Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Distop Shanghai

Tal vez haya un mapa de desesperaciones, los amargorios, según franjas, zonas, mundos, hambres, sicópatas, misiles.

Y el resto, con prisa a sus cosas de cada cual.

Si estás de bajón el médico te da unas pastillas. España es la reina de los antidrepres, un récord. Caen los PIBs y suben las depres. Correlación, no causalidad, bueno, quizá. En USA hay sobredosis de opíaceos legales, recetados, sistémicos. Grandes colocones dentro del orden y la ley. Legalizar lo ilegal sería lo propio, pero lo ilegal mantiene los pib’s en auge.

Shanghai, con una o dos haches, 26 millones de personas confinadas. Un dron dándo la monserga, el mismísimo Estado totalitario que te dice que no grites, que te aguantes. De paso te graba. Al menos no dispara… de momento. Pero llegado el caso, podría. Un poco Blade Runner. Un poco de todo.

Dentro y fuera de los pIBs, ese aire de la época.

Distop Shanghai, con dos haches o con una, 26 millones confinados. Cero info.

Mariúpol, todos muertos. Putin depura sus tropas, por las filtraciones. El enemigo lo sabía todo antes. Así que ha tenido que repescar al carnicero genralote genocida. Genocidiario. Ese tipo va a lo que va, se mueve por objetivos, por eso no extrañaría que usara armas químicas, lo que tenga en el arsenal. Pero antes de que llegara él con sus emblemas, chapetas y medallas al horror sus predecesores ya mataron a saco todo lo que pudieron.

A Putin solo le falta depurarse a sí mismo.

Shanghai parece una locura totalitaria, ahora que aquí ya no rigen esas restricciones. La pandemia es también una oportunidad para un macroensayo de sometimiento universal. En China se presupone, pero ahora se ve en marcha. Y fuera de onda, con todos vacunados. Quizá es gratuito.

A veces los sátrapas, en sus pretensiones porque la realidad les obedezca, cometen locuras, atrocidades, invasiones. Lo de Shangai podría ser un aviso, un ensayo mundial (ahora todo es mundial, especialmente el horror): todos los gobs tiránicos salivan viendo ese experimento monstruoso, 26 millones de personas súbditas encerradas en sus casas.

Los organismos mundiales prevén y anuncian (estadísticamente, con cautela) conflictos sociales tras el ciclo de las abominaciones que, de momento, concluye o recomienza con la inflación mundi.

 

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