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El big data del alma

Zozobrismos del español estadístico

El estado normal del español básico según el cis es medio zombi, ni muerto ni vivo: un si-es-no-es. El zozobrismo entre el crédito, la renta y la vasta nada… más el recuerdo, ya pálido, de los años opíparos hasta el 2008. Ay.

Hasta ese crack todo iba bien, especialmente la corrupción, factor que define el país esp por su honda raigambre… transversal!

Y el funcionariado, que sujeta España y equivale a la extinta o nonata clase media. La transición se cayó de los altares tras el crack del 2008. El funcionariado sostiene las patrias sucesivas.

Esto son estimaciones a ojo, claro, el cis no se mete en esas metafísicas cotidianas. Bastante tiene con ir cambiando las preguntas y escamoteando otras. El español deduce los problemas por las preguntas ausentes del cis. Es un código común.

El español estadístico no llega a nada apenas lee los anuncios y la ristra de whatsapps que le mantienen en marcha, en vilo, desinformado y fakeado. La ristra de wattsapps es el hilo místico, el fluido vital de las almas erráticas, lo único estable en la precariedad.

El español depende de Facebook en sus múltiples redes por edades.

El español básico, a diferencia del orteguiano de citas, sí que sabe lo que le pasa/nos pasa. Pero no lo dice porque tampoco sus antepasados hablaban de los shocks tremendos. El español ya no mata hace dos generaciones, pero guarda silencio demoscópico.

Si el cis quiere saberlo ya vendrá a preguntar. Pero claro, no viene, y si viene nunca pregunta eso. Es difícil acertar con las preguntas. Lo menos que podría hacer el cis y otros instrumentos de extracción de memes es pagar al encuestado.

Al español fakeado y aterido (la electricidad está intratable) le resbalan los datos falseados del día, los cientos de miles de empleos que ni se imagina (aunque hay mucho trasiego de carretilleros, porteadores y asesores aúlicos), las estimaciones del PIB, la recaudación que sube por impuestos que no han subido. Aunque todo sube.

El esp de fondo de armario de ikea (que no tienen fondo) lleva décadas oyendo monsergas pero las hiperrealidades no cuadran.

Suerte de Europa pues. Hasta Merkel –que nos hizo retocar la Constitución en una tarde para pagar primero la deuda– es medio santa.

El Papa debería beatificar a Merkel, o nombrarla jefa de la casa papal para que pusiera firmes a esas curias cismáticas.

 

Anoche vi un buen trozo hipnotizante de la peli de Orson Welles El proceso, 1962 / Kafka, con Anthony Perkins y Rommy Schneider. Es la vida misma en Europa. Allí sale el piso desangelado que te imaginas leyendo La metamorfosis, y salen las oficinas distópicas que dos años antes aparecían en El apartamento de Wilder. La peli no está en Filmin, pero está aquí. Y mejora a cada rato. Las pelis se ven ahora a ratos, y siempre en la clandestinidad. Algo de los lóbregos pasadizos y ruinas de El proceso, que tanto gustarían ahora, se lo debe a Jean Cocteau y su sensacional Orfeo.

Juan Marqués entrevista a Mircea Cărtărescu. Dice cosas de los jóvenes cuatro poetas que fueron que evocan a Bolaño.

Daniel Toledo: «El mensaje navideño de George Bailey para la banca española y sus fusiones«. Qué bello es vivir!

Ya cosida la tarde se me viene encima el adjetivo herraldiano, por Jorge Herralde, al que entrevistan en Página 12. ¡Herráldico!

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