Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Archivo de diciembre, 2020

Fiesta binaria: Feliz 2021

Fiesta en paz, fin del mundo comprimido, fiesta íntima y si hay suerte de dos en dos, o de cero en uno quizá tres, fiesta binaria de fin del año caronavirado, tal vez quizá etc.

Hoja Excel del fin del mundo. Le faltan filas… y columnas! Uf qué alivio.

Fiesta en paz íntima sensualmente intracraneal, dudas y certezas en renovación, el plan renove de vehículos apenas se ha usado.

Poco sexy gastar.

Todo en standbypass todo en calma sudarios recién planchados mil veces más, pastillas, ansiolíticos, vacunas, locuras pretensadas como hormigón a punto de… aguantar mil años más.

El humano aguanta esta presión de milenios futuros sin saber.

El humano se concentra cual gusano bola, mira las constelaciones y aguanta las ganas de abrazar, impulso primario y fuente de energía clase A, la fuente de la vida.

Fin de año 20 del siglo del 11S y las guerras de drones y de hombres y tantas series sin tiempo ni nadie con quién comentar, ver, esperar la hora fatal en la que nunca pasó nada, se fue de incógnito, confundida en las lluvias climáticas.

Ánimo y a seguir, reléase, mil millones de veces, el adn ha sido desplegado, un aminoácido te va a salvar si puedes adquirirlo, los bancos centrales compran todo lo que los magnates puedan cotizar, los países son células madre, fécula saeculorum.

Estupendo el libro de Jordi Amat «El hijo del chófer», la depravación de un país, un sistema, dos países, regímenes corruptos desde tiempos inmemoriales, desde siempre. La transción no sirvió para adecentar la tangentópolis hispana, solo para pasar a la democracia, ya sería bastantes, de hecho, durante décadas fue suficiente, incluso demasiado. Hasta que empezaron a aflorar los casos, los que han asomado, como ahogados. La confesión de Jordi Pujol en 2014, año cero cero, tantas cosas rompiéndose a la vez.

Y bueh, ya se va el año covídeo, adiós, y los mejores deseos para el 21.

Las vacunas de arn y pueden traer una era de sanaciones para casi todas las pestes que nos afligen & acosan. Quizá sea todo para bien.

 

Algo local genérico y benéfico: Plan de Recuperación para Europa

Se acaba el año covídeo

Se acaba el año infame y empiezan los felices 20 bis, El gran Gatsby, la generación perdida, la era del jazz, que ahora se llama perreo, etc.

Aunque generaciones perdidas hay bastantes, o muchas.

Postperreo, ya cultu(r)al, feminista, social, narcisismo del tú, nuevas remixeaciones, copiapega de octava mano, nuevos consumismos del karma, que es casi gratis, excepto el aire y el agua, ya en bolsa ambos. ¿Qué queda?

Schopenhauer, Spinoza…

La eólica ha marcado otro record, y los propios ventiladores acaban por producir el viento, que va y viene entre ellos en una jaula de Faraday, hemos llegado al movimiento perpetuo, la alquimia va a estar de moda en el 21, año ideal para disfrutar de todo lo reprimido, que es todo.

Disfrutar de lo prohibido, recuperar lo nunca visto, aprovechar lo deshechado.

El 21, a poco que se deje, va a ser una fiesta perpetua, con la eólica y la eléctrica zumbando casi gratis por esos desmontes.

Todos los beneficios podremos dedicarlos a corrupción.

La España vacía produce más watios que toda África y Alaska y los pegamoides juntas, la España tuareg, animismo ilustrado, ciencia inexplicable a fuerza de IA: resultados que parecen milagros. Algoritmos a punto de imaginar el mundo. (En otros países, aunque todos son España o anhelan serlo).

Las cuatro letras y el uracilo aun tienen todo por crear y descubrir. ¡Libertad combinatoria!

Se acaba por fin el año covídeo, un numero redondo 20-20, el desastre micro, casi nano, el desastre oblicuo (el virus vuela de lado).

En fin.

Aun queda un día y otra eternidad.

 

 

 

 

 

 

 

Sánchez ha cumplido el 23,4% de sus 1238 compromisos [sic]

La sanchería es magnánima y humilde: el presi (Sánchez) ha aparecido en pleno reparto de vacunas y ha dicho que ha cumplido el 23,4 % de sus compromisos.

El decimal aporta credibilidad. Un número entero, en estos moments de incertidumbre, podría parecer que ha sido amañado a toda prisa por un comité ad hoc (comité amañador).

Pero el decimal nos dice que estamos ante un cálculo exacto, quizá hecho por ordenador o por la mismísima IA. ¿Habrá un excel?

El sanchazgo ha soltado al fin –por ley– la lista del comité de expertos, lo que disipa el encanto del misterio y refleja que los miembros son todos humanos. La trasparencia, tan útil en tiempo real, siempre decepciona a posteriori.

El presidente ha salido a mecerse en la curva aplanada, como en una cama elástica, para dar cuenta de sus compromisos cuando nadie recordaba que hubiera compromisos, pues su fama y su cv acreditaban amplia versatilidad.

Estamos pues ante una fase de rearme del sanchazgo coherente y compacto, algo que ya estaba descartado y que incluso podría perjudicarle, pues en la volatilidad extrema del mundo las veleidades sancheras ya eran su mayor virtud. O al menos así la veíamos sus afines a ratos.

La afinidad a la sanchería, si se alterna con la tenaz oposición a la sanchería, es la práctica ideal para prevenir el shock del tozolón (Tozudo Brain Colapse), el fanatismo, etc.

Así pues, el presi al dente se nos muestra esta vez en forma compacta y reivindica sus medidas, que son ¡¡¡1238!!!

La aparición (entre vacunas) revela:

a) que tiene un equipo que verifica la ejecución de sus compromisos (con una precisión de decimales) y que de vez en cuando nos irá dando pistas de cómo va la cosa. Con decimales.

b) anticipa próximos cumplimientos: en junio del 21 estará cumplido más del 30%.

c) desvela que hay una hoja de ruta impulsada por el propio Felipe VI para reformar la Jefatura del Estado, de la que ya se irá informando (cuando proceda). Esto es una novedad.

 

 

 

En el antiguo mundo real la web del SEPE estará cerrada del 29 de diciembre hasta el 3 de enero. SEPE: Servicio Público de Empleo Estatal.

 

 

 

 

 

 

 

 

El gob está digiriendo su propio éxito mientras el país sigue en coma

El país está de luto masivo, 50.122 muertos por coronavirus reconocidos oficialmente, cuando llegan las primeras vacunas a una velocidad inédita y con un método nuevo.

Si no son tuyos los 50.122 son un número, que mañana habrá que aumentar, pues ese algoritmo nunca disminuye (excepto una vez, ya muy lejana, aunque su impacto perdura).

La sanchería está desaparecida de vacaciones, preparando la próxima jugada rápida. El país está en coma, en modo pause, temblando y tiritando, con la esperanza puesta en esas cajas con el escudo… y en una regeneración en la que nadie sueña.

El país reposa de sí mismo, de sus iracundias y su apocamiento global, que las vacunas vienen de fuera, donde investigan y pagan bien a los científicos. La ciencia básica, que no sirve para nada… hasta que sirve para todo. Hay que darle tiempo y dinero. Es de cajón.

Tras el derrumbe del turismo, hostelería y hedonística no hemos vuelto a respirar, la apnea del shock nos ha sumido en la normalidad forzosa, encefalograma plano, instalados en el cero.

Éramos los líderes en una cosa que no sirve para nada.

Los 50.122, aunque hacemos como si no existieran, reclaman sus derechos, memoria, dolor, presencia individual, uno a una, siempre.

Los anteriores olvidados, tantos de tantas calamidades, son insumables, excepto que accedan a la IA, que se usa para otras cosas. Nadie quiere digitalizar a los muertos. Ocupan demasiado tiempo y espacio, y la nube no es ilimitada, la nube no es gratis. Cualquier día a los vivos os cobran o ya os han cobrado por ese trocito de inmortalidad prestada, precariado inalámbrico provisional.

No solo en especias, también en dinero.

El país descansa de sí en las infinitas soledades dispersas, unidas a bits, a ratos, a nuncas. El país no puede con tanta ausencia y tanta espera. Los gobs no dicen nada útil, el cambio de sistema, de industria, ciencia, clima, etc. sigue siendo tan borroso que asusta, todo es difuso, ocurre lejos, y la excusa de esperar a los euromillones y sus cláusulas es pura pereza. Sin una idea todo es burocracia.

Nuestra idea del éxito es que no pase nada nunca.

El sanchazgo se ha instalado a sus anchas, ocupa casi todo, excepto algunos reductos del estado oscuro, pero no hay indicios de que esté reclutando talento, recuperando a los mejores que están fuera y dentro, activando estímulos… El gob está tieso, todavía digiere su propio fulminante éxito.

Hace falta tanto que es legítimo dudar de este gob. Al menos que demuestre que lo está intentando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Remix cuando salga te aviso me llamas en llamas si eso te digo mixeR

Previa: código fuente de la vacuna arn BonTech Pfitzer

Análisis de Luis Montoliu.

(Entrada fuera del mundo, entrada extramundi o ultramundana, ultramundi. Entrada con frases copiapegadas del artículo de Enrique Dans, del que soy adicto desde el primer day, y unas gotas de Octavio Gómez Milián en su blog de 20M Motel Margot.

Qué bonito es ídem, idemtidad, indemnity, impunk outpunk y eso

Frases de Enrique Dans en cursiva:

Por un lado mercados financieros prácticamente efervescentes

Por otro el entorno de las criptomonedas

Cadena de bloques, cadena de bloques, cadenita de mi arma, cadena de blockchainers, punto cadeneta

Hágame tal y tal proteína y algo de arn

Devuélvame mi célula, madre, oh mami oh mammy mammy blue oh mami blue (por Los tres norteamericanos: Joaquín Carbonell, Granbob y David Liquen Giménez).

Cita de Bad Bunny, del que mp4 he hecho medio secuaz infiel/desleal: a elegir (letras y vídeos)

Yeh-yeh, yeh
Yeh-yeh, yeh-yeh, yeh-yeh
Yeh-yeh
Yeh-yeh

(Yo visto así)

El capitel le cayó encima nada más descifrarlo y la serpiente le lamió el cerebro el águila el cerebro le picó (jota destroy)

Transición hacia un mundo más limpio y sostenible

y la disponibilidad de nuevas arquitecturas de procesadores

 

«Regresiones es un libro que emociona porque son polaroids de un tipo que lleva tres décadas de autenticidad y amor a sus espaldas» (Motel Margot)

Más enlaces de Octavio:

Franco Battiato en diez canciones más una: Cuando el Etna se despertó, Battiato seguía allí.
La revista Star y aledaños: Tebeos y revistas durante la Transición española
El documental sobre Umbral, «Anatomía de un dandy»: Umbral o cómo atrapar el fuego en unas hojas de papel.
La historia de una canción perdida de Sergio Algora: Chicas mejores que otras y el single de Madmua Records
Cita de Enrique Dans:

«tengo una percepción del entorno sensiblemente más optimista que la que tenía ahora mismo hace un año» (Enrique Dans hoy, 27-12-20)

(Esta última vale para todo el año proxy epoxy. Proxy Centauri bimp bimp (señales de audio viviente))

 

 

 

Mutaciones al caer la tarde

Como muta el virus así cambian las frases al caer la tarde.

Las frases de un discurso, un suponer, significan mil millones de cosas, según quién las mute y que máquina las interprete. Todo en lenguaje informático, que es el único capaz de hacer poemas con el sí o el no.

El algoritmo del virus, el mismo que el de los humanos, muta para escapar de la muerte sin saberlo, por intuición o mera ansia.

El virus huye de sí mismo y de su destino, que no sabe bien en qué consiste o si existe.

Reproducirse no es suficiente.

El virus y los mensajes codifican de forma similar, comparten la confusa analogía del cosmos, desde el año 13.700 millones en adelante (o hacia atrás, según la flecha).

Las cuatro letras se parsean por el peine del tiempo, que va o viene y va y viene, al albur de las fuerzas ciegas, más o menos predeterminadas por una fórmula que aun se nos escapa a los sencillos humanos básicos. Quizá el virus, en su ignorancia, sepa algo que hemos olvidado.

Quizá hay otros entes más listos o más espabilados que han descifrado esta jerga bailable y por eso nos llegan señales de radio de Proxima Centauri, bip bip blimp.

Las frases significan otras cosas cuando cae la tarde por aquellos campos, hondos precipicios de Manhattan, la arduas clamores, el barranco que baja del Pirineo/perineo, el poblado ibérico por donde salen los fantasmas al último sol.

Ya se ha hecho de noche, el día alarga su minuto, ya veo las luces del tractor.

 

Síntesis antítesis tesis

Y tan diferentes pensamos lo mismo a la vez

 

O yo os pienso a vosotros a la vez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cierra que se va el calor vs abre que se vaya el virus

Cierra que se va el calor. Esa es la frase de estos días. Y también va calando la complementaria y opuesta: abre que se vaya el co2, en el que puede flotar el virus.

Esas son las consignas, la clásica y la covídea. Abrir las ventanas, aparte de frío, es un gasto enorme de energía. Que en general no sobra, y siempre es carísima. Cada grado de temperatura cuesta un hígado.

Pero hay que ventilar. Abrigarse y abrir. Que corra el aire que nos salva.

Ojalá corra el aire también en los conciliábulos y grupúsculos que atentan contra la convivencia pacífica y lo que queda de democracia, que es mucho pero está muy amenazado.

Como extra de post Nochebuena, el Discurso B del Rey Felipe VI

(Saludo amplio en las lenguas oficiales del Estado)

Primero, respecto a la situación de mi padre, el Rey Emérito Juan Carlos I, quiero decirles lo siguiente: la justicia juzgará, si procede. Y tanto el Rey Emérito como yo, como no podía ser menos, acataremos el veredicto.

La democracia requiere que la justicia sea rápida, eficaz e igual para todos y creo que en España, gracias al esfuerzo común, la justicia se esfuerza por alcanzar estas condiciones que garantizan las libertades y el respeto a la ley. Y creo que todos, empezando por el Jefe del Estado, queremos que este esfuerzo permanente cumpla, sin excepciones, con esos objetivos.

En todo caso, para mí, lo que presuntamente haya podido hacer mi padre no empañará el cariño, el respeto y el agradecimiento que siento por él, y tampoco la valoración de su servicio a España, algo que creo reconoce la mayoría de la sociedad.

Segundo, respecto a las críticas que en una parte minoritaria de la sociedad suscita mi discurso de octubre de 2017 debo decir que actué dentro del cauce constitucional: como Jefe del Estado no podía permanecer en silencio viendo que un gobierno autonómico, con evidente deslealtad al Estado, aprovechaba su posición para marginar a la mitad de su ciudadanía y propiciar la secesión.

Tercero. Me gustaría recalcar algo obvio: que el actual Gobierno es legítimo y ha salido de las urnas, esto es, de la voluntad de los electores, que son ustedes. En consecuencia, pido a aquellos que insisten en proclamar la ilegitimidad del Gobierno que no utilicen esos términos que impugnan la esencia misma de la democracia que nos hemos dado y crean un peligroso precedente.

Cuarto. Comprendo a las formaciones políticas que proponen un cambio de sistema político y reclaman la república y, como no podía ser menos, reconozco que están en su derecho de hacerlo. Creo que un sistema plural de libertades como el nuestro, que tanto nos ha costado conseguir y mantener, contempla la crítica y las alternativas, y establece con claridad las vías para llevarlas a cabo.

Y en este punto reitero el reconocimiento a la generación anterior que nos ha precedido, que hizo una transición modélica, que ha traído a España una etapa inédita, de paz, concordia y prosperidad.

Reconocimiento a las víctimas, sanitarios, etc. Mención a la Unión Europea. Y ánimo para superar la difícil situación provocada por la pandemia. Felicitación de parte de la Reina, la Princes y la Infanta.

Despedida en las lenguas oficiales del Estado.

FIN

 

 

 

Analizando el mensaje del rey antes de que ocurra

Analizar el discurso del rey antes de escucharlo es la nueva disciplina hispana. La prospectiva regia exprime el archivo y los sesos pero la verdad es que nadie ha escuchado jamás esas letanías rituales.

La misión del discurso es garantizar que todo sigue igual, la confortable rutina y la continuidad. Se sobrentendía que no había contenido.

El barullo propio de la Nochebuena impedía ver la tele, que estaba de fondo. La misión de un rey es parlotear apaciblemente el día de Nochebuena mientras las familias empiezan a gritar. Confirmar al más alto nivel que no hay guerra civil, invasión alienígena o napoleónica, etc.

Es un lujo tener un rey que se ha preparado un mensaje o varios para esa noche, un palacio, un fondo de armario de mil años.

El atrezzo de la Nochebuena y la continuidad en paz justifican la monarquía, siempre que sea absoluta.

Las ansiedades políticas nos llevan a interpretar el mensaje regio antes de oirlo. Como nadie lo va a escuchar el margen de análisis es libre, siempre dentro de los cánones pues el género está muy estabulado.

EL mensaje ritual del rey proporciona el lujo de no atender porque confirma, con su grabación y emisión, que todo funciona más o menos.

Continuará

 

Virus

Nuevas mutaciones brotan por doquier. Esto solo está empezando. Llegan las vacunas, pero el virus ya es otro. Suben los contagios, los muertos. Es la Nochebuena covídea, que enfila y afila su hoz.

Han descubierto otra variante del virus en el Reino Unido. En Italia ya estaba la variante inglesa desde hace días. Estas nuevas versiones son mucho más contagiosas. Terrible todo. Sentimos pasar la cuchilla.

En medio del desastre covídeo y climático en general siempre surge una señal de radio que viene desde Alfa Centauri, una conjunción de planetas… algo de esperanza metafísica: no estamos solos, la estrella de Belén, Hacienda somos todos… etc.

Continuará quizá

 

Sanchería

Aprobado el presupuesto y desbloqueados los fondos europeos llegamos a la Sanchería, el auténtico emporio sanchero, que convive y compite con la criatura, bicéfala a ratos, el IgleSánchez, que se manifiesta en twitter como una aparición intermitente del apocalipsis.

La Sanchería se consolida con el PGE y emite decretos inaccesibles para los mortales, decretos que legislan sobre casi todo el orbe aunque las realidades ya hace tiempo que han escapado a las normas pues hay una zona de evasión vip para entes y corporaciones selectas a las que nunca llegan estos edictos ilegibles.

La Sanchería es una finca que coincide con el antiguo país pero que ya muestra sus líneas de fractura, como costurones después de una pelea a cuchillos. El roto ya estaba hecho, pero ahora se ve con más claridad, se admite y se reconoce.

La Sanchería confedera informalmente a estas taifas y tribus que, sin saber qué hacer con la nueva libertad de facto y con el dinero de iure (el dinero siempre tarda) se miran de reojo para anexionarse unas a otras y ampliar sus ínfulas y los sueldos de los próceres a costa de exprimir al resto si se dejan.

Entretanto el virus muta y mata por países, por autonomías, pueblos y provincias, confirmando genéticamente las identidades y los aumentos de sueldo correspondientes de las respectivas élites.

El virus lo rebate todo y lo confirma todo, según quién Alicia en el país de las maravillas.

De momento la cogobernanza es que cada cual se apañe como pueda, libertad absoluta en lo aleatorio y mando único en los euromillones, cuando lleguen amén. Usted gestione el horario de bares mientras yo decreto sobre el universo en general.

La patria uncida por el yugo tiene que admitir que el antiguo sanchazgo, acusado de ilegitimidad y de cien pecados más, ha mutado a saltos más rápido que el propio virus y se consolida bajo la forma de Sanchería, vasta finca informal ilocalizable, cada vez más anaerobia, que seguirá revendiendo trozos y ciudades con la misma parsimonia que instituyeron González, Aznar, ZP, Rajoy… Hay continuidad en el pillaje sistemático, que es independiente de gobs y jerarquías. La costumbre es ley.

El languidecer hispanófilo atraviesa crestas y valles, en paralelo a otros imperios que arrastran sus grandeurs y sus reinonas por las series de las nuevas majors: solo hay que esperar a que la Unión Europea cuaje en un aglomerado más prieto y aguante unos años más emitiendo pagarés al difuso porvenir.

A ver.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A Navalny le pusieron Novichok en los calzoncillos, confiesa un agente

A Forges, siempre con cariño

Navalny, el disidente ruso que fue intoxicado con Novichok en agosto y salvó la vida de milagro ha grabado una conversación con uno de los agentes del equipo que intentó asesinarle.

Navalny camufló su número de teléfono y al agente le apareció el número de su propia agencia, creyó que le llamaba un jefe y le contó los detalles de la macabra operación: le pusieron el Novichok en los calzoncillos. Y salvó la vida porque el avión aterrizó de emergencia, si hubiera continuado en vuelo habría muerto.

Los saudíes fueron más expeditivos, trocearon y desaparecieron al periodista Jamal Khashoggi, aunque también los pillaron con la red de escuchas que los turcos habían instalado en la propia embajada. La diplomacia de tóxicos y capoladora.

Aun se oyen los gritos por Estambul. Khashoggi había ido a recoger los papeles para casarse, su novia le esperaba fuera…

Novichok en la muda

Si no fuera de asesinatos sería de Gila: la víctima llama a los que intentaron asesinarle, que son un organismo oficial, los administradores del temible Novichok, y se lo cuentan todo. Incluso se justifican por el fracaso, quizá temen que los despidan. Ahora, una vez desvelado el pastel, el pobre que lo ha explicado seguramente tendrá que tomar su dosis del mismo remedio que recetan y aplican a los opositores y periodistas.

Putin ha dicho que tal y cual.

La otra movida espeluznante es el culebrón del ciberespionaje masivo a cientos de organismos oficiales USA (y quizá de otros países) y a la mayoría de empresas importantes del S&P 500, incluida Microsoft, que lo ha confirmado.

Una intrusión generalizada a través de un soft de empresa –SolarWinds–, que ha llegado hasta las salas de máquinas más importantes del mundo. Nadie sabe nada, acusan a Rusia, claro, que ya tiene tantos antecedentes.

Ni siquiera se sabe qué se han llevado, o qué han descubierto. Y nunca se sabrá, porque cada cual esconderá sus propios daños, sus secretos.

Son dos episodios que señalan a la temible Rusia de Putin. En el del Novichok le han hackeado a él, aunque sea con métodos tradicionales –cambiar el número de teléfono–, en la otra el Kremlin guarda silencio al pasar por el Pilar.

En la decadencia de Reino Unido (más por la serie The Crown que por el virus mutado o el Brexit) Rusia se alza como un agente peligroso. Oficialmente Rusia es de segunda, pero en la liga del crimen, que es la que cuenta, es de Champions.

Si tiene todos los datos de esas corporaciones que aun están flipando y tiene la banda del Novichok (con sus fallos), si puede irrumpir discretamente y pasar meses espiando a gusto, es temible. La ciberguerra se confirma otra vez.

El hackeo indica también el atraso USA, que fue el gran hermanísimo y ahora es víctima total. A no ser… que quien lo haya hecho sea tan listo y tan poderoso como para culpar a Rusia de sus desmanes. En ese caso no es USA. ¿Quién queda?

Le Carré nos lo explicará desde el cielo de los espías, donde están Anacleto y el Superagente 86.