Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Des-esperando en la tierra baldía

Todo está un poco flojeras. Turquía no tiene gas, grandes apagones industriales. La lira va fatal. Turquía está al lado, casi en medio del jaleo de estos días. Un poco esquinada. Irán ha cortado el suministro de gas, problemas técnicos, aduce. Rusia es una ruina pero Putin disfruta haciendo temblar a Europa. USA ni se sabe qué quiere. Biden ha insultado a un periodista. En México, manifestaciones por tantos periodistas asesinados. Y eso que la profesión está hundida. Semihundida, como el perro de Goya. Todo va un poco flojeras, flojeando hasta el éxito.

Boris Johnson aprovecha la ucraníada para seguir en su despacho. En Spain todo está quietísimo, no se mueve ni el que hace las encuestas por teléfono. Lo que más funciona son las llamadas no deseadas, eso va a saco. Y los vendedores callejeros con carpeta. También a tope. Deben de ser rentable martirizar llamando mil millones de veces: es una especie de ganadería salvaje humana. Sin piedad, sin respiro. Llamar cada día a 40 millones de personas. Aunque solo pique un 0,1% ya es un éxito. Y decían que lo habían prohibido.

Los gobs solo sirven para defenderse a sí mismos, y a veces ni eso.

Vuelve el ISIS con un ataque brutal contra una cárcel en Siria. El horno está a cien mil grados.

El telescopio espacial James Webb ha llegado a su punto de Lagrange L2, a un millón y medio de kms de la tierra baldía. (Otra edición).

Eliot está de aniversario en sus horrores. Año 22 con todos los lanzamisiles erectos. Misiles hipersónicos. Calma y gas.

Ucrania hace bailar las bolsas, todos pierden de momento, excepto USA y China, que pueden apretar una vuelta más, quizá les estalle en las manos, nadie sabe hasta dónde repretar.

Y luego está la semivida esp en medio de los muertos ya olvidados antes de nombrarlos por pandemia y por todo lo que no se ha podido catalogar o listas de desespera y sanidad en saldo y despiece. La anodina inmatriculada vida esp tras el hundimiento del año 8 y hasta el pandemonium de 20, Wuhan/Taiwán. Del virus al microchip.

De todo falta y lo que hay vale un sueldo, el abandonismo y el vituperio y la rabia inútil se adornan con fundas de móviles, caminos de mesa a ninguna parte…

Santo horror diario en espera… al menos llaman las telecos y mil timadores automáticos…

La anomia de la vida esp, es difícil calibrar la parálisis facial del país, no se mueve una visa, las calles ni pintadas registran. Ha bajado uno o dos puntos en el índice de percepción de la corrupción. A quién le importa. Villarejo, en su casa.

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