Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Archivo de diciembre, 2020

Júpiter y Saturno y sus lunas enamoradas

Hoy podemos ver a Júpiter y Saturno ahí enfrente, si se mueven esas nubes que ha puesto el gobierno a mala idea.

Días crepusculares, anticlimax covídeo del cansancio y la predepre, o depre plena, según. Y gracias (genéricas).

La aspirina genérica (ácido acetilsalicílico) necesita receta. Pero la Aspirina de marca, no.

La Aspirina ha vencido al populismo.

Anticlimax peristáltico con el brote de Londres, que el bicho ha mutado y es más efectivo en lo suyo, reproducirse, contagiar, matar.

El coronavirus es un algoritmo –todo lo es– que se comporta cual humano, coloniza, depreda, mata… y no aprovecha nada. El mal es informe y aleatorio, más o menos, trivial pandemia inaccesible a nuestras ciencias, alquimias atrasadas con respecto al universo.

Que siempre innova un poco por delante de nosotros/as.

El universo innova y te clava la espícula. El virus usa técnicas de las artes marciales orientales: aprovecha la fuerza del rival (o víctima) para ganarle. Así, la reacción excesiva del sistema inmunológico.

Pero esta tarde, dentro del caos y el destroy mundial, dentro de las bolsas que caen, podemos ver al poniente la conjunción de esos dos planetas invivibles, y sus lunas de sugerentes nombres. Júpiter y Saturno, dioses arbitrarios, lunas enamoradas de sus reflejos.

Si se van las nubes.

Y pero hoy ha entrado la primavera –aquí le decimos invierno–, el día 21 es un número grandioso, la aurora de las auroras.

El invierno ya es un anticipo de la primavera, se nota en las luces de navidad.

Y esa sencilla rutina trae un poco de luz, pronto habrá un minuto más de día al día.

Y mañana la lotería española, que habría que exportar más, como máximo valor de nuestra dolorida estirpe venida a menos es más.

El minimalismo hispano, mal entendido, se exporta poco, y ahí estaría el decrecimiento y la pereza y la siestorra y el vermú de los lunes y el hedónico juerguerío, atascado desde el malvenido 2008 y sucesivos horrores.

Horroribus total del 2008 que se prolonga y se reanuda cual Sísifo sin roca, peña Tarpeya de España: Ortega, saca la fiambrera con la paella seca y las vacunas supervitaminadas.

Pues eso, esta tarde podremos ver un rato, si se van esas nubarras, dos planetas gloriosos de nuestros abuelos, juntos de nuevo en el atardecer.

Y si no se despeja el cielo o el campo está ocupado los veremos por la tele, o sea, en el móvil. Indefinidamente.

Epígonos hackers

Donde nada hay todo es sexo

Akinawer, aka Prudencio

Estados Unidos reconoce que los hackers han entrado hasta la cocina de sus sistemas sistémicos.

Ahora todo es sistémico, por eso.

Ha sido más grave de lo que pensaban. Ni siquiera conocen el alcance de esta intrusión. Un desastre. De los rusos, dicen.

Hasta dónde han llegado, qué saben, qué han dejado dentro.

Pero quizá han legado tarde. El desorden es enorme. Millones de emails y docs que nadie leerá jamás.

La IA no está preparada para eso. Millones de papeleras sin vaciar. Windows va a coldsplayar el universo.

El espía espiado. El imperio del hackeo ha sido espiado. Oh mammi blue. Juanita banana. En ese Plank.

II

Esta noticia va creciendo en las esquinas de las redes, afecta a todo, a usted o a mí, a Franco Battiato.

Todos fuimos intensamente escuchados y vigilados en Woundek Knee (Redbone)

Escuchando a Battiato reborn con Margot Hotel (el único abierto) y el reponedor de enlaces rotos.

El gentío ya entregó todos sus datos hace años, gratis y sin esperar todo a cambio. A nadie la importa nada de nadie por eso este adn te doy mi babyboomer para que lo remixees roland pump pump.

Ahorita queería estar con Stark en Palafrugell, aquell hotell.

Sintetizador de pollitos en una cinta sin fink (larry), tozudos, greñudas, pelarzas, carbunclos…

En El Cid (Amazon) sale Jorge Asín, mejor que Charlton Heston. Asin mejor que Heston.

Mank es buenísima de ver dos veces (Netflix), aguanta mejor el paso de los minutos que Ciudadano Kane el de las décadas.

Sobrevaloracionismo expandido perpetuo. Insert Kane.

Y así all.

Estamos siendo intensamente espiados y cribadas son nuestras almitas por los epígonos del hackear.

Cuando ya los compis de Snowden (ya enmadronado en Rusia) de la nsa se han prejubilado, cuando los datos que les dimos y nos robaron en las primeras olas se han oxidado en sus almacenes, tirados por las calles en latas viejas nuestros bits perdidos egos bajo la lluvia, cuando hemos sido formateados mil veces, ahora llegan los rusos, tan tarde, sputnik, Laica, guau miau, a ver qué queda por ahí.

Qué queda de ti

qué queda de mí

Solo está la ametralladora que dispara sola, a distancia, me la pido para Reyes.

En la hora de Le Carré

 

Crecemos exponencialmente y esto podría ser un reset

Sí, se acelera el tiempo. No es una sensación, es lo que ocurre.

En los últimos 200 años hemos crecido exponencialmente, la curva se pone vertical en el último tramo, y estamos a punto de tocar el techo, que se acerca cada día más deprisa.

Quizá esto explica tantos nervios y tanto agobio universal. Desde 1970 las poblaciones de animales han caído un 68%.The Guardian llama a este momento La era de la extinción.

Parece que no podemos innovar a esta velocidad de crecimiento y agotamiento del planeta. Estamos en la singularidad, el techo se nos viene encima cada día más rápido.

Esto lo resume Joni Baboci de un libro que le ha parecido revelador: Scale: The Universal Laws of Growth, Innovation, Sustainability, and the Pace of Life in Organisms, Cities, Economies, and Companies, de Geoffrey West. Juan Ignacio Pérez Iglesias hace aquí una reseña crítica.

A ver si podemos innovar más deprisa antes de que el invento colapse.

El libro es del año 17 (hay que aplicarle esa velocidad del tiempo), pero quizá se le podrían aplicar algunas de las cosas que estamos viendo en este espeluznante 2020.

 

 

 

Adaptados a la austeridad

El mundo camina hacia una cierta austeridad, o ya estaba en ella pero ahora la asume. Qué remedio. Ha venido y se trata de argumentar su necesidad.

El CRACK del año 8 sometió a muchos países a esa ortodoxia que, como todas, se aplicaba a los demás, a los que no podían esquivarla.

La austeridad de ahora es diferente. Aunque llegue el dinero de la Unión y la deuda pague intereses en vez de cobrarlos, el mundo se hace austero por convicción. Primero a la fuerza, luego por adaptación.

Las nuevas austeridades son por ecología (el cambio climático ya es popular), por reducir la crueldad con los animales, por no acumular objetos (de ahí la fascinación que ejercen los anticuarios y chamarilerías, ¡y las librerías insondables!).

Es un minimalismo práctico, en los hogares, en la mesa de trabajo, en las estanterías o cajones atiborrados e inmanejables.

La portabilidad y la movilidad. Leer la Historia abreviada de la literatura portátil, de Enrique Vila-Matas. Libros de bolsillo, libros mínimos. La portabilidad de los números que nos definen, la portabilidad de los géneros, la defección de los cuerpos. La mochila leve. La bici, el patín alquilado.

La vida está en las redes, donde nada tiene cuerpo.

La provisionalidad y la precariedad.

Es posible que a fuerza de respetar a los animales acabemos por respetar a las personas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El fin del cuerpo

El cuerpo está despareciendo.

Sigue ahí, a mano, a veces ameno, pero ya no tiene función.

Ni uso, ni deseos, ni nada.

Desaparece el cuerpo y era lo único que teníamos. El alma ya la habíamos eliminado. Había caído en desuso.

Cuando todo se constriñe tanto como ahora el cuerpo se queda en nada.

Con tantas prisas.

Pronto el cuerpo no servirá ni para ir a comprar.

La pandemia parecía que iba a propiciar el regreso del alma, una resurrección, pero se ha quedado en nada. La pandemia solo va a traer una vacuna, o muchas. El alma estaba a medio hacer. Y en los últimos siglos no acabó de despegar.

El cuerpo hardware va a un almacén, y allí verá lo que hace. El almacén de cuerpos ni siquiera es público ni privado ni concertado. Esas zonas grises de las realidades que fluctúan entre la nada y el algo.

Cosas de los días antiguos un poco idealizados (quizá nunca hubo cuerpos), edades de oro ha habido muchas, y de plata no digamos. Visto desde aquí ya se sabe, todo es melancolía y nostalgia, o al revés. Cuerpos al sol.

El cuerpo ya no funge, ni siquiera finge. Solo en las redes finge el ego aquel, comercial o desesperacional.

Baile de egos en sus hogueras. Las llamas de Pentecostés van a gas ciudad.

Qué quede, nadie lo sabe porque es la primera vez que el cuerpo desaparece. Desguace corporis.

La antigua mente o cerebro es puro cuerpo, dos algortimos bailando en una caja hueca.

Y cuatro cables.

En fin, a esto hemos llegado. De momento.

Y espera.

 

 

 

 

 

 

Que caiga el gobierno pero que resista Google

Los gobiernos y empresas fallan. Hay quiebras y pufos contables. Estamos prevenidos ante estos fallos. Pueden sar graves o leves: si son fallos grandes tenemos el CRACK del 2008 o las guerras de todo tipo; los fallos micro se producen todos los días, chasquidos, desajustes, corrupciones, delincuencia, errores 404… fallos informáticos.. ¡¡¡VIRUS!!!

Pero ayer cayó Google (Alphabet) en todo el mundo, más de media hora. Horror.

No estaba previsto. ¿Y si cae Facebook, que es Whatsapp, Instagram…?

Entonces, que caigan los gobs y las naciones pero que resista Google y los demás… ¡Amazon, resiste!

Estas plataformas tecnológicas son la sustancia del mundo. Si alguna falla estamos perdidos.

Hay que admitir que dependemos de ellas.

Lo único que aplaca el pánico es pensar que no ha sido un fallo sino una decisión: de la propia Google, de los poderes ocultos, etc.

El conspiracionismo siempre calma las ansias: al menos alguien lo programó.

Una decisión siempre es mejor que un fallo… porque si falla Google estamos perdidos.

El mundo funciona gracias a Google, Amazon, Microsoft, etc.

Lo demás son periféricos, somos periféricos, subproductos de subproductos de algoritmos…

Así que Google debería tranquilizar a la población mundial hiperdependiente explicando que lo hizo a posta… para probar nuestra dependencia absoluta de Google (Alphabet).

O que alguien pisó un cable equivocado. Lo que sea. El fallo humano siempre consuela: ¡todavía somos decisivos… a veces!

El exceso de cuota no es suficiente explicación.

El hackeo del otro día a Estados Unidos (presuntamente desde Rusia)…

Si falla Google todo puede pasar. El mundo se tambalea aun más.

 

Estados Unidos ha emprendido acciones legales contra Google y Facebook, legislación anti monopolios, etc. La Unión Europea les pone multas (ridículas para ellos, pero constantes)… ¿creen que estas megacorps se van a quedar de brazos cruzados?

La prueba de que la caidita de Google fue superimportante es que no cayeron las bolsas… todo el mundo estaba disimulando.

Europa se confina

Biden ha ganado, confirmado. A ver cómo se lo toma Trump.

 

 

 

 

 

 

Nueva época: pge + 140.000 M€ UE: a ver qué sabemos hacer

Este lunes señala un cambio de ciclo, quizá de época. La novedad es que la Unión Europea va a imprimir los 750.000 M€.

España aprueba sus pge, algó infrecuente. Estamos tan acostubrados a funcionar en modo prórroga que quizá ya no sabremos hacerlo con pge del año.

Es una cierta normalidad anormal. Las oposiciones (opos) no admiten al gob, reniegan de él, lo tachan de ilegítimo, etc.

Pero la maquinaria funciona. Mal, como siempre, pero funciona. Un poco peor que mal, por las urgencias pandémicas, pero funciona. Hay pge. Lo cual es una afrenta para las opos. Pero a mucha gente le da igual esta polarización global, el enfrentamiento por sistema. Mucha gente solo quiere sobrevivir. Suele pasar.

Todo es más o menos legal, como siempre.

La gran novedad continental es el plan de recuperación etc.

Solventadas las monsergas Hungría & Polonia la Unión sigue adelante, sindica créditos y acelera en su paso de tortuga.

El modelo UE se refuerza con esta pandemia, ese es el lado bueno.

En España se ha roto el bipartidismo y ahora hay una lucha total por ver quién cobra ese 4%.

La otra cuestión en España es si el gob, las opos, los agentes sociales, todos… vamos a ser capaces de aprovechar los euromillones para rehacer y reinventar el país: más claridad, menos retórica (y yo el primero), más mejor todo, más futuro.

Hay que hacerlo rápido y bien.

La duda 2 es si sabremos hacerlo sin que la tradicional corrupción estructural se coma su parte y encima, peor, impida la creación del mundo nuevo. Que habrá que pensarlo.

Quizá lo primero sería hacer una lista.

Gracias, bonjour.

 

Otra cosa es que a efectos locales el sanchazgo pasa al pleno confort aparente: pge + 140.000M€… o sea, la sanchería.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lagarde imprime euros y están más cerca los euromillones

El agua cotiza en bolsa tralará. Lagarde ha imprimido otro montón de millones desde el Banco Central Europeo. Anuncia grandes tiradas de billetes al estilo de Mario Draghi haremos lo que se anecesario bla bla. Liquidez, comprar deuda, lo que sea.

Solo le falta a Lagarde echar dinero casa por casa, como unos Reyes Magos de la Unión.

Ese anuncio reanima al tejido, que ya está a medio destruir. El que ha llegado hasta aquí con la puerta abierta y algún cliente, vale, quizá pueda despegar.

El anuncio lagardero y el regreso de Pol y Hun (Polonia y Hungría) al redil son dos grandes noticias para lo urgente.

Ahora lo más difícil va a ser pensar… y gestionar.

(A Europa la pandemia le ha servido para acelerar plazos y hacer deuda unida).

Muchas empresas ya han encargado la mortaja, la sobreexplotación del trabajador por la pandemia es otro de los grandes temas que no existen, pero casi nada existe.

Mejor la esclavitud que la muerte por inanición.

Si salimos, ay, esta sobreexplotación se habrá quedado como una commodity, un fondo de armario, una herramienta empresarial más. Lo que ya pasó en el crack del año 8.

La Unión, con los desvelos de Merkel (y alguna compensación a Pol y Hun) va a imprimir también deuda y presupuesto para insuflar algo de vida al desastre. También sale adelante la fabricación de semiconductores, un lastre que frena a Europa desde la base.

Dinero fresco, ahora hay que ver cómo organiza el sanchazgo, con sus pges aprobados, el reparto y control de los 140.000 euromillones.

Nadie confía en el gob, y menos que nadie él mismo, pero es un gob y va a recibir un dineral, así que alguien en la sombra tendrá que hacer el trabajo para que no se pierdan demasiados euros en fricciones corruptas, una de nuestras especialidades-país, junto al turismo y la construcción.

Lagarde ha disipado posibles especulaciones y maniobras de las espeluznantes agencias de rating, hay un respiro por arriba. A ver si se agiliza el burocrateo y el respiro se capilariza.

Ánimo, adelante con las ideas.

 

A los demócratas de Pol y Hun les habrá venido bien el toque UE ante las reformas autoritarias y la deriva hacia la infamia de sus gobs.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Buena Estrella 197 Luis Alegre
El jueves 10 de diciembre el ciclo ‘La Buena Estrella’, en su formato online, celebra la sesión 197 sobre la película ‘Historias lamentables’, con la participación de Javier Fesser, Laura Gómez Lacueva, Alberto Castrillo Ferrer, Jorge Asín y Luis Manso

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Agua en bolsas

El agua ya cotiza en los mercados de futuros. Han empezado en California, pero cualquiera puede apostar, jugar invertir.

Se sabe que el agua va a ser la causa de guerras, o ya está siendo. Es esencial, y escasea. La escasez de un bien necesario propicia la especulación.

El agua ya está en bolsa. El cielo en sus satélites. La crisis del año 8, que aun colea tanto, disparó las inversiones en alimentos básicos. Y disparó los precios.

Hay muchos miles de billones rondando por el mundo sin nada qué hacer: su única misión es multiplicarse.

¡Creced y multiplicaos!

Es ya un lugar común universal que la financiarización, que supone mucho más que la antigua y obsoleta economía real, está matando el mundo.

O sea, a nosotros.

Pero nadie hace nada, ¿cómo obligar a que todo ese dinero, que a lo mejor es suyo –de usted, según dónde invierta– produzca algo útil, bienes, servicios, fábricas, infraestructuras… en vez de especular con todo, hasta con el agua?

Tal vez un gobierno mundial, tal vez un algoritmo, utopías necesarias para sorbrevivir…

Otra cosa es que la inmensa burbuja de capital financiero –como explica Manuel Pizarro en su intervención en el Club Tocqueville (en youtube e iVoox), va a cabar por estallar de nuevo.

Ahora es el agua.

 

 

 

 

 

 

 

Merkel: antes la vida que la navidad

Merkel se ha echado a llorar al hablar de los muertos, 590 al día, por la peste que nos mata.

Euforia y multitudes del pasado puente, semblantes contenidos, ya triunfa el negro en las máscaras, largas colas.

La gente sale el finde a encargarse el sudario.

Decenas de vacunas en diversas fases de éxito más o menos en pruebas en humanos quizá acaso ya veremos.

La señora Merkel se ha emocionado en la tele. La señora Merkel, presidenta de Alemania, habla con sus ciudadanos por Zoom, más que hablar escucha.

Ha dicho que no es sostenible 590 muertos al dia. Al carajo la navidad. Estocolmo tiene las ucis llenas.

Nadie entiende nada. El virus nos torea.

Antes la vida que la navidad. Eso ha dicho la presidenta de Alemania y de Europa.

Que en los ratos libres fatiga el teléfono para convencer / disuadir a los autoritarios de Polonia & Hungría para que aprueben los euromillones… que esperamos en España como si fuera el maná.

Es el maná.

En medio de la debacle mundial y local –que es la que duele y mata en el primer round–, España intenta cambiar de modelo económico y productivo sin bajarse de la moto turística y la verbena playera.

En ese trance está el sanchazgo con todo el país en vilo, en el fondo todos deseamos que lo hagan bien, que los 140.000 kilotones de la UE no se gasten en chorradas y sirvan para crear un mundo mejor, mejor repartido, que es la primera sostenibilidad.

Si se lo van a quedar los cuatro mangurros de siempre para llevarlo a los paraísos infiernos fiscales más vale no hacer nada.

Amén.

Y Merkel tiene razón. Antes la vida que las celebraciones. La mejor Navidad es interior.