Trump tendrá que recular. Ya lo está haciendo. Quizá para tomar impulso, como suele. Aun está a tiempo de ganar, también, este conflicto.
Si saliera ahora, reconociera el asunto y se pusiera del lado de los ciudadanos que reclaman el fin de la discriminación, podría salvar el pellejo. Y ganar las elecciones. Puede hacer lo que quiera. Pero el país se ha puesto en contra de la violencia policial racista.
Trump puede seguir usando esta ola inmensa como factor polarizante para las elecciones. Todo es muy peligroso ya.
Lo de meter al ejército en las calles se le ha torcido. Mandos, jefes, militares, el mismo Mattis, Perro Loco, han dicho cosas durísimas contra esta locura trumpiana.
«Nuestros conciudadanos no son el enemigo», ha tuiteado un general jubilado (Martin Dempsey).
USA está en la calle, las encuestas apoyan a los manifestantes. El gentío, en cincuenta años, ha virado, algo se mueve. Se puede inyectar más miedo a la gente, rociarla con gases, acribillarla a balas de goma… pero muchos polis se han puesto del lado del bien, ha bajado el vandalismo, ha cesado la violencia… Muchas manifestaciones son pacíficas.
En medio de un CRACK mayor que el del 29 y con un virus letal pululando.
Lo de USA (Hong-Kong) puede ser solo el prólogo. El BCE anuncia 600 mil millones más.
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En España, el Noveno día de Luto Oficial sigue arrojando cifras semi-fakeadas, así que no sería extraño que pronto empezaran a contar al revés. Es decir, resucitados.
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Richard Dearlove, exjefe del MI6, Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido, ha declarado que el coronavirus Sars-CoV-2, conocido como Covid-19, fue creado por científicos de un laboratorio de Wuhan y que posteriormente se escapó por accidente. En 20Minutos