Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Fe comprimida en mp2 o mp4

Extraño día. Jesucristo ha muerto a las tres de la tarde (hora española) y no está en ninguna parte, está con el Padre, Dios, aunque los teólogos debatieron mucho sobre eso, pero la vida, misteriosamente, sigue.

Pasan tres días hasta que resucita pero el mundo, tan ocupado, los reduce a uno, 24 horas, comprimimos tres días en uno. Y luego nos quejamos de la velocidad que cogen nuestras no-vidas.

Todo el ciclo de su vida se comprime en un año, año litúrgico, adaptación a nuestro tiempo breve humano, aunque ahora 33 años darían para casi tres ciclos de una vida humana. ¿Qué es la intensidad?

Comprar. Lo fascinante de esos comisionistas de mascarillas y guantes de pandemia es que nada más cobrar ya se compraron los ferraris, yate, inversiones… Dinero/Tiempo. Lo cobran y no les da tiempo a disfrutarlo en abstracto, simple dinero en la cuenta, porque hay que convertirlo en otra cosa. El dinero es la convertibilidad de las cosas, la transmutación de la cábala y la alquimia. Por eso a Putin la sanción es impedir que transforme el dinero.

Tres días en uno. Es una reducción proporcional a 33 años en un año. Pero qué proporción.

Del mismo modo la fe de un año se puede o se podría comprimir en el tiempo de una procesión, en un viacrucis, un rato o unos días. Intensidad, transformación, intercambio.

Tal vez en el atribulado sinvivir de los días ordinarios —el tiempo ordinario, lo llama la Iglesia– no haya lugar espacio/tiempo para la fe o su ausencia, o la simple duda, y haya que condensarla, comprimirla, en unos días o en un minuto.

 

 

 

 

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