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El big data del alma

La política de aerosoles

Estamos en el pleno populismo comunista bolivariano, según dicen. O sea, ya ha venido el futuro y no es neoliberal, aunque esa moda tampoco ha desaparecido, sino que se hibrida o se marida en un mix indisoluble. La vida posmoderna, gaseosa cual el virus que nos pulula y a veces se nos mete, nos inyecta sus garfios, el muy canalla.

Así como el virus danza en los aerosoles, que flotan sine die, así es la vida moderna de los estados, pura frivolidad de cargos electos antisistémicos que contratan asesores de memes estrafalarios, pura seducción de quita y pon, la política de aerosoles. Véase Trump y su émulo de Reino Unido, que despide a su ayudante. Ref. el documental Brexit.

La política de aerosoles, como el virus, se mete por todo. Y es invisible. Te contagia, te polariza… y provoca a tu sistema inmunológico hasta hacerlo estallar.

Estamos en la cogobernanza dedazo, pleno sanchazgo. Cuando aprueben los PGE alcanzaremos la Sanchería, un populismo frankensteiniano matizado por Europa, la Gran Matizadora Merkelinder.

La UE nos embrida, o en eso confiamos, al igual que nos protegió del secesionisme rampant, ahora en trance de rehabilitación y homenaje. Aquel Trapero, que puso a los guardias de brazos caídos en el referéndum del 17, ya ha vuelto al mando. Europa hasta nos protege del celo de nuestros jueces supremos, matizando también algunas sentencias, autos, memes.

En general todo queda en nada. En la política de aerosoles las declaraciones no las entiende ni el que las hace/emite, excepto que metan miedo o exciten emoticonos. Emociones casi no hay porque ¿quién tiene tiempo?

Todo avanza hacia el poderío sin límites, que será la Sanchería, mil años (o sea, diez) de mando polimórfico populístico, agitprop y colocar amigos, que viene a ser una variación de estos cuarenta años de democracia a plena corrupción.

Todo sistema engendra sus memes obligatorios y secreta y combate a sus heterodoxias, y ahora ese marco se ha roto, como se han roto todos los marcos en el vasto mundo. China se ha hecho un club de amigotes sin aranceles, casi un tercio del orbe. Mientras el resto sigue seguimos peleando con los aerosoles. Pero a China le puede salir cualquier día un susto, pues no hay inmunidad que mil años dure.

Aunque casi mejor que no pase nada más.

 

 

 

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