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El big data del alma

La posdemocracia mutante

Nos vamos haciendo a la idea de la postdemocracia, un estado febril de inane ansiedad.

En la que los políticos apenas gestionan lo suyo. Lo suyísimo. Y gracias.

Enseguida inventan o remixean otras trifulcas para entretener distraer al gentío y llenar horas de polución cerebral.

Una cosa quita otra, etc.

Los apaños para colocar(se) en las cúpulas se van quedando en el pasado que ya se hace remoto. La batidora de actualidades produce leyes, decretos, monsergas.

Las cuentas cuadran de lado, encajan a presión y las hiperrealidades van por sus lados, como containers a la deriva.

Han hablado Biden/Xi por pantallas y es un gran avance para ellos, se consolidan igual que en las cumbres diversas, confirman que existen y que mandan algo, un 2%, un 1%, en el azar de los mundos.

El cabo suelto es Putin, ante la charla Xi-Biden Putin lanza un misil y pulveriza un satélite allá arriba. Es la forma de intervenir en las conversaciones. Ser alguien un rato más.

Cada cual crea la realidad como puede, hasta donde le llega el misil y el presupuesto. Putin es el reverso de todo.

Las dictaduras declaradas o muy descaradas van expandiendo sus agitprops, pero quedan restos de democracia, democracia low cost. El atractivo de Europa es total. En este inframundi de agonías y fakeados la Unión resiste como fashion liberal, con sus achaques seniles antes de nacer (la UE está a medio ser, no es más que un proyecto en marcha, quizá eso es lo mejor, la ventaja de ir haciendo…).

Cada partido lucha consigo mismo por las listas, la larga marcheta a muerte, mientras alguien, quizá en una covacha externalizada, trata de esbozar un pensamiento, un hilo rusiente al que se puedan agarrar los votantes ya desganados.

El pp se deshace por dentro en sus luchas empoderantes, como todo en la aurea precaritas. Al binomio Casado-Teo o Teo-Casado le salen dos mujeres que lo desbordan, la lucha por el empoderío es total y también da circo al público.

Madrid siempre anima tanto, la capital es el summun de la España vacía, la esp vacui con sus peleas a cuchillo. Cada lustro, la suya.

Todos estos devaneos y justas poéticas a muerte civil disuaden de la hosca realidad de un estado medio destroy, con su villarejo y sus altos damnificados, con su torvo pasado arrastras. Todo en danza lo peor.

Han petado el TC y todo ese negociado del poder judicial, que vende la venda por cuatro bolos o la usa para taparse a sí mismo cual sudario de la momia de Montesquieu.

Han echado a un diputado a fuerza de lawfare, una demo de power noir. Y un acatamiento.

EL tripartito está embarullado: leg-ej-jud.

La posdemocracia va mutando/matando en sus élites destroy, igual que siempre pero ya con el electorado agotado de reposiciones, si hay memoria del horror sistémico.

El gentío va con mala cara. Sería guay un candidato o una candidata con más ilusiones que odio y rabia, etc. Y algo de honradez radical.

 

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