Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Aprovecha este tiempo muerto para hacer milagros

Aprovecha este tiempo de inacción para hacer milagros.

La proeza de escuchar a tu hijo, a tu marido, a tus padres, a tantas personas perdidas.

Que no tienen quién les escuche un ratito. Ahora ya no hay prisa. La prisa ha volado.

Hay otras ansiedades, pero quizá has ganado algo de tiempo

O todo el tiempo.

Al menos durante un día. Elige un día cualquiera, hoy, ¿por qué no?

Y reúnete con tus muertos (más fácil que una videoconferencia).

Ya lo hacías aprisa y corriendo; ahora puedes dedicarles y dedicarte un día entero.

¡Cuántas cosas caben en un día! (si tuvieras que anotarlas todas…)

Aunque si quitas las tareas mínimas, los trámites, lo básico (incluyendo, quizá, escuchar a los vivos), un día se queda en nada.

Un día, una vez que le descuentas los fijos, se queda en diez minutos, ¡con suerte!

Pero esos diez minutos, si te los coges enteros… son casi eternos.

Fácil no es, hay que practicar un poco.

Pero compensa, ya verás.

Gracias.

 

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