El dipu estaba en casa por enfermedad y se presenta en dos zancadas en el Congreso. El listero. Adobado de sí.
El trumpismo se ha instalado en esp. La locura y el lawfare desgobiernan. El manejo de Murcia, las trumpadas de Ayuso, los voxinazos de Casado, la deriva informal de la vida política y de la vida filibustera en general.
Sólo de ver cuatro frases de los mítines de CyL ya dan ganas de salir corriendo. A dónde. Dónde mejor.
Pero todo está agotado. Los socios del gob dan grima, casi tanta como el propio gob. Las oposiciones tamayeras y las otras son espeluznantes. Quizá merezcamos esto. Algo habremos deshecho.
Todo está emponzoñado, corrupto hasta el último voto, telemático o presencial, o ambos a la vez. La corrupción sistémica y estructural, más arraigada que el genoma más rancio, se ha robustecido en estas décadas, no hay remedio, mejor admitirlo.
Otra vez.
Y para siempre.
Siempre hay ilusiones, ilusorios paramecios, escapes, fugas de sentido y sensibilidad, poesía, cine, series, bancos de alimentos… pero la clase política se ha retratado otra vez, mil veces.
Tantos genes podridos. Tanto epigenoma estropeado.
Quizá aquí queda mejor el propio gob sanchero y su socio principal, pues han conseguido el pacto de los montes entre sindicatos y patronal (ninguno de los dos entes está muy legitimado, y quizá por eso se han puesto de acuerdo, lo que tiene mérito), en todo caso este retoque a la ley laboral ha sido un hito increible, quizá el único en este hundimiento pandémico y ético.
Etílico.
Cuando quiten la mascarilla no sabré qué hacer con mis caras.
—
De vendredi
..
Y así ha ido todo en enero
Subiendo la cuesta con el saco a la espalda
de piedras lleno
tu camino
Murió Joaquín Carbonelll y aun se le oye cantar por los teatros
presentar sus libros por ferias y pueblos
perdidos
Y ahora ha muerto Ángel Guinda
olvidados todos
sobre todo los vivos
de sí mismos
Y cada día salen nuevas flores
muertas de sed
y pánico
bla bla
Que ni puedas ver cómo se doblan las hélices
del barco
por el peso de los recuerdos