Buen tiempo, fuera mascarillas. El gob esp, o sea, lo que queda de Europa, el mismísimo Sx*, ha decretado que las mascarillas dejen de ser obligatorias en interiores.
Ha visto que viene el buen tiempo, incluso en forma excesiva (como suele) y ha dicho, esta es la vuestra. El populus santo recupera así una de las tres libertades del régimen: la propia cara, el derecho al pataleo y el suicidio sin avisar.
La burocracia mata al pobre esp pero no es gratuita sino racional, o sea, para cobrarle. El régimen esp, ahora sanchero, expolia y crucifica a sus súbditos sahelíes, o sea, a casi todos: menos a los oligarcas y familias hasta octavo grado de ranciedumbre y prosopopeya y carnés.
El sancherío rampante, igual que en sus días otros gobs de distintos/idénticos desidearios, solo intenta llegar al finde siguiente con todos los emolumentos & privilegios inherentes inmanentes a sus rangos.
Pero de vez en cuando el power se ablanda & apiada de sus sahelitas hispanos y les permite quitarse el bozal, aunque la autoridad (aquel Simón de los Dolores) recomiende lo contrario.
El buen tiempo es una bendición para el sahelita raso hispano, o sea, los 40 millones que no están encriptados incrustados en los organismos y sus comisionarios consanguíneos nobiliarios, etc.
El buen tiempo, aunque sea salvaje y llueva tierra sahelita o saharianita, permite un respiro al brasero de cospillo y escoria, último recurso energético del sahelita hispano. Estamos como queremos, incluso podríamos incubar una burbuja como aquella añorada de los bemeuves para todos.
Al menos el buen tiempo permite apagar todo lo apagable y ser sostenibles por un rato.
Las mascarillas, mejor guardarlas en lugar seguro. Nunca se sabe.
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Sx* es Sánchez (ex de sí mismo), y antes Sánchez.