El miedo se me apodera, tanto el universal como el personal, que son lo mismo. El universo conspira contra usted, ¿qué va a pasar?
Estamos cruzando el mar Rojo y las aguas se han abierto muy poco, o nada. Vamos en patera… o a nado.
La receta habitual es vivir el presente, que equivale a no pensar, a no saber, a no tener memoria, a nada. El presente es la memoria del pez de 3 segundos, el tiempo de concentración del pez y de los adolescentes actuales según un estudio de Microsoft. Ay. Tres segundos.
El presentismo radical sería el alzheimer, un segundo de memoria y concentración. Funes el memorioso de Borges, liberado al fin. Hay que rehacer ese cuento. Por suerte The Economist dice que baja lo innombrable (y aventura que es por las ayuda estatales), aunque en España sube.
La levedad absoluta. Pero esa receta no quita el miedo. Lo único que hace el vive el presente es reiniciar el miedo cada tres segundos. Aunque a veces el presente puede durar, digamos, un minuto. O cinco, aunque eso sería una eternidad.
El miedo viene del fin del mundo, que su vez no llega.
Cuando el miedo se te apodera no hay remedio, pero ayuda contarlo, decirlo por ahí, a usted, ya perdonará la confianza.
Luego, hay que reconocer que todo va a mejorar, ya puestos a predecir catástrofes, optemos por pronosticar la prosperidad una vez que hemos aprendido a renunciar a casi todo o a todo. Cuando venga, que ya viene (al menos en USA), no sabremos qué hacer con ella.
Con tanto de todo. Los felices veinte de nuevo, horreur. Esperemos no repetir los treinta, etc.
Oh no, ahora todo es distinto, tenemos blockchain y eso.
Y eso pues.
Tengo miedo, tengo miedo, etc.
Ya se me ha pasado. A fuerza de decirlo, se evapora, se hace un meme más, un supermeme banal y trivial, una commodity cualquiera más. Y se acopla en la infovida, ese folletín veloz y a veces lento.
Ya han pasado los tres segundos de concentración, qué largos, qué arduo el vivir.
Ay Merkelinde, no nos abandones. Amén.
Y acuérdate de la India, que somos todos.
La ministra Reyes Maroto recibe una navaja ensagrentada
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Aquí hay un libro web titulado Fundamentos de la información. Por Amy J. Ko, Ph.D. La introducción está muy bien.
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Y el Motel Margot:
Cobijo contra la tormenta de Benjamín Prado: canon poético personal