Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Celebración del viernes

Poder rascarse la espalda, estar bien, que exista el universo… (ver vídeo abajo).

El buen tiempo, la gente curiosa, la alegría de los que quitan los andamios de la casa de enfrente, los gritos y el golpear de los puntales y los martillos, hierro con hierro, las cosas…

El Tractatus de Wittgenstein, la alegría de no enteder nada nunca, la ilusión de entender algo a ratos, alguna vez algo…

Llevar la contraria al Tractatus y decir justamente lo que no se puede decir.

Y por eso celebramos el viernes, el buen tiempo, el veranillo extra, el precio incomprensible de las cosas, de la luz…

Este café de polvos, de máquina, de la calle, de los bares, la vida en la calle, los rumores del fin del mundo que no sale en el calendar.

La vida extra del Whatsapp, las redes de pesca en el muelle, las playas llenas de peces muertos y las que aun tienen peces vivos.

Los terceros y cuartos mundos donde la vida vale menos que una mota de polvo

Las muertes que nadie entiende, los que embalsaman a sus padres o los emparedan (Pozondón) para cobrar las pensiones sin salir nunca de casa nadie, todos encerrados en la muerte/vida.

El cartero que llega siempre a todas partes, la cartera.

Los silenciosos crujidos de los mercados insomnes, los trabajos infernales, los diamantes artificiales, los vertederos donde arden los móviles y tablets y ordenadores deshechados.

Los cracks diarios, las fábricas de coches paradas porque no tienen semiconductores, el mundo pendiente de una sola cosa diminita que escasea.

Los metales raros minerales preciosos que dan sueño y sangre.

Que el universo exista, la simulación más completa de todas las galaxias (Uchuu) que cualquiera puede utilizar siempre que sea de la comunidad científica.

Un ratito para dormir…


Y soñar

Contigo

 

 

El 11s

Los comentarios están cerrados.