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El big data del alma

Mapa de los afectos de la novela «El mapa de los afectos», de Ana Merino: la gran novela americana

Valeria                 Samuel                           Rita        Diana        Aurora

Tom                             David                          Greg                                  Gina

Maggie Curtis                                    Lilian (+)                             Emily        Alfredo

Sra Dolan                                                 Adam

Marcela

Claire     Irene

 

(Antón Castro lo explica mejor en este artículo de Heraldo de Aragón: «Ana Merino narra la turbulenta apetencia de la felicidad»).

Esta novela es una llamada a la bondad, que se manifiesta en forma de amabilidad. La última frase contiene esta sentencia:

«y en parte gracias a esas personas y a la constancia de sus gestos amables la humanidad todavía no se ha extinguido».

Y la última frase de los Agradecimientos:

«A las buenas personas, a los que hacen la vida agradable a los demás y nos acompañan con ese gesto amable».

El mapa de los afectos de Ana Merino (minientrevista) te lleva de vida en vida y cuando quieres darte cuenta los personajes ya forman parte de la tuya. Escritura de precisión, pulcritud, eficacia narrativa, maestría poética en la elipsis.

La he leído cuatro veces y todavía no he encontrado el misterio que la hace tan leve y tan esencial. En la primera lectura, apresurada, me pareció que la novela no justificaba la sobredosis de personajes. Pero algo había. La segunda lectura ya me di cuenta de que era algo especial.

Por eso he hecho este mapa de los afectos. Primero hice una lista de los personajes (más de treinta para 217 páginas de letra grande). La lista no me decía nada, pero impedía que me perdiera. Entonces vi que lo que pide El mapa de los afectos es un mapa.

El mapa completo se ofuscaba con tanta gente. Por eso lo he reducido a las personas que me parecen esenciales.

He puesto a Lilian en el centro porque su desaparición es el motor de la novela: es un agujero negro a cuyo alrededor orbitan todos los demás.

Los personajes ignoran qué le ha pasado a Lilian, pero el lector lo sabe desde el principio. El suspense primario recae sobre los personajes, y el lector debe cargar con el privilegio del conocimiento.

La novela es un estilete matemático, funciona con ecuaciones de quinto grado. Cada adverbio importa. No hay fricciones. El mapa de los afectos, en ese sentido, es un poema. un poema perfecto. Tiene destellos de realismo mágico, que roza la metafísica, pues los afectos trascienden la muerte.

Luego están las vidas, lo que les ocurre a las personas en un pueblo de Iowa, en Estados Unidos, un imperio en guerra permanente. Lo que les pasa y lo que sienten: el mapa de los afectos y su antimateria: el mapa de las maldades.

Ahora que caigo, Ana Merino ha escrito la gran novela americana, ese animal mitológico difícil de fotografiar.

Y lo ha hecho con la condensación y la intensidad propias de la poesía, otro enigma indescifrable.

 

Si me animo publicaré el mapa expandido.

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