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El big data del alma

Hilillos de unto negro sin identificar

Se ha ido otra semana del postmundo. Se cayó el cohete con dos satélites, uno francés y otro español, sin asegurar.

A Rudy Giuliani, asesor legal de Trump, se le escurrían untos negros por la cara, como chapapote. No era tinte, dicen los expertos: acaso era su propio jugo cerebral, la primera muestra en directo del temido y universal fake.

Quizá el hilo negro es el sistema, que se está deshaciendo. Un indicio, como todo es tan simbólico/semiótico.

Giuliani dijo mil tonterías: el bloque trumpero, cada vez más acorralado, ya no sabe qué decir o cómo mentir. Pero sus locuras están dañando al sistema, ya algo tocado o a punto de hundirse. Siempre estamos al filo.

Por la pandemia, por la rivalidad china, que ha forjado una asociación comercial de largo alcance: tiene amigos, socios, partners.

Trum no sabe si invadir otro país cualquiera o abandonar algunos de los que ocupa. Qué zozobras.

Sin pandemia Trump habría acabado por romperlo todo. En ese sentido es una ventaja, hay que ver el lado bueno del desastre. Aun así puede romperlo todo, está en ello. El punto es que no sabemos cómo de roto está el orden mundial, si queda algo o solo la poencia china en el horizonte.

Las fábricas de armamento, que ya es casi todo software con algunas chapas, gestionan lo que queda en pie. Esa estabilidad precaria.

Qué invadimos, dónde vendemos todo este stock.

Otro trumpiano dijo que el dinero comunista está detrás de una conspiración internacional para manipular las elecciones estadounidenses.

Y en esas estábamos cuando se cayó el cohete. El de SpaceX para la NASA llegó bien a la ISS, entrañable vídeo del encuentro de los astronautas.

Sahara, Marruecos, pateras, un desembarco, Canarias. Gibraltar. Satélite perdido sin asegurar. El gob sanchero saca su ley de educación, una cosa ya de temporada, un ritual de cada gob, la última de aquel Wert, la sociedad ecuánime, la que queda, acaba por confiar resignadamente en los maestros y docentes, en que ellos y ellas sabrán capear esta ley como hicieron con las siete anteriores.

Además, los niños ya se forman solo en inglés, eso es intocable, no hay ley que lo evite, quizá la próxima sea en chino, a la velocidad que va todo. La ley Xi.

¿Xi o No?

Los hilillos de unto escurriéndose por la cara de Giuliani son el petróleo que queda por extraer. El cambio climático encarnado.

No olvidemos el papelón de este Giuliani, que fue alcalde de Nueva York, en la peli Borat 2.

En fin, la peli de Javier Fesser da el título a esta temporadita: Historias lamentables. Sí.

Para mañana más.

 

 

 

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