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El big data del alma

La sanchería colapsa antes de agonizar

La variante delta del virus se contagia en cinco o diez segundos, ni siquiera hay que cruzar la mirada. Esto dicen en Australia.

El gentío, muy a medio vacunar, intuye o sospecha que la media o ninguna dosis solo protege sicológicamente, o sea, que el virus, ya muy resabiado (mutar es eso), esquiva a los adultos provectos o semipinchados y se enfoca más o solo en la juventud.

Por eso tan poca gente se quita la mascarilla por la calle. O porque todos hemos leído la cartilla del virus delta, que contagia más rápido.

La policía duerme por primera vez en un año. Que cojan fuerzas.

La sanchería todavía no ha comenzado oficialmente (no han llegado los euromillones, o no se ha publicado, que sería peor) y ya agoniza, qué velocidad de los times.

China manda sonidos de Marte, uuuuuhr, muurhrhrhrhr, largos rasquidos de zombis marcianos, naves en llamas en Orión.

Pero lo que ha cambiado el mundo es el virus de Wuhan, finales del 19, y nadie sabe nada. Aquí estamos, esperando unas gafas en 3D que permitan ver y esquivar a la variante delta, que contagia en cinco o diez minutos.

Mhuhuhuhrg!

La mascarilla protege primero de uno misme y luego de todo lo demás, empezando por el co2, co3 y restos de uralita, que aún flotan el el ambiente, puro patrimonio mortífero, como esas bombas oxidadas que afloran siempre en Teruel.

La sanchería no acaba de arrancar. Como todo, necesita dinero. Los indultos, en ese sentido contable, que ahora ya se va imponiendo, solo son gasto. Esa energía, en las dos o tres direcciones, ya no se recupera. Y el gentío, como se vio en la multiplicación de los panes y los peces, tiene que comer, pagar la luz (¡¡¡-!!!), el albergue…

Ahí flojea la presunta sanchería. Si no empieza a repartir sopa y bocatas y bonos de supervivencia, se va a quedar con los indultos firmados y un motín que dejará el 15M en una fiesta de párvulos.

La sanchería solo llegará si el censo está vacunado de verdad y luego va a casa y cena algo, aunque sea poco, por la obesidad mundi.

Y además del HACHAZO de la luz, o electricidad, está el de las telecos, la conexión, los datos, la wifi. Estas subidas de las majors pueden destruir el endeble sancherío. Suman o restan demasiadas cosas, extractivitis que ya mata sobre llovido.

 

Si al menos la eutanasia fuera gratis y en el día.

 

 

De esto ya va a hacer dos años:

Carta al presidente Sánchez para que incluya en el kit eutanasia el suicidio asistido

 

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