Nos vemos peor desde dentro que nos ven desde fuera, según el barómetro del Instituto Elcano (20Minutos). Eso es porque al hacer la encuesta no habíamos visto el submarino nuevo. Y eso que aun no se ha sumergido. Aunque la botella inaugural no ha roto el casco: el buque ha resistido hasta el hisopo del cura que lo ha bendecido.
«La imagen que los españoles tienen de España es mucho más negativa que la que tienen fuera de nuestras fronteras. Para los españoles, la corrupción, la «debilidad» del país y la pobreza son aspectos que se perciben con especial negatividad. Casi dos tercios de los españoles (64%) definen al país como corrupto (frente al 27% de los europeos que opinan esto sobre España), más de la mitad, un 52% ven a España débil (por un 25% de los europeos), y un 62% la consideran pobre (frente a 43% de los europeos).»
El barómetro Elcano ha preguntado por internet a 4.400 personas de once países y está en este enlace.
¿A quién se le ocurre hacer el barómetro antes de botar el submarino? ¿Acaso fabricamos todos los días un sumergible?
España atrae a turistas más que a los inversores porque hay más turistas que inversores. Además, este año no hay turistas. Es una especie o clase que ha desaparecido a la fuerza. A saber dónde estarán.
El mundo exterior no tiene de España la mala imagen que tenemos desde dentro, donde la corrupción y las corrupciones se sufren en silencio a diario, están en el aire, ya parecen naturales, ecobío tan nuestras. Y donde los políticos & élites en general van a lo suyo desde tiempo inmemorial.
La corrupción es una commodity. Y sobre todo que parece que no va a ser fácil (ni difícil) repararla.
Eso es lo que más daña la imagen íntima, que no hay regeneración posible. Ni siquiera hay regeneracionismo, que es una declaración, un propósito que nunca se cumple, pero al menos, a veces, se proclamaba. Ahora ni eso ya.
Pues.
No se ve la mínima intención de parchear la estructura colapsada corrupta. Todo es agitprop. Decir tontadas más grandes que el rival.
Fin.
—
Guillem Martínez la clava una vez más.
–
Ceremonia submarino (en seco)