Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

El neolib nos está matando

El annus covideus se apaga y las vacunas tardan hasta el sepulcro.

La jugada es la misma de siempre: el mercado manda y los gobs obedecen.

Los gobs están formados casi siempre por futuros consejeros de las corps del mercado bla bla. El caso español está lleno de ejemplos.

El mercado manda y en general todo va mal aunque va tirando, desde los años 70 del extinto XX se acabó el levísimo estado del bienestar y todo eso, la marcha atrás del neolib, solo el dinero manda y dirige el mundo.

Y con eso nos hemos ido apañando y conformando mal que bien hasta que ha llegado esta ola de muerte sistémica que llamamos pandemia del coronavirus y la covid bla bla. Y ahora se ve que las corps, en este caso farmacéuticas, son las que deciden cómo y cuándo y a qué precio se pinchan las vacunas: el criterio son los beneficios para ellas.

Y por eso estamos muriendo a pesar de tener las vacunas y sus patentes y la inmensa capacidad de producción.

Es una pena, sí, pero es lo que hay. Es el mercado, amigo, es el negocio.

Lo bueno es que ni siquiera protestamos, el atontamiento es universal y las cosas, como en la edad media, ocurren porque sí.

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FIN

 

Varios…

Una máquina no puede aburrirse.

El orbe de las criptomonedas ha engendrado los non fungible tokens  (NFTs), activos digitales autentificados por el blockchain. Cualquier cosa puede ser única y tener su sello original. Esta aplicación de la cadena de bloques (como casi todo) ha creado un mercado de archivos mundial. No son intercambiables, cada gatito es único. Duchamp, etc.

En clímax del copiapega desemboca también en la posibilidad de autentificar una obra copiable como la única verificada. Se han subastado gatitos por millones. Todo es revendible, como en Wallapop.

 

 

 

 

 

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