Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

En luto por todo y por si acaso

En luto por todos y en plena crecida ritual del Ebro. En luto por Verónica y en plena depre universal, por ella, por la pandemia eterna, por nada, por el no saber, por todo. Y los contagios, que ya se ve que todo se contagia y por eso hay que tener cuidado con las noticias: de lejos, leídas, cribadas, releídas, en cuarentena.

Casi todo es verdad en general por eso.

Luto por ella y luto preventivo.

En medio luto plena pena saliendo bajo las nieblas que suben del suelo y de los ríos que dejan fango y siluros atontados. Los siluros, casi ciegos, no necesitan agua clara, pero el barro y los troncos flotantes les perturban sus antenas monstruosas. Ellos creen que están en el Danubio o el Rhin, esos ríos de entreguerras, no saben los siluros que los trajeron de contrabando hace curenta años al Ebro. Y creen que siguen por allí. O son espías soviéticos que a fuerza de mutar se han silurizado y las antenas son radios que tratan den vano de mandar mensajes a Moscú, donde no queda nadie de la época.

Sobraron tantas cosas de la guerra fría aquella… ciudades secretas nucleares, catacumbas, misiles osidados, ideas…

En pleno luto inesperado Verónica 66 años luto contagioso repasando cada cual las películas de sus vidas, vidas sucesivas, momentos veronizados risas, lloros, homenajes, cenas, de todo, de casi nada según los humores y las glaciaciones, afectos, sustos, amores y olvidos.

La súbita marcha nos deja extraños, en una tierra inestable, sacudida por oscuros presagios y estadísticas movedizas, donde nadie sabe nada y no hay forma de medir el co2, la filantropía o los bitcoins que circulan en inframundos offshore.

Los infiernos de Dante se han puesto a girar locos en sus sierpes, estamos en trance de algo que sigue empezando cada minuto. El virus, ya olvidado por los vivos, que solo quieren seguir ese impulso natural elemental de seguir viviendo, se recrea y resucita en su levedad mortífera. Derriba gobiernos y mata y muta y porfía. De puro elemental tiene fácil girar y dar saltos evolutivos. Este virus que nadie adjudica a China (no cobra derechos de autor) rota sobre mil ejes.

Y luego está Rusia que amenaza avisa a la inexistente OTAN de tercera regional que no tiente a Ucrania. Rusia ya ha dado zarpazos y misilazos (a un avión civil): Crimea, Ucrania, Bielorusia… Sin contar elas ciberguerras. Rusia avisa que no se acerquen tanto. La distancia social se ha contagiado a los países, China/Taiwan mar de la ídem, Rusia y sus periferias eximperiales, la distancia social se derrite con el duelo, el duelo eterno.

 

 

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