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El big data del alma

El estado de alarma extralargo nos lleva a la sanchería

Ya casi no se habla de los euromillones de la ayuda europea.

Nos hemos confinado en nuestro propio agobio infinito. Un nuevo ensimismamiento español.

Al menos hay una propuesta de PGE, ya se sabe que nunca se cumple, ni eso ni nada.

Es un excel para ir tirando, siempre se hacen en el vacío, este año mucho más vacío… PGE en la nada de Fantasia.

 

Tanta gente sin nada que hacer, formándose en seriales…

Tanta gente quieta esperando, intentando pensar.

La pandemia se nos lleva por delante, nos ha pillado el toro, mientras se pueda usar esa palabra.

Sánchez quiere un estado de alarma sin revisiones, sin tener que ir a dar cuentas al Congreso, que somos todos, más o menos.

Sánchez quiere medio año de impunidad total, inmunidad y decretos a mansalva.

Que no le importunen cada semana.

Ese estado de alarma extra largo king size, con los PGE aprobados a cambio de tanto, es el paso del sanchazgo a la sanchería.

Estamos entrando ya en el umbral de la sanchería.

Del sanchismo y el sanchazgo a la sanchería

Para la plena sanchería faltan los fondos UE, los euromillones. Pero se va implementado por partes.

Lo primero, el estado de alarma extralong, que da para boetizar cualquier antojo, para barajar las ccaa’s.

Estamos ya bajo los focos del helicóptero nocturno, con un perímetro confinante cada vez más ceñido al propio cinturón, que ya se va apretando.

Estado de disimulo modelo 2008, aunque es más difícil porque ya venimos de eso.

Los euromillones se van aplazando, se diluyen en el timeline de los trámites. De momento, aun en el sanchazgo, la promesa es que la mitad de esos presuntos fondos la gestionarán las ccaa’s. Pero nadie cree al sanchazgo. Un peronismo.

Ahora viene el Kitchen, todo remite a Antidisturbios, donde aparece un Villarejo muy verosímil.

Harari alerta sobre los sistemas de vigilancia masiva, y el lenguaje vira hacia la jerga de Orwell, la neolengua.

El mismo presi, ávido de instaurar ya la sanchería omnímoda (y omnívora y omnipresente), pidió a los periodistas en su rueda de prensa que no usaran la frase «toque de queda» y surgirió, en su lugar, otra frase más orwelliana, edulcorada, que nadie usa.

También progresa la ley de censura posmoderna que vigilará a los medios no sometidos al gob. Terrible. Y la ley mordaza de aquel Rajoy, que el sanchazgo mantiene para su uso y disfrute, como un aviso.

Harari alerta.

En fin, el sanchazgo acelera para instaurar la sanchería, que a lo mejor es el confinamiento definitivo.

A ver.

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Sobre el uso del soft para detectar denuncias falsas en comisarías:

https://algorithmwatch.org/
en/story/spain-police-veripol/

Ya avisan que si los PGEs sancheros suben un punto los impuestos al Ibex y socimis y eso, se irán todos a extranjero…

 

 

 

 

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