Los peligros de asomarse al balcón han aumentado. Pensábamos que eran los de siempre: el balconing y el sofocón. Ahora hay que sumar uno tremendo: un dron lanza un misil hellfire. Jodo.
A los peligros del balcón hay que añadir el saltar de cabeza, pero mejor no insistir.
Los balcones tuvieron su momentum en días de reclusión forzosa ya olvidados. Salir a aplaudir. Papel higiénico. Pasear perros. Esto habría que estudiarlo, pero a quién le importa con la que está subiendo. Fuego del infierno.
Aun están los aplausos flotando en el aire inmóvil de los horrores XXI.
El mayor pelirgo de asomarse al balcón es… que te venga un dron y te tire un misil. Aunque insisten en que han sido muy quirúrgicos.
Las plantitas las han respetado. Estos misiles son un antiportento: se abren espadas, filos, alfanjes (como aquellos que puso Saddam en Bagdad) y cuchillas. No estallan, trocean (como al mártir Kassoghi cuando fue a buscar los papeles para casarse a la embajada, ay mama).
Fuego del infierno, hellfire.
Qué poetas tienen en la sala de marketing de las fábricas de armas: fuego del infierno.
El calor: ahora no se puede asomar uno al balcón pq se cocina en 1 second o menos. Pero a quién se le ocurre siendo el capo de al qaeda ponerse en el balcón hombre de dieux.
De acuerdo que esa organización ya solo se acuerdan los especialistas, pero no te asomes, que te van a pillar. La visita de Biden al troceador Bin Salman y la recepción de Macron, etc.
Menos mal que Sánchez SXXX todavía no ha tenido que rendir pleitesía a Salman. Aunque ahí estamos ahí ahí.
Toda atrocidad será sobreseída y olvidada a cambio de algo.
Secretos oficiales de duración indefinida. Recuerden: la ley de secretos es secreta. O tiene varias cláusulas secretas. Escritas con tinta invisible, encriptadas, etc.
El balconing ha sido desbancado por el fuego del infierno, que no es el misil con espadas o navajas suizas automáticas que troceó a ese terrorista sino el mismísimo calorón infernal del CC, que viene a pedir lo suyo.
Este misil, como aquel comando que le entró a Bin Laden, es un aviso para Putin y otros infernales de la dudosa época.
Por lo demás las fiestas de los pueblos no conocen más límites que el propio infierno. El frenesí de agosto va a dejar enano el de los años 20 del 20.
Ya se oye la chundarata y no queda hielo.
Mojarse las muñecas bajo el grifo, si hay grifo y sale agua, es ideal para refrescar la linfa interior.
El sofocón persistente es ideal para tocar fondo one more time (nunca se llega al fondo, o siempre hay algo más abajo) y repasar los innúmeros errores 404 de la propia life cuántica.
Las iglesias antiguas suelen estar frescas. Es un milagro encontrar una abierta.
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A ver qué pasa con Nancy Pelosi tras su visita a Taiwán. Esto es tremendo.