El secretario del Parlamento Catalán le ha retirado el escaño a Torra, que deja de ser presidente.
Torra/Puigde (cuerpo místico) presiona al presi del Parlament, Roger Torrent, para que no haga caso a los letrados de la cámara.
Pero nadie quiere ir a la cárcel. Y más, tras leer la entrevista de Junqueras en El País («Y una mierda. Y una puta mierda.») en la que hablaba con jerga presidiaria e incendiaria.
Se pierde el seny. En la cárcel se pierde el seny, noi.
Torra amenaza con convocar elecciones. Pero, ojo, si ya no es president, no puede disolver el parlament. O viceversa.
Claro, que puede hacerlo justo un minuto antes de que le retiren el acto oficialmente.
Por su parte, el Parlamento Europeo ha dicho ya que Junqueras no es europarlamentario. Fin a ese culebrón.
Pero aun estamos a medioday del día de autos, así que pueden pasar mil millones de cosas.
Se pueden ir pasando la bola rusiente como aquel día del 17 y al final tendrá que echar a Torra el último subcontratado, quizá el reponedor de la máquina de cafés y chuches.
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Está la dimisión de Jordi Sevilla de REE.
Y el asunto de Ábalos con Delcy, que ya se ha sobreseído un poco.
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A ver