Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Distop in progress

En vez de aplanar la curva la curva nos aplana a nosotros. Y eso explica que la expresión ya no se utilice.

Hemos sido aplanados.

A lo ancho y a lo largo. Como los coches en la prensa del desguace. En Pulp fiction por ejemplo. El cementerio de aviones de Perdita Durango, la peli de Álex de la Iglesia que parece de hoy… un estreno.

La curva del virus o nos mata o nos muta. Estamos mutando sin darnos cuenta. Es difícil verse en este postmundo. Ya salíamos pero seguimos. Distop in progress.

Pesadilla Wuhan. Aun hablan de Semana Santa, qué cruz, qué de cruces. San Blas, una hora más, ayer. Los santos han pasado por esto en sus épocas, quizá somos mártires sin causa, sin qué. El azar y la necesidad.

La curva nos chafa el lomo. Nos machaca el cerebro y nos fuerza a mutar. Desde aquí puedo oír el genoma retorciéndose en su cueva. Las vacunas de Israel son un enigma porque de momento no detienen el contagio.

Los profetas deberían ser youtubers o instagramers, pero qué nos dirían ya.

En Francia hay un portal de colapsología.

Aquí se explica el penúltimo aviso de científicos sobre el estado del planeta.

Esta frase de El azar y la necesidad:

«Cuando se piensa en el inmenso camino recorrido por la evolución a lo largo detres mil millones de años, en la prodigiosa riqueza de las estructuras que ha creado, en la milagrosa eficacia de las performances de los seres vivos, de la bacteria al hombre, se puede empezar a dudar que todo ello sea producto de una enorme lotería, sacando números al azar, entre los cuales una selección ciega ha designado los escasos ganadores.»

En fin, todo es posible siempre y todo está por estrenar cada día.

 

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