Novichok

04 de septiembre de 2020

El Novichok se ha puesto de moda. El tóxico ruso que han administrado al disidente Navalny es fulminante.

Como casi todo el Novichok viene de la guerra fría, la anterior. A USA, que la ganó y sigue líder por poco, ya le da igual aquella guerra fría. Pero a Rusia, que la perdió, le fascina la época y sus ungüentos.

Nadie quiere perder nada, el Reino Unido no asimila que perdió el imperio. España sí que lo ha admitido porque hace más siglos y la historia se estudia por ccaa’s, que no tienen imperios.

Putin persevera a fuerza de crímenes, misilazos y barbarie. Pero el arma más terrible es el Novichok. Putin dice que tiene la vacuna covídea pero lo único probado en humanos, con éxito inverso, es el tóxico del Novichok.

Arabia Saudí usa métodos de las mil y una noches, trocear y hacer desaparecer. Cada cual con su idiosincrasia, la cultura es lo primero. En esto de matar hay una guerra de identidades. Una rama islámica ha condenado la nueva portada de Charlie Hebdo, así que ya están sentenciados.

USA ha confinado a Julian Assange a un limbo en vida, pero de momento está vivo. Ya no ha habido más Wikileaks. Snowden vive en Rusia, toca madera.

Cada cultura y cada Estado elimina a su manera. Pero Putin es excesivo. Y no lo reconoce. Invade un trozo de Ucrania y dice que son unos particulares. Crimea, etc. Eso también lo hace USA en todas partes, contratar a temporeros para que maten por ahí sin tener que pagar la seguridad social. En el juicio por las bombas de Palomares salen las bombas, el plutonio y todo eso. Fue en 1966.

Lo bueno de las democracias, por malas que sean, es que se puede recurrir y a veces hay juicios y todo. Palomares.

Ese desastre de Palomares en Murcia también fue de la anterior guerra fría. Ahora estamos en otra, o quizá ya la ha ganado China con el virus y no nos hemos enterado.

A fin de cuentas el Novichok, aunque se escabulle, se detecta a veces. Hay armas que ni se sabe que existen. Y son las peores.

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