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El big data del alma

Los Reyes Magos ya no traerán carbón a los niños malos

Xi ha dicho que los Reyes Magos ya no traerán carbón a los niños malos. Se acabó el carbón.

La ONU es la feria mundial, los JJOO mangoneados por los que tienen veto, algo de la 2ªGM que ya no funciona. Escaparate de tendencias y gran cámara del disimulo global. Se acabó el carbón.

Lo más llamativo es que Xi, presi omnipotente de China (Xina), ha dicho que se retira del carbón. El anuncio ha sido una bomba carbónica, pero nunca pasa nada. Se ponen placas solares, ventiladores y baterías Tesla y a correr. No ha dicho nada del petróleo, somos petróleo y plástico, incluso a nivel celular o celulítico. Y semiconductores, cada vez más pequeños, ley de Moore.

El carbón ya cerró en Teruel, Andorra, Escucha, se acabó el carbón. Pero hasta que no lo ha dicho China (Xina) oficialmente no ha acabado la era carbónica. Ahora sí.

Argelia veta los vuelos desde Marruecos. Conflicto. El gas que nos llega a precios de gas. Y Rusia. Proveedores de gas. Dale gas al manubrio. Somos petróleo y plástico, que es petróleo espachurrado. Y unos pocos microchips. ¡Y carbono! Y agua de la Manga del Mar Menor, ya olvidada.

Los fondos Netx Generation no dicen nada, son silenciosos y opacos, como siempre el gran dinero, que es todo en B, eco sumergida del poder, al que nunca le viene bien contar sus cuentas, pues el éxito del neolib clientelar de amigotes es el misterium, como en las series.

Series y selfis, vitalismo último de la nihilidad o nihilía, la postvida rampante y postrada. Xi ha dejado el carbón mientras decide qué hacer con esa ruina de Evergrande para evitar que contagie o contamine al resto de Asia-Pacífico y su propio despacho, pues cuando cae un monstruo de esos inmobiliarios nada está a salvo. Demasiado grande para to fail.

De lo que no se puede hablar es mejor callar, que dijo el millonario que renunció a su herencia para ser maestro y filósofo al que nadie pudiera entender… hasta que llegó la época actual en la que nada se entiende excepto el Tractatus, especie de app de Nostradamus.

El fin del carbón es toda una civilización que cambia en dos telediarios. Queda un poco de petróleo y todo ese gas del que nadie sabe prescindir. Y las nucleares, tan seguras como Fukushima y Chernobyl y Harrisburg (1979), etc. Lo que cuesta la luz y el calor y el frío. Sudor de tu frente, sudores de gotas de plástico combi con adn.

Xi en la ONU ha declarado que Xina deja el carbón. Algo gordo tenía que decir para tapar la deuda hiperreal de sus empresas neocap, el neocap escapa al semicomunismo por los chips, que no conocen a nadie, y el 5G, que conoce a todos, llegará enseguida al fondo de las conciencias, cuya cifra es la compra de cada día, archivada en el gran ojo vigilante y su alogorítmica veloz.

Algo tenía que decir para esquivar el coronavirus ya olvidado (hasta vacunas sobran, casi tantas como muertos) de Wuhan.

A la ONU se va a disimular a lo grande. Desmilitarización y paz para todos. Y a encargar misiles y submarinos para el año que viene.

Los Reyes Magos ya no traerán carbón a los niños malos, pero no hay nada para sustituir esta costumbre. Bueno, como tampoco hay Reyes Magos, eso también da igual.

 

El teniente Colombo

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