Vangelis dice cosas muy buenas en este breve resumen de una entrevista, citada por Jessica Gómez en esta entrada.
Parece un poco místico, y quizá eso explica la vigencia de su música. Los aullidos y las lágrimas de Blade Runner van siempre en nuestro confuso interior. La banda de Blade Runner es la música del milenio, del espacio, de los sueños.
Vangelis ha muerto a los 79, ya estará en Orion. Viendo naves en llamas.
Es El muro de Pink Floyd, los replicantes ya fuimos indultados y añoramos aquellos días de acción, lo incomprensible.
Parece un poco místico, que es lo único que se puede ser ahora, declinada la era nona y con la Voyager 1 alejándose desdes hace 45 años… y sin dejar de emitir.
Vangelis se va y deja el sonido ya para el futuro. O sea, Vangelis se queda también.
Aquí banda sonora de Blader Runner.
Estamos un poco como las tallas de Santa Orosia y San Sebastián de Guasillo, que se las comen las termitas y necesitan un tratamiento de 4000 euros, cuatro mil.
Blade Runner (y la secuela, magnífica, de 2017) es la peli de la generación 82-22, ya en el postapocalipsis diario. Vangelis explica muy bien en el vídeo de arriba, resumen brevísimo de una entrevista el Al Jazera, lo que piensa de todo, incluyendo la música, matemáticas celestiales, y la felicidad, momentos.
Ha sido un músico desaparecido, siempre fuera de los focos y el famosismo, en sus cosas, en sus músicas de las esferas. Desde esa intimidad profundísima, que roza con el espacio desconocido y cuántico, nos ha dado la luz del milenio, quizá del que viene.
Como dice Pepe Cerdá, lo más probable es el milagro.