pues pillan a las audiencias ya en plena cátedra tomista y con nivel de la cintura de Gustavo Bueno para arriba, así que todo sabe a poco y hay que forzar el scoop y estirar el bucleolo alveolar.

Todo sabe a poco comparado con la autoexigencia formativa individual que vienen imponiendo los tiempos interesantes.

Por eso han rebajado la escolástica en las escuelas. ¡La realidad ya es bastante enrevesada!

Todo es un blockchain.

 

 

El singular desarrollo tecnológico que nos cambiará para siempre

El astrofísico de Harvard Avi Loeb reflexiona sobre el impacto del desarrollo de máquinas con consciencia y libre albedrío en nuestra comprensión de nosotros mismos y el universo

«En el pasado, los estudios filosóficos, psicológicos y sociológicos de la ética se centraban en la interacción entre humanos. En el futuro, puede que tengan que considerar nuevas circunstancias asociadas a las interacciones entre el ser humano y la IA. Las humanidades en el mundo académico tendrán una nueva oportunidad de comprometerse con el futuro de la humanidad en lugar de su pasado. Esta posibilidad no queda demasiado lejos y podría materializarse en la próxima década.»

«Esta semana fui invitado por Bill Linton, director general de la compañía de bioingeniería Promega, a pronunciar una conferencia magistral en el Foro Internacional sobre la Conciencia 2022. (…)»

Carole Hooven: “Es obvio que a los hombres les mueve mucho más el sexo que a las mujeres”

La profesora de biología evolutiva publica un libro en el que relaciona la testosterona con las diferencias de comportamiento entre sexos

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