El gob se deshace en sus natas. trifulcas, urgencias, memes y disparates.
La deriva de UP es tan veloz y tan descarada que causa sonrojo, excepto entre los beneficiados, que son ya muchos, quizá sufieientes como para consolidar el invento.
Los partidos, para triunfar, han de apoderarse de un buen trozo del Estado o/y de sus infinitos organismos.
En cuanto instalan su coronavirus en las células del presupuesto y crean una clientela amplia, ya han entrado. La corrupción normal es la fase siguiente de este proceso, que es el que ahora cumple a toda prisa Unidas Podemos.
Los ya instalados tienen que hacer hueco, a la fuerza, a los nuevos. Si alguno llegara con la honradez mínima para no aplicar ese esquema de colonización de espacios de poder y dinero, y si el censo se enterara de esa actitud honrada, podría arrasar. Pero no hay forma de comprobarlo.
Así, simplemente se reparte el botín, y en la medida de lo posible, se amplía (extracción múltiple, impuestos, tasas, nuevos organismos, ampliación de la deuda…).
La rapidez y la falta de disimulo indican que había impaciencia –quizá desesperación– y que han visto que el tren no pasará más veces.
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