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El big data del alma

El TC anula el estado de alarma en los penaltis (6-5)

El TC ha copado un rato la actualidad, siempre tan ella, con sus manejos del remoto pasado, pero esos flecos no empeñan lo esencial: que estamos a punto de estrenar el sanchazgo, nuevo estado (y Estado) de España (esp) sobre cuyas peladas lomeras están puestos los ojos y satélites de medio mundo.

Pues aquí es donde se innova más rápido en la política efímera, la que no deja rastro. Échale un TC a Sánchez.

Cuando llegan los dictámenes el sujeto ya ha volado, mutado, incluso ha mudado el pellejo de medio gob. ¿A quién apelan las tres sentencias TeCeras cuando llegan? Bueno, a Iván, por poco, aun le pilló la del CNI. Pero Iglesias ya había desaparecido. Iglesias ha sido un preclaro, un alumni avispado: ha aprendido que su exjefe-socimini, Sánchez, es más rápido que el rayo. Y salió disparado antes que implosionara el parqué.

Cualquier día de estos va el TC y publica una sentencia en una semana.

Aunque semejante velocidad (sanchera) seguramente sería anticonstitucional.

El caso es que el TC ha decretado que el estado de alarma no valió. Ha sido 6-5, o sea, por los penaltis.

Por lo demás Europa ha avisado que los coches a tufarra se prohibirán hasta el 2035, cuando el cambio climático (CC) ya habrá casi acabado (con todos).

Además de los 140.000 euroMillones, que ya se van acercando (lo que da cuerpo y entidad a la sanchería), la Unión Europea está prometiendo muchos millones para paliar los estragos del CC –y de combatirlo–. Tanto dinero, viniendo de donde venimos y vienen, es casi sospechosísimo.

Lo que definirá a la siempre inminentísima sanchería es la Unión Europea. El dinero, las leyes, las órdenes (que se ignorarán como hasta ahora), el estilo.

A su vez, la UE, que algo se fija en la mutante esp sanchera, alucina con las velocísimas inmolaciones del velociraptor moncloví. Es un modelo para dirigentes y spinofistas del mundo y eso explica que el obsoletísimo Biden, que aun quiere enmendar un neocap que ya no existe, ni siquiera lo viera aquel día en el pasillo.

Un ejemplo ya arqueológico de esta velocidad sancherística es el invento de delegar y esparcir la gestión de la pandemia entre las ccaa’s, que ahí siguen, lidiando con sus audiencias provinciales, miniTCs de barrio, bares y vacunas. La cogobernanza dedazo sanchera, tan denostada en su día y siempre (y yo el primero), ya se estudia en Yale y Harvard.

Ahora están pidiendo a gritos las ccaa’s de la Quinta Ola que el gob proclame un toque de queda o similar.

Con el decreto TC anulando el estado de alarma hay que borrar todo aquello de los balcones y los aplausos y devolver el papel higiénico. Sin duda es una sentencia justa.

 

Dado en Bizancio a tantos de tantos de bla bla

 

 

 

 

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