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El big data del alma

Adaptados a la austeridad

El mundo camina hacia una cierta austeridad, o ya estaba en ella pero ahora la asume. Qué remedio. Ha venido y se trata de argumentar su necesidad.

El CRACK del año 8 sometió a muchos países a esa ortodoxia que, como todas, se aplicaba a los demás, a los que no podían esquivarla.

La austeridad de ahora es diferente. Aunque llegue el dinero de la Unión y la deuda pague intereses en vez de cobrarlos, el mundo se hace austero por convicción. Primero a la fuerza, luego por adaptación.

Las nuevas austeridades son por ecología (el cambio climático ya es popular), por reducir la crueldad con los animales, por no acumular objetos (de ahí la fascinación que ejercen los anticuarios y chamarilerías, ¡y las librerías insondables!).

Es un minimalismo práctico, en los hogares, en la mesa de trabajo, en las estanterías o cajones atiborrados e inmanejables.

La portabilidad y la movilidad. Leer la Historia abreviada de la literatura portátil, de Enrique Vila-Matas. Libros de bolsillo, libros mínimos. La portabilidad de los números que nos definen, la portabilidad de los géneros, la defección de los cuerpos. La mochila leve. La bici, el patín alquilado.

La vida está en las redes, donde nada tiene cuerpo.

La provisionalidad y la precariedad.

Es posible que a fuerza de respetar a los animales acabemos por respetar a las personas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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